Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Belmez
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La riqueza de las minas de Espiel y Belmez, cuyo transporte ansiaban los constructores del ferrocarril Córdoba-Málaga allá por 1845, dio origen a una pugna por alcanzar la concesión y construcción de un ferrocarril para el acarreo del mineral, pero no sería hasta 1854 cuando el conde de Santa Olalla obtuvo la concesión de un ferrocarril que uniese aquella cuenca minera con la línea general de Córdoba a Sevilla, concesión que quedó anulada por incumplimientos. Don Francisco Romá, obtuvo una nueva concesión y sobre esta base se constituyó una sociedad en 1861 que realizó algunas obras sin mayor resultado. Más tarde se realizó otra concesión a un representante de la Cia. Internacional del Crédito, compañía que a su vez cedió los derechos a otra llamada del Ferrocarril de Córdoba a Espiel y Belmez, sin que tampoco en este caso se produjeran resultados prácticos. Fue finalmente Don Jorge Loring que ya tenía experiencia en la construcción de otros ferrocarriles, como el Utrera-Morón-Marchena, quien en nombre del sindicato Larios-Heredia-Loring, de Málaga, obtuvo la concesión y acometió la obras enfrentándose a la dureza de la sierra. Tras numerosas prórrogas se abrió al servicio la sección Belmez-Alhondiguilla el 28 de noviembre de 1870 y casi tres años después, el 11 de julio de 1873, el tramo Alhondiguilla-Obejo, completándose la línea el 5 de septiembre del mismo año con la sección Obejo-Córdoba.
Superadas las dificultades de la construcción comenzaron las de explotación y el 18 de mayo de 1875 la compañía se declaró en suspensión de pagos, poniéndo en venta el ferrocarril para pagar a los acreedores, sin embargo esta venta se demoró por falta de compradores hasta el 30 de enero de 1880 en que, tras haber pasado fugazmente por varias manos, adquirió la propiedad la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces.
Con la creación de Renfe, en 1941, este ferrocarril pasó a formar parte de la línea Córdoba-Almorchón, mantiéndose en servicio en 2007 sólo el tramo Alhondiguilla-Almorchón, por el que circulan trenes con carbón y otros combustibles para la Central Térmica de Puente Nuevo. El resto de la línea fue cerrado, y en su parte más próxima a la capital desmantelado, a principios de los años 90 del siglo XX al producirse el soterramiento del ferrocarril y la construcción de la nueva estación.
Como curiosidad hay que reseñar que la última circulación de viajeros por esta línea fue el tren especial fletado por la Asociación Córdobesa de Amigos del Ferrocarril, ACAF, con motivo del Congreso Nacional de la Federación de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril, que se celebró en Córdoba en 1990.
Fuentes
Historia de los Ferrocarriles Españoles. Francisco Wais y San Martín. Editora Nacional 1974.
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