Biblioteca Séneca

Kiosko donde se ubicó la biblioteca Séneca (1900)

La Biblioteca Séneca fue una biblioteca que estuvo en funcionamiento en noviembre de 1921 y principios de los 60 situada en los Jardines de la Agricultura. Tuvo un gran predicamento entre los cordobeses especialmente en la década de 1920 y 1930 por su carácter popular.

Origen de la Biblioteca

El 30 de mayo de 1920 se presenta una propuesta al Ayuntamiento de Córdoba por parte del inspector de educación José Priego López, el veterinario Rafael Castejón y el profesor José María Rey Díaz para la creación de un espacio de biblioteca autogestionada a llevar a cabo en los Jardines de la Agricultura, aprovechando para ello un espacio hexagonal creado en el año 1882 y que no tiene uso.

«Al Excmo. Ayuntamiento de Córdoba:

Los que suscriben, vecinos de esta ciudad, recogiendo el intenso ambiente cultural qne se va formando en ella, demostrado con el éxito alcanzado por la primera biblioteca popular creada por S. E. y por otros datos estadísticos evidenciadores de la sed de conocimiento despertada en Córdoba, proponen al Excmo. Ayuntamiento la creación, sin gasto especial alguno, de otra biblioteca popular en los jardines llamados de la Agricultura, a la que se le podría dar el nombre de «Biblioteca Séneca».

Va siendo costumbre en muchos países, y especialmente en aquellos que como el nuestro gozan buen clima, poner a disposición de los que concurren a paseos y jardines, otros elementos de cultura, que conviden a la estancia en esos sitios, y sepan unir amigablemente lo útil con lo ameno. Y como ejemplo alto de ello, que pregona al mismo tiempo el grado de cultura de todo un pueblo, se puede señalar la biblioteca del Quijote, establecida al aire libre en el Parque de María Luisa de la vecina Sevilla.

Algo análogo, pero más modesto, y sobre todo mucho más económico, ya que no ocasionaría gastos de ningún género, proponen los firmantes al solicitar que en los conocidos por Jardines Bajos se forme una reducida biblioteca de autores cordobeses, que bajo el nombre augusto de «Biblioteca Séneca», al mismo tiempo que perpetúe la gloria de nuestra ciudad, por haber sido madre de aquella inmortal familia, sirva de ameno y deleitoso solaz al entendimiento de los que concurren a aquellas deliciosas frondas.

El plan es el siguiente: se instalaría la «Biblioteca Séneca» en el kiosco central de los Jardines de la Agricultura, que actualmente está vacío, y no llena necesidad alguna. En el interior exagonal de ese kiosco, simplemente encalado, se colocaría en el centro y sobre un pedestal de madera una efigie de L. A. Séneca, que podría ser la que existe en el Museo de Bellas Artes, modelada por nuestro ilustre paisano señor Inurria, o bien un busto en yeso reproducción del célebre original que existe en el Museo del Vaticano, que estos proponentes Ofrecen con dicho fin.

En el pedestal o peana, unos casilleros servirían para colocarlos libros. Otras sencillas librerías entre las ventanas del kiosco y unos bancos, completarían el ajuar de la Biblioteca. Entre los libros ocuparían lugar preeminente las obras de Séneca, además de otros autores cordobeses y de todas las cuales se admitirían donativos.

Un hombre, por fin, que cuidase del orden dentro del kiosco, que no fuese vigilante ni bibliotecario, sino un anciano asilado, sería lo últimamente necesario para la guarda de la Biblioteca, ya que los lectores no tendrían más que tomar los libros de los casilleros, y volverlos a dejar en su sitio una vez leídos.

Como los gastos de esta modesta instalación son tan insignificantes que se pueden tomar como gastos menores para los efectos de la marcha administrativa de la idea, y de la mayor rapidez en su ejecución, los firmantes confían en que este ilustre Ayuntamiento de Córdoba, sabrá recoger cuanto de hermoso tiene la misma, y contribuir con esta pequeña obra a la mayor difusión de la cultura en nuestro pueblo.

Después de un año de burocracia, por fin el Ayuntaniento decide llevarlo a cabo y el propio alcalde solicita a todo tipo de autores cordobses que donen ejemplares para la biblioteca de próxima apertura

Funcionamiento

Se inaugura el 21 de febrero de 1922en una pequeña caseta situada en los Jardines de la Agricultura, con un planteamiento de autosuministro y sin dotación de vigilancia.

Sin embargo y debido a diferentes circunstancias, realmente no arranca a funcionar de manera plena hasta el año 1924 tras la llegada a la alcaldía de José Cruz Conde así como su delegado de Instrucción, Manuel Gutiérrez

Tenía un horario de 7 horas que dependiendo de la temporada, variaba. 9.30 de la mañana a 1.30 de la tarde y entre las 4.30 y las 8.30 de la tarde..

La biblioteca llegó a contar con 2.000 volúmenes, además de una sección infantil que fue la primera que hubo en la ciudad. Contó con una espléndida respuesta popular llegándose a cifrar sus lectores en más de veinte mil al año. Fue atendida por el ordenanza Antonio Pérez Ruiz desde el año 1925 hasta al menos 1940.

Aunque en principio sólo contaba con libros exclusivamente de autores cordobses que fueron donados en la mayoría de los casos por los propios autores a su inicio, con posterioridad fueron incorporándose a la misma de otros autores.

No se dispone tampoco de noticias sobre los motivos y fecha de su clausura ocurrida en los años sesenta del siglo XX. Desaparecida la caseta hexagonal, los bancos semicirculares que la rodeaban son el único testigo que queda de la singular experiencia.

Los azulejos de los bancos contienen pensamientos del filósofo cordobés que le prestó su nombre .

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