Santo Oficio
El Tribunal del Santo Oficio o Inquisición fue el tribunal religioso y civil más importante de España. Estuvo vigente desde los Reyes Católicos hasta Fernando VII.
Historia
En 1478 apareció la bula Exigit sinserae devotionis affectus del papa Sixto IV instituyendo el Santo Oficio en toda la Cristiandad.[1] En 1542 el papa Pablo III le dio el nombre de Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición.
El término Inquisición hace referencia a varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía, tanto en el seno de la Iglesia católica como también en el luteranismo, calvinismo y otras denominaciones protestantes.
La herejía en la era medieval muchas veces se castigaba con la pena de muerte y torturas varias, y de esta se derivan todas las demás. La Inquisición medieval fue fundada en 1184 en la zona de Languedoc (sur de Francia) para combatir a la herejía de los cátaros o albigenses, que en 1249 se implantó también en el Reino de Aragón (fue la primera Inquisición estatal) y que en la Edad Moderna, con la unión de Aragón con Castilla, fue extendida a esta con el nombre de Inquisición española (1478-1821), bajo control directo de la monarquía hispánica, cuyo ámbito de acción se extendió después a América, aunque nunca sobre los indígenas de la América española; la Inquisición portuguesa (1536-1821) y la Inquisición romana (1542-1965). Aunque en los países de mayoría protestante también hubo persecuciones, en este caso contra católicos, contra reformadores radicales como los anabaptistas y contra supuestos practicantes de brujería, los tribunales se constituían en el marco del poder real o local, generalmente adecuado para cada caso concreto, y no constituyeron una institución específica.
Referencias
- ↑ Los libros malditos, por David Zurdo y Mar Rey Bueno, Madrid, EDAF, 2006, pág. 37. ISBN 84-414-1626-5.
Principales editores del artículo
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- Aromeo (Discusión |contribuciones) [1]