Casa Central de Expósitos

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La Casa Central de Expósitos fue el hogar residencia de los expósitos de Córdoba y provincia.

Historia

El antiguo Hospital de San Sebastián se fundó en el siglo XIV, en la calle del Sol.[1] Dos siglos más tarde, en el siglo XVI se traslada a junto a la Mezquita Catedral y se amplía el edificio actual, en la calle Torrijos, número 10. Desde 1980 es la sede del Palacio de Congresos, y la antigua capilla, con entrada independiente, fue durante años una oficina de información turística de la Junta de Andalucía.

En el siglo XVI el cabildo decide su ampliación. Ante la imposibilidad de hacerlo en ese lugar, se optó por trasladarlo al antiguo solar del Corral de los Cárdenas, propiedad del Cabildo Catedralicio. Este nuevo edificio se construye entre 1512 y 1516, obra de Hernán Ruiz I.

Desde su fundación hasta 1724, fecha en la que se construye el Hospital del Cardenal Salazar, fue el mayor hospital con el que constó la ciudad. Abierto este último, se destinó el de San Sebastián a convalecientes y dementes. Más adelante, en 1816, se trasladó a este lugar la Casa de Expósitos de San Jacinto, que se encontraba en el Hospital del mismo nombre, que estaba en la calle Armas.

En el año 1794 se conoce la construcción de ocho gavias y sus correspondientes oficinas para asistir a dementes[2]

Incendio

El 24 de marzo de 1938, a las 11:30 horas de la mañana, sufrió un incendio que tuvo relativa importancia. El fuego comenzó en una clase de párvulos instalada en la planta alta del edificio, tras salir de ella los niños en dirección al comedor. Una niña fue la primera en avistar el fuego. Acudieron los servicios de bomberos y se personó el arquitecto municipal Carlos Sáenz Santamaría, el provincial Rafael de la Hoz Saldaña y el ingeniero municipal Juan Font del Riego. Fueron pasto de las llamas el ajuar y el artesonado de la sala, así como un pequeño altar. No afectaron, sin embargo, a la Iglesia de San Jacinto, próxima a la misma. Personadas las autoridades, el fuego se extinguió a las 13:30 horas. El director administrativo Ernesto López Vidal y los médicos Diego Canals y Gómez Aguado también estaban presentes. Un bombero sufrió síntomas de asfixia.[3]

Dos días después del incendio, se descubrieron en la pared de la sala quemada unas pinturas murales que representaban pasajes de la vida de Jesús.[4]

Referencias

  1. Historia de la asistencia psiquiátrica en Córdoba. GARCÍA GONZÁLEZ, G.. Colección de estudios cordobeses. Página 21 Número 26. Excelentísima Diputación de Córdoba
  2. Historia de la asistencia psiquiátrica en Córdoba. GARCÍA GONZÁLEZ, G.. Colección de estudios cordobeses. Página 23 Número 26. Excelentísima Diputación de Córdoba
  3. Un incendio en la Casa de Expósitos, en el Diario de Córdoba, 25 de marzo de 1938, pág. 4.
  4. Descubrimiento Artístico, en el Diario de Córdoba, 27 de marzo de 1938, pág. 1.

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