Pepe el Pespuntes
Cordobés del barrio de San Pedro, Pepe el Pespuntes es un personaje conocidísimo entre las máscaras del Carnaval en Córdoba. Sus trajes han sido ampliamente celebrados, desde patera y guardia civil, mitad de patera, Tejero, bombona de butano, de palco de Semana Santa, de portada de feria, de guardaespaldas de Rosa Aguilar, de Agatha Ruiz de la Prada, de San Rafael, de Zapatero, etc.
Calle Montero
Su padre desde muy niño lo llevaba a la emblemática y carnavalesca calle Montero en tiempos de prohibición de esta gran fiesta pagana. Recuerda a personajes del carnaval cordobés como Arturo el del Carburo, José Cuadra Pepe el novelas y el otro Pepe Leal de la calleja del Toril, además de La Mecedora, La Chicharito o La Paquera con sus fastuosos trajes de reinonas. "Lleva el carnaval en la sangre" -nos dice, pues "me apasionó esta fiesta desde la niñez". En 1990, probó como comparsista en la Pérez de Austria, con el título de Taberna, mas no era éste su camino y se escoró hacia estos personajes del carnaval callejero, dentro de una línea crítica que lo ha convertido en el transcurso de estos últimos quince años, en el hombre de las múltiples caras y disfraces.
Su primer disfraz, comenta, fue de coche de tope. A éste le siguieron otros muchos --cuatro por año--. El ha puesto en solfa a políticos, personajes cordobeses y nacionales, como cuando se disfrazó de municipala dando escolta a Rosa Aguilar o de Marcelino Ferrero, concejal de Festejos. Iba de niño, aclara, de "niño chico" ahormado por la leyenda de Marcelino pan y vino. También de Arcángel San Rafael. Detrás de su espíritu celeste dice que iba Sandokán rezándole para que subiera al Córdoba club de fútbol de categoría. También se visitó de Luis Roldán, de Hurtado, el de la pajarita, o como presidente de la agrupación de cofradías de Córdoba en el palco de autoridades de Semana Santa, entre Amelia Caracuel y el ex alcalde Merino. Un largo registro de disfraces para fomentar el Carnaval de Córdoba. "Lucho para que esto no se pierda" pues es consciente de que esta fiesta va a menos. Pepe está convencido de que "el Carnaval se disfruta de verdad en la calle". Recuerda la plaza de La Corredera que, según los más viejos "fue el punto de encuentro de viejos murguistas cordobeses y antes de la Guerra Civil, de que se trasladaran a la calle del Císter, junto al antiguo Gobierno Civil para que les autorizaran las letrillas de sus repertorios". El Pespuntes aconseja a los amantes del Carnaval plantearse los disfraces como algo sencillo. Este año, confiesa, "llevo cinco disfraces, pero me sobra uno", dice, fiel a sus normas de cuatro.[1]
Referencias
- ↑ Pepe ´El Pespuntes´: El hombre de las mil caras y disfraces, en el Diario Córdoba, 12 de febrero de 2005.
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