Capilla de la Piedad
La Capilla de la Piedad o Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad está situada en la Plaza de las Cañas anexa al Colegio La Piedad.
El templo tiene forma de cruz latina y consta de una sola nave con dos tramos, a la que se abren dos capillas en el lado izquierdo.
Las obras comenzaron en julio de 1729, dirigidas por el Maestro de Obras principal del Obispado, D. Juan de Aguilar, y ejecutadas por el Maestro D. Francisco García. La cantería fue realizada por D. Andrés de Padilla. El 22 de agosto, el Obispo Mons. Marcelino de Siuri colocó la primera piedra.
El crucero tiene brazos cortos de 12,2 m de largo y un presbiterio rectangular, con una superficie total de 260 m². El coro elevado se sitúa a los pies, ocupando un tramo de la nave. Los muros están decorados con pilastras adornadas con yeserías policromas que sostienen la cornisa donde descansa la bóveda de cañón. El presbiterio y los brazos del crucero están cubiertos por bóvedas de cañón, siendo de lunetas en el primero y simple en los segundos.
El retablo principal, documentado como obra de Teodosio Sánchez Cañada, es una estructura de madera dorada con columnas salomónicas y estípites. En el manifestador hay un pequeño crucifijo de marfil del siglo XVII. Los retablos laterales, aunque no documentados, se atribuyen a su estilo.
El retablo mayor está presidido por la imagen de Nuestra Señora de la Piedad, trasladada de la antigua capilla el 14 de septiembre de 1732. Es una bella imagen de madera policromada, anterior a 1613, que representa a María con el Niño, portando cetro y corona.
Las imágenes del conjunto pertenecen a diferentes períodos. Los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael en el ático coinciden con la estética del retablo, mientras que las de San Sebastián y Santa Lucía del primer cuerpo son tallas del siglo XVII, probablemente del taller granadino de Alonso de Mena.
Los retablos de los brazos del crucero son marcos vistosos para los lienzos de San Felipe Neri y de Santa Ana con la Virgen niña, obras anónimas del primer tercio del siglo XVIII, posiblemente de Juan Pompeyo "el Violinista".
En la capilla más cercana al crucero se colocaron los restos del Padre Cosme y del Hermano Francisco de Santana, trasladados solemnemente desde la antigua capilla. En 1991, la capilla fue remodelada para dedicarla al P. Cosme Muñoz, fundador de las Hijas del Patrocinio de María, incorporando una urna y ostensorio para sus restos, y decorada con obras de Eduardo Corona y un lienzo anónimo de 1700.
En la capilla siguiente, hay un retablo con un lienzo anónimo del siglo XVIII que representa la Aparición del Niño Jesús a San Antonio, y la lauda sepulcral del ermitaño Francisco de Santa Ana, fallecido en 1619.
El retablo de la nave sigue la misma estética, con una imagen de talla policromada trasladada de la antigua capilla. Finalmente, en 1991, se colocó sobre las celosías del coro alto una imagen de Cristo Crucificado, donada al P. Cosme antes de 1613 por Dª Magdalena de Hoces, Condesa de Hornachuelos.
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