Juan Criado Luque

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Juan Criado Luque (La Rambla, c. 1912) fue médico forense y ganadero de ovejas de raza castellana.

Biografía

Hijo de Antonio Criado Gómez, maestro, y sobrino de Rafael Criado Gómez.[1] Fue hermano de Antonio Criado Luque, maestro nacido en 1910 con destino en San Sebastián de los Ballesteros en 1937.[2][3]

Fue presidente del Consejo Local de Primera Enseñanza de La Rambla en 1934 y durante los años 40, teniente de alcalde del Ayuntamiento de La Rambla.

En el año 1961, le fue concedida la Cruz de San Raimundo de Peñafort y se produce su reingreso al servicio en activo en Madrid en junio de 1961.[4]

Fue además ganadero, participando en agosto de 1935 en el primer Concurso Comarcal de Ganados e Industrias derivadas de La Rambla donde obtuvo varios premios para su ganadería.[5]

Se le dedica un homenaje en el año 1961 como consecuencia de su reincorporación a la profesión forense y su marcha a Madrid en noviembre de 1961, dedicándole en el periódico una columan de opinión[6]

(...)
Juan Criado, médico de La Rambla, había conseguido por sus continuos desvelos en pro de la clase, un gran prestigio, como ya lo tenía en el terreno profesional: Historia limpia y personalidad acusada como para dedicarle unas horas de reunión afectiva y fraterna que hace hermoso el vivir y conquistar las metas humanas que figuran como horizontes de nuestra vida.
A don Juan Criado Luque, médico forense de La Rambla, hombre de gran integridad profesional y humana, después de treinta y cinco años de servicio en este pueblo, le han nombrado para Madrid. Hace pocos meses recibió en un acto público la Cruz de San Raimundo de Peñafort como premio a su dedicación.
A nosotros también nos recuerda la personalidad de Juan Criado Luque, forense de Madrid, ciertos episodios de un pasado trascendente en los que él fuera actor cuando definirse obligaba adoptar una postura personal que, sabemos, para él no supuso trastorno porque reflejaba una forma de ser y una lealtad ideológica confirmada por el tiempo anterior y posterior al grave momento en que, como hombre, como médico y como español, se colocó en la línea militante que ofrecía todo en la empresa de reconquistar España, pero que le exigió un servicio y un sacrificio que no regateó.
Entonces, don Juan Criado, con su pasión y su entrega fue un factor humano considerable. Leal a su doctrina espiritual y a su vocación profesional, ha merecido además de este homenaje amistoso otros más serios y vitales prolongándose en sus hijos como reflejo exacto de una moral familiar y ejemplo profesional que logró trasladar íntegro a algunos con la cristiana y sólida formación que supo darles. En esta hora de madurez, cuando culminan sus aspiraciones personales y siente el calor de la amistad, la reactivación de la camaradería y la presencia de aquellos que convivieron con él, rodeándole, algunos que compartieron con él aquellas horas tensas y no pudieron concurrir a este íntimo reencuentro, le ofrece el recuerdo de aquellas jornadas, cuando la camisa azul era hábito y corazón, en las que se conocieron sencilla y sinceramente y admitieron que hacer poesía era un acto de servicio y con ella nuestra admiración por haber sido capaz de conseguir, con una labor día a día, lo más difícil: que es hacer del deber profesional amor poético. Y unen su voz a la de los que, directamente, le expresaron su felicitación.

Referencias

  1. Gobierno Civil. Espléndido donativo, en el Diario de Córdoba, 11 de marzo de 1938, pág. 1.
  2. Escalafón 1934, en Books.google.es.
  3. Instrucción Pública, en el diario Azul, 17 de febrero de 1937, pág. 4.
  4. Boletín Oficial del Estado Nº 44. Página 9154. 17 de junio de 1961
  5. Concurso Comarcal de Ganados, en el diario La Voz, 13 de agosto de 1935, pág. 10.
  6. Dedicación afectiva y fraterna. R.G. Diario Córdoba. 22 de noviembre de 1961. Colección Ildelop

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