Gastronomía y costumbre de Moriles
Al hablar de la gastronomía de Moriles, lo primero que hay que citar son sus vinos finos, símbolo de una zona vitivinícola por excelencia que se han convertido en protagonistas de cualquier celebración o fiesta que tenga lugar en este pueblo. "El vino de Moriles siempre preside la mesa", dicen con mucha razón sus vecinos. Es un vino fino, amargoso, de color oro pálido y muy aromático, con el que se puede acompañar cualquier plato, pero sobre todo está indicado para tomarlo con el aperitivo.
Los menús y platos típicos de Moriles no difieren mucho de los que, por estas tierras, se prodigan haciendo que la dieta mediterránea se mantengan en nuestros platos. Son de destacar, en este pueblo, las virtudes gastronómicas de la uva de Moriles. Además del vino considerado el mejor del mundo en su estilo, la uva complementa a la "sopa de gato", con rebanadas de pan, aceite crudo, sal y sofrito en lenta cocción y que para su consumo se acompaña de dulcísimas uvas, quizás para satisfacer al paladar muy dado a las mezclas de dulce y salado. Es muy conocido el refrán: "pan, uvas y queso, saben a beso".
Los viernes de Cuaresma, en que la abstinencia sigue siendo una tradición en Moriles, destacan los platos que tienen como base el bacalao. Y así, podremos ver en cualquier casa guisos con patatas, fideos y bacalao; arroz, papas y bacalao; o las patatas con garbanzos y bacalao. Por Semana Santa, las cofradías hacen potajes con bacalao frito. También son tradicionales en tales fechas las albóndigas de pescado.
De platos fríos, los más típicos son el "Picaíllo de tomate", al que se le echa huevo duro y abundante aceite, muy bueno para mojar sopas. El Picaíllo de viandas se lo llevaban los trabajadores al campo con los condimentos en una caña. El Salmorejo, comida muy típica en la época estival, lleva aquí una guarnición especial; se le suele trocear encima cascos de tomate, habas verdes y jamón, y es muy propio acompañarlo con patatas fritas gruesas.
Otros platos de gran tradición en Moriles son:" la Naranja picá" con bacalao, aceite y cebolleta, los Revueltos de habas con cebolleta, y "las Flamencas" que se preparan igual que los flamenquines pero en lugar de llevar jamón, van rellenas de gambas.
En los días de lluvia, un dicho popular dice que"día de agua, día de sardinas", y así, se reúnen los amigos en la casa para tomar sardinas asadas, con vino. Otra tradición es la de las gachas el "día de Todos los Santos", que se hacen con harina, agua, azúcar y una poca de leche, y se les añaden coscurrones de pan.
Como postre, se consume la uva como tal como la produce la cepa como fruta del tiempo pero su zumo sin fermentar, el mosto, da lugar a dos tipos de postre muy alimenticios:las "gachas de mosto" y el "arrope". Las gachas se preparan en los hogares morilenses en la época de la vendimia; cada casa le da un toque con especias aromáticas, adornos y otras lindezas gastronómicas. El arrope es el resultado de hervir mosto sin fermentar hasta conseguir un almíbar viscoso y acaramelado, con el que se acompañan postres.
Respecto a los dulces, en la época de Navidad, se elaboran tortillas de manteca, roscos de vino, roscos de anís y milindres. Por Semana Santa, son típicos los mostachones, roscos de galleta, pestiños y magdalenas caseras.
El "día de la Candelaria" (2 de febrero), como costumbre se hacen hogueras con el resto de la poda de los olivos en distintos puntos del pueblo, donde la gente se reúne para festejarlo con productos de las matanzas, chorizos, morcillas, panceta...etc, acompañados con el buen vino de Moriles. Al día siguiente, San Blas, se bendicen las roscas de pan que van unidas por lazos de colores que se colocan luego de adorno en las cabezas de las niñas y en los cuellos de los niños. Como costumbre las roscas es el pan que se come en estos días, siendo muy típico por la tarde merendar roscas con chocolate.
El primer sábado del mes de febrero es el día de "los quintos"; los muchachos que dos años antes de hacer el servicio militar, se reúnen para celebrar su alistamiento en quintas. Durante toda esa noche, van recorriendo las calles del pueblo junto con una banda musical, cantando serenatas a sus novias y repartiendo vino a todo el que se encuentran.
En la madrugada anterior al "día del Señor", se adornan las calles procesionales con altares. Éstos se hacen con la imagen del Señor, jarrones de flores y adornos de plata y bronce.En los balcones se colocan colgaduras y en las aceras macetas. Siendo más tarde, como costumbre, desayunar todos los colaboradores churros con chocolate.
El "día de la Cruz" (3 de mayo), los niños del pueblo, imitando la Semana Santa adulta sacan en procesión los pasos(en tamaño pequeño) acompañados del Imperio Romano y figuras bíblicas.También representan "el Prendimiento" muy característico de nuestra Semana Santa. Como costumbre van pidiendo por las casas con la frase:"una limosnita para la Santa Cruz", con el dinero obtenido hacen un perol.
Por último, citaremos una de las costumbres más antiguas del pueblo, conocida con el nombre de "buñuelá" que consiste en que el "Patrón" invita a una comida a todos sus trabajadores que se dedican a la recolección de la uva y de la aceituna, al finalizar la temporada.
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