Taberna de Castillo

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La Taberna de Castillo está situada en la muy conocida calle del Realejo nº10, la taberna de Castillo fue fundada en el año 1912. En la actualidad está reformada y tiene el nuevo nombre de Taberna Angel Ramírez.

Esta taberna fue frecuentada por muchos de los vecinos del barrio, especialmente artesanos, como plateros, filigranistas, tallistas entre otros. Ramón Medina escribió en esta taberna las lestras de Caminito de Santo Domingo", "Romería de Linares", "El Velillo", "Callejita de las Flores" y las "Espigadoras" o "Morogas” en voz de los árabes, además de "Las Campanas de la Mezquita" y "La serenata de Aldea".


Recuerdos de la taberna del Castillo[1]

Estaba de mozo o encargado del establecimiento Enrique Fresno, hombre afable y conocedor del negocio. Allí frecuentaban famosos jugadores de dominó y muchos artistas de los gremios artesanos de aquella Córdoba callada y tranquila. Plateros, filigraneros, tallistas y ebanistas famosos. Yo solía ir a esta taberna con Ramón Medina, cuando salíamos de retirada de su famosa "Peña El Limón" en la calle Montero. Allí componíamos y corregíamos las letras para las canciones de sus motivos cordobeses, pues don Ramón vivía muy próximo en la calle Mancera.
Allí escribió las letras de "Caminito de Santo Domingo", "Romería de Linares", "El Velillo", "Callejita de las Flores" y las "Espigadoras" o "Morogas” en voz de los árabes, además de "Las Campanas de la Mezquita" y "La serenata de Aldea".
Después lo acompañaba a su casa. Recuerdo una noche que lo acompañábamos José de Paz, un joyero de Madrid, que venía con frecuencia, pues le trabajaban los plateros cordobeses y nos dijo: “Amigos Manolo y Pepe, ya poco me vais acompañar, pues me estoy sintiendo morir”. Y efectivamente pocos días después dejo de existir.
Cantó como nadie el costumbrismo pintoresco de Córdoba, aunque él era nacido en Brisbueca, un pueblo de la Alcarria en Guadalajara.
Siempre que recuerdo estos lugares o tabernas donde convivimos con tantos amigos en horas eufóricas de buen humor y compañerismo alegre, acude el recuerdo de ellos. Y la amarga nostalgia de no poder volver a vivir lo imposible. Pero estáis en el recuerdo. Y piensa uno en aquel tópico que dice:
En los nidos de hogaño
no hay pájaros de antaño. "


Casa Castillo [2]

En esta simpática y antigua taberna del Realejo se pasearon muchos cantaores. Unos mejores que otros, pero en general todos grandes aficionados. Allí solía cantar muy a menudo Luis Chofles, que cantaba de forma singular. Muchas veces coincidió en el cante con su cuñado Mariano Páez. También entraban los mellizos de la “casa de paso” de San Rafael, que bailaban y canturreaban por todo lo que querían. Curiosamente tenemos que recordar que uno de los mellizos, las pasó canutas cuando su madre le dio “suero” en sustitución de la leche que escaseaba. El suero procedía de la leche-aguada que sobraba de hacer los quesos. La lechera era Rafalita, la que vivió en la casa del rincón de la calle el Cristo, al lado del agricultor Gavilán, que por cierto se había casado con una preciosa mujer gitana. Con muchas dificultades el enfermo superó las altas calenturas y la infección. Esto lo solía contar el mismo “Melli” cuando ejercía de barbero en el arroyo de San Lorenzo, en un local detrás de la sultanilla que tenía la familia del platero Almirón.
También cantó bastantes veces en Casa Castillo, Ramón de los Llanos, que supo alternar en el cante con el más pequeño de los hermanos Blanco, de la calle Pedro Verdugo. Alguna vez que otra también tocó allí su guitarra el “Cojo” Murillo, guitarrista que vivía enfrente del Cine Astoria, y que enseñó a mucha gente a tocar la guitarra. El “cojo” Murillo era el hombre que mejor utilizaba la brillantina para decorar su ondulada cabeza. Su guitarra siempre formó parte de su impecable atuendo, que se completaba por un elegante reloj de bolsillo. Su madre Fuensanta, una excelente mujer que un día, nos facilitó una “botella esmerilada”, para que pudiéramos comprar vino de “20” en la “tasca” de Casa Soto, para celebrar el ascenso del Córdoba a Segunda (1956).


Referencias

  1. "Memorias Tabernarias". Manuel Carreño Fuentes en Diario de Córdoba. 27 de marzo de 1988
  2. http://lalaboralcordoba.blogspot.com.es/2011/12/el-cante-en-las-tabernas-de-cordoba.html El cante en las tabernas de Córdoba. Blog Luchemos por Córdoba. Diciembre de 2012

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