Bebedores de primera

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Bebedor de Primera
Bebedores de Primera

El Grillo personaje de condición humilde llamado José Gálvez Martínez era un cordobés clásico de los años veinte. Tenía como profesión encalador, casado con Encarnación una castañera que exponía su tenderete en la Plaza de la Almagra y vendía agua fresca en los días que se celebraban festejos taurino en la Plaza de Toros de los Tejares. Vivía el matrimonio en una casa vecinal, ya desaparecida, llamada de las Cancelas, sita en la Plaza de la Paja nº 2.

Pues bien, El Grillo fue un buen aficionado al cante jondo, llegando a intervenir en los espectáculos que se celebraban en los famosos quioscos del Paseo de la Victoria, donde se vendían bebidas en los días calurosos de verano. Pero también era conocido El Grillo por sus famosas “tajadas” cogidas con los caldos de Montilla- Moriles. Considerado como un bebedor de primera categoría murió de pena, sin más sufrimientos ni dolores que los producidos por el desequilibrio mental que se apoderó de él, como consecuencia, de cerrar las tabernas durante cinco días seguidos por motivos de una huelga reivindicativa en la dictadura de Primo de Rivera. El pobre Grillo no pudo soportar la tremenda falta del líquido néctar del dios Baco y murió de tristeza.


Continuando con los bebedores de primera, existieron en Córdoba personajes como estos:

"Alberkrin", que estando con sus "curda" leía en las calles parte de la Guerra de Marruecos.

“El Cisqui" charolista, que según decían, le pegaba bien al codo, poniéndose bien alegre y "calentito", de tal forma que perfeccionaba su oficio. Los clientes le decían:-No dejes el 24 que si no, no te pago

“El Pescue”, betunero y su compañero de oficio “El Tirri” que estando bien “montaos” daban más betún en los calcetines que los zapatos.

“Dos Duros “, enterrador que confundía con su “moles” los vivos con los muertos.

“El Huesano” mecánico de la central eléctrica de Casillas, gran aficionado a los toros que en sus “eufória vinícola" decía frases como esta: '-¡No mezcle los jureles con las sardinas!.'

“El Puntas” asiduo de Taberna Casa Adriano, tasca clásica de la calle la Pierna, que absorbía más vino que una esponja, tanto, que había un dicho que decía: -¡Eres más borracho que el Puntas.

El Kaiser que siempre estaba “ajumao” y al pasar por la casa de la viuda del torero Conejito, decía. -¡Viva el Conejo, el mejor de los toreros!.

El Petoto y su compadre La Petota bebedores empedernidos que iban juntos por las tabernas pidiendo vino de esponjilla, o dicho de otra forma, de "escurriuras".

Y por último recordar al más famoso seguidor de Manolete, como fue El Directo que en sus "tortas", toreaba con gran estilo a los coches de la vía pública.


Todos estos personajes degustadores del Montilla-Moriles, servido en los clásicos medios, han pasado a la historia. Esto hace recordar aquella frase dicha por el también bebedor Manuel Carreño Fuentes: -Esto va muy mal, pero muy mal, pues ya no se ven borrachos por las calles.

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