1766

De Cordobapedia
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Año 1766
Años: 1763 1764 1765 - 1766 - 1767 1768 1769
Siglos: Siglo XVII - Siglo XVIII - Siglo XIX


  • 22 de mayo. Corridas en honor al embajador de Marruecos en la ciudad.


Embajador de Marruecos Sidi-Hamet el Gacel, sabio principal de la ley; acompañábanlo Sidi, principal de la ley; acompañábanlo Sidi Amara Ben Muza, de la familia del Emperador y general de su caballería, Sidi-Eljas Mahomet Esiles y otros varios personages, con una numerosa servidumbre: tanto el Marqués de las Escalonias como la Ciudad, los obsequiaron lo posible, y la segunda dispuso una corrida de toros en la Corredera, á que asistieron desde un balcón que habia en la fachada de la Cárcel.[1]

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Salieron a recibirle en esta ciudad muchos caballeros, la oficialidad de la tropa que había en ella, canónigos de la Catedral y de la Real iglesia Colegiata de San Hipólito, yendo en coches, y delante la música del Regimiento de Santiago y alguna tropa de caballería, y desde la Puerta del Puente se dirigió la comitiva por la Pescadería, calle de la Feria, Librería y Plaza Mayor a San Pedro, desde cuyo cementerio se hallaba formada la tropa que había, así de infantería como de caballería, hasta la puerta de la casa de Ascalonias, donde se le había preparado alojamiento, porque entonces vivía allí el Intendente. Aquella misma mañana lo felicitó el Ayuntamiento por medio de una diputación.

Todo el tiempo que estuvo en Córdoba se le asistió espléndidamente, y aquella tarde se lidiaron en la Corredera ocho toros, que picaron de lancilla unos sevillanos, ocupando el embajador un balcón muy bien adornado, que se había hecho al efecto y se colocó en el testero del arco bajo. Concluída la función, se le sirvió en su alojamiento un refresco, y aquella noche se le obsequió con una serenata.

Al día siguiente pasó a la Catedral, que vió con grande gusto y admiración y leyó algunas inscripciones, más no satisfecho con esta visita, manifestó deseos de continuar su examen al otro día, lo que hizo, acompañándole el erudito Dr. Don José Vázquez Venegaa, canónigo de San Hipólito.

A la tarde de aquel día se lidiaron siete toros del mismo modo que el día anterior y entrada la noche se iluminó la plaza, poniendo en cada balcón un hacha de cuatro pábilos y luego se quemaron fuegos artificiales muy bien dispuestos.

Al día siguiente visitó las Caballerizas reales y por la tarde volvió a la Catedral, acompañándole todos sus criados, que manifestaron mucha complacencia de ver la mezquita, viéndolo todo, y por último subieron a la torre.

Al partir el embajador, le había dado el emperador un libro para su instrucción, de las cosas notables de Córdoba, que había compuesto el embajador Sidi Hamet Lucir, que en 1688 había venido a España enviado por el emperador Muley Ismail al rey Don Carlos II.

El embajador, muy satisfecho de los obsequios de Córdoba, salió para Madrid en la noche del 28 de junio.[2]

Referencias

  1. Paseos por Córdoba. Teodomiro Ramírez de Arellano
  2. Anales de Córdoba. Luisa María Ramírez de las Casas Deza


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