Gonzalo Fernández de Cárcamo
Gonzalo Fernández de Cárcamo, llamado a veces Gonzalo de Cárcamo, fue un noble andaluz. Hijo legítimo y heredero de Diego Fernández de Cárcamo, difunto en 1486, y nieto de Diego Fernández de la Trinidad.[1]
Trayectoria
Fernández de Cárcamo vende las Alcantarillas para comprar con su importe otras heredades más cerca de Córdoba. En las escrituras se cita a su hermano Alonso de Cárcamo, que era el único que tenía. Vende las Alcantarillas a Juan de Cepeda y a Luis de Soto, representantes de la condesa de Belalcázar por el precio de 3 q. y medio mrs. y 60 castellanos de oro. El documento está hecho en Córdoba el 13 de diciembre de 1486 y el pago se escalonará así: 400.000 mrs. y los 60 castellanos el primero de enero próximo. 100.000 mrs., en fin de abril de 1487. Un conto el día de San Juan de 1488. Y los otros dos contos en otros tales días de 1489 y 1490. Gonzalo Fernández de Cárcamo arrienda a la condesa la dicha heredad por tres años en 131.000 mrs. y 200 fanegas de pan cada año, libres de derechos y pagados en Córdoba.
En la fortaleza de la Puebla de Alcocer a 25 de diciembre de 1486 la condesa, llamada Teresa Enríquez, viuda del conde de Belalcázar Gutierre de Sotomayor, refrenda la escritura que otorgaran Juan de Cepeda, su criado, y Luis de Soto, su camarero. Teresa Enríquez pone como firma «La triste condesa» y con esta venta, los Fernández de la Trinidad se desprenden de sus posesiones en Los Pedroches para acumular heredamientos en la campiña. De esta escritura se deduce que la sexta generación de esta línea está formada por Gonzalo Fernández de Cárcamo y su hermano Alonso.
Referencias
- ↑ Los Fernández de la Trinidad, quinta línea de los Fernández de Córdoba, por Manuel Luna Rivera, en el Boletín de la Real Academia de Córdoba, julio - diciembre 1983, págs. 203-214.
Principales editores del artículo
- Infante (Discusión |contribuciones) [2]
