José Bojollo Arjona
En la fernandina iglesia de San Lorenzo presta sus servicios como sacristán Pepe Bojollo; se puede decir que es el decano de los sacristanes de Córdoba, pues entró como monaguillo a la edad de doce años en 1942 y desde entonces hasta la actualidad no se ha separado de los muros de este templo.[1]
Nació el 23 de marzo de 1929 en barrio de San Lorenzo en la calle Arroyo de San Lorenzo, llegando a ser una persona muy popular y conocida en todo el barrio. Nunca ha faltado a su obligación diaria de abrir y cerrar las puertas del templo y de hacer todos los menesteres de un buen sacristán como: participar en los actos litúrgicos, entierros bodas y bautizos, así como llevar los archivos parroquiales y sobre todo las horas que dedica a la iglesia para dejarla abierta. Cuida como vigilante las numerosa obras de arte que existe entre sus muros, dando la oportunidad a turistas y personas piadosas de poder entrar a visitarlas.
Es sin duda toda una institución parroquial, pues los curas párrocos son designados por el obispo, pero pasan, sólo Pepe Bojollo permanece. Ha llegado a conocer en su larga trayectoria a los siguientes curas párrocos: José Serrano Aguilar, Francisco Jurado Cuenca, Juan Novo González, Valeriano Orden Palomino y Antonio Gil Moreno. Gran conocedor de los curas que han pasado por su lado, ha sabido acoplarse a ellos sin perder sus personalidad. Se le puede considerar como el propietario espiritual de la iglesia, pues en alguna ocasión se le ha oido decir, con énfasis, metafóricamente: “La iglesia es mía”.
Persona que puede contar cientos de anécdotas: las cencerradas que se les daban a los viudos/as en la puerta de la iglesia, así como los magnos entierros de "cinco capas" con la asistencia de todos los sacristanes de Córdoba en representación parroquial; aquellos repiques de campañas volteadas por chavales en las festividades; los toques diarios con cuerda a vísperas, a la oración o en recuerdo de los difuntos.
José Bojollo es gran devoto de todas las imágenes que alberga la iglesia de San Lorenzo como: el Cristo de Ánimas, la Virgen de los Remedios o la de Villaviciosa, pero su preferencia es el Cristo del Calvario que tiene una tradición de siglos en el barrio. Por su dedicación a las cofradias ubicadas en la iglesia de San Lorenzo fue reconocido como "Cofrade Ejemplar" 2003 por la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba.
Hombre afable, conocedor consumado de su oficio, amigo de los parroquianos, fiel cumplidor y, sobre todo, amante de todo lo que es su barrio y parroquia, que se distingue como persona muy popular.
Preguntado si no le hubiera gustado ser cura, contesta riendo: “Ni hablar” .
Siempre ha respondido: “Hay que tener mucha vocación para llevar un trabajo como este, yo desde niño sentí algo especial por estar en la iglesia"
A la pregunta, sobre lo que más y menos le gusta de su profesión, responde: “Lo que más, el tiempo que estoy en la iglesia y lo que menos, el ver entrar medio desnudas a las mujeres, sobre todo en las bodas”.
Referencias
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