Pedro Leonardo de Villaceballos

Pedro Leonardo de Villaceballos (1696-1774)* fue un noble, anticuario y erudito cordobés.

Su ascendencia se remonta a Córdoba cuando su abuelo Francisco de Villacevallos que procedía de la villa de Santibáñez se establece en la ciudad como caballero hidalgo. Casa con Catalina Paniagua y Messa de los cuales nacerán Rafael y Pedro Antonio de Villacevallos Paniagua. El primero casó con Ana María de Vera del cual nació Pedro Leonardo en el año 1696 mientras que el segundo casó con Laura Segovia de la que nació su hija, Catalína Estafaína de Villacevallos y Segovia que casaría con Pedro Leonardo en el año 1723 recibiendo como dote algunas piezas epigráficas. A esta dote, el marqués de Villaceballos recolectó durante su vida todo tipo de piezas arqueológicas, monedas y manuscritos y lo tenia expuesto en una de sus propiedades pudiéndose considerar como el pionero de la museografía cordobesa.

El museo de Pedro Leonardo de Villaceballos

"El museo" se estableció en un palacio en la calleja de la puerta de la Luna, junto a la muralla almohade, calleja que hoy recibe su nombre.. El museo estaba compuesto principalmente por:

• 6.000 monedas
• Colección epigráfica de 80 a 100
• Unas 20 esculturas

Cuando Teodomiro Ramírez de Arellano paseó por aquí, era una calleja sin salida que respondía al nombre de Villaceballos, por la familia que habitaba la casa palaciega, que solían visitar “cuantas personas curiosas tienen noticia de la colección de lápidas romanas y árabes y otras muchas cosas notables que contiene”.

MÁRQUEZ, F.S. Rincones de Córdoba con encanto. 2003. Diario Córdoba.

Desmantelamiento de la colección

Sin embargo, sus herederos y en palabras de Fernández de Moratín, «En casa de D. Rafael Villaceballos hay porción de inscripciones romanas y árabes, algunas cabezas, una grande estatua armada sin piernas, brazos ni cabeza y otras piezas curiosas halladas en excavaciones y cuya ilustración seria estimable para nuestra historia. El mismo caballero posee un numeroso monetario que le dejó su padre, pero, como no heredó su gusto ni su inteligencia, harto hará si lo conserva en su poder como está hasta que pase a manos más dignas» (Fernández de Moratín, ed. 1988: 645).

Según el Censo electoral de 1866, todavía habitaba en Córdoba un descendiente de la familia, Manuel Villaceballos Sisternes, propietario, que vivía en la calle Villaceballos, número 6. Pagó al erario público 27,716 escudos; sin embargo, unas décadas después se sabe que la colección había quedado esquilmada y tras la venta de la casa y el resto de la colección, incluido un Thoracato que hoy se expone en el Museo de Málaga, lo que quedaban fueron a parar en 1896 a la colección de los Marqueses de Casa-Loring, a Málaga. Antes de salir para Málaga, los restos arqueológicos sufrieron un bloqueo en la vía del tren por parte de algunos cordobeses que intentaron in extremis que la colección se quedara en su ciudad.

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