Taberna El Pisto (del Alcázar Viejo)

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Rafael López El Pisto
El Pisto (del Alcázar Viejo)


La popular taberna El Pisto del barrio Alcázar Viejo situada en la calle de Enmedio nº1, estaba regentada por Rafael López "El Pisto". El patio de la taberna era de los clásicos cordobeses, encalao, limpio con cientos de macetas y un pozo que esperaban la llegada noctuna para el comienzo de los toques de guitara y los cantes por soleares. Tenía buen vino llamado "La Galga" y excelente especialidad en sus variadas tapas. Era buen lugar para los aficionados al falmenco, pues su clientela era del señorio de Córdoba y a la vez gentes del barrio que querían saborear los cantes hasta altas horas de la noche. En esta taberna estuvieron ubicadas varias peñas como Los Bordones y Los Piconeros.

Rafael, de carácter serio, -muy propio del antiguo cordobés- pero de muy buenos sentimientos, hacia agrable la estancia a sus clientes. Aficioando al flamenco, toros y gallos de pelea dejó de existir en el año 1967 dejando un grato recuerdo a sus muchos amigos de Córdoba y vecinos de la "Casa el Viejo".

Recuerdos de la taberna [1]

Esta taberna de Rafael López estaba en al calle Enmedio del Alcázar Viejo, a mano izquierda pasando el arco de sementales. Este apodo no era Pisto como es conocido por la mayoría de sus clientes. Era Pito y venía del abuelo, que era el santero que cuidaba la ermita que hay en el arco de las Caballerizas Reales. No sé por qué derivación se convirtió en Pisto, que es una comida veraniega a base de legumbres, muy andaluza. Volvamos al esclarecimiento del alias. El abuelo Pito, cuando iba de madrugada a cuidar a su santería, tenía la costumbre de ir silbando por la calle y los vecinos que lo sentían cuando pasaban decían: “Ahí va el Pito”. Esta taberna se hizo famosa en la décadas de los 30, 40 y 50.
Buen agrado, aunque era hombre muy formal y serio. Buen servicio y vinos famosos como un barril que titulaba de la Galga, pues era muy aficionado a estos animales. Siempre había amenidad de tocaores de guitarra, buenos bailaores y cantaores famosos.
En la guitarra Rafael El Tomate, cuñado del Pito, el Piojo Zamparrilla y otros en el baile, y cantaores el Automoto, Currito de Utrera, Fernando el gitano Quinito.
Acudía buen personal y mucho señorío, que iba pasar ratos agradables hasta la madrugada. El Pisto tenía una galga, pues era muy aficionado a correr liebres en la campiña y salía con ella algunos días cuando iba a buscarlo su amigo don Pedro Barbudo, que lo llevaba en su coche. Don Pedro había sido alcalde de Córdoba en los años de la dictadura de Primo Rivera. Cuando cazaba alguna liebre la exhibía en la taberna para que la contemplara todo, el barrio.
Esta taberna como todo duró hasta que llegó su hora. Rafael, nombre a la usanza antigua, formal y sin pizca de maldad, mal aconsejado se metió en hacer una reforma sin pedir permiso a la propiedad. La casa era muy vieja y la propiedad pleiteo y como era de derecho lo ganó y el negocio se acabó.


Referencias

  1. "Memorias Tabernarias". Manuel Carreño Fuentes en Diario de Córdoba. 1 de abril de 1988

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