El Barril

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El Restaurante el Barril fue un restaurante situado en la conocida como Puerta Gallegos. Históricamente uno de los grandes restaurantes y tabernas de la ciudad por su localización estratégica como puerta de entrada a todos los vecinos de la zona de Poniente que acudían al centro.

Cerró sus puertas como restaurante el 19 de febrero de 2011 para abrir posteriormente como tienda de complementos de hogar, posteriormente como cafetería/hamburguesería, y actualmente como tienda de material de papelería.

Historia

Dada la situación del inmueble, el edificio ha albergado diferentes establecimientos hosteleros. Situados en uno de los puntos estratégicos de entrada en la ciudad, uno de los nombres por la que fue conocida hasta los años 20 fue como Taberna El Sanatorio, siendo su último propietario bajo esta denominación de Ambrosio Losada.

Debido a que los inicios futbolísticos de la ciudad se encuentran en las afueras de la ciudad y utilizando como lugares para la práctica futbolística los llanos de Vista Alegre así como los actuales Jardines del Duque de Rivas, los primeros aficionados se fueron reuniendo en este enclave.

Anuncio de El Barril (1930)
En el año 1927 la taberna es adquirida por Antonio Luque, conocido hostelero de la ciudad que se encargó entre otros de la repostería en el Ateneo de Córdoba, situado en la calle Duque de Hornachuelos[1] y quien moriría represaliado en la Guerra Civil.

En los años 40 y 50 El Barril se hizo popularísimo en la ciudad, porque en las tarde de los domingos cuando había fútbol exponían en la fachada una gran pizarra con los resultados definitivos de de Primera y Segunda División, de forma, que se congregaba gran cantidad de público, para así poder consultar su quiniela futbolística. Esto era un reclamo para el negocio, que no cabe duda el dueño supo aprovechar para dar mayor rentabilidad al mismo. Este reclamo se mantuvo hasta que los transistores irrumpieron en el mercado allá por los años sesenta y la necesidad de información fue siendo sustituida por estos aparatos.

En los años 70 se derriba la casa donde se asentaba el antiguo barril, construyéndose la actual, llevando el proyecto uno de los hijos del fundador, arquitecto él, Antonio Luque. En el año 1993 y a la muerte de Pepe Luque, hijo del primer dueño, el negocio es arrendado a la sociedad Restasur, de la familia Molina Herrera, quien la opera durante 18 años hasta su cierre el 19 de febrero de 2011.

Recuerdos de la taberna [2]

En las Puerta de los Gallegos, hoy Fernández Grilo, se encontraba por los años veinte, esta taberna de José del Rosal.
Taberna frecuentada por abundante y buena clientela y enófilos trascendentales. Allí había mucha afición al dominó y las cartas, y también la lotería , que hoy llaman "Bingo”, con unos cartones mugrientos por el mucho uso en los que se señalaban o apuntaban los números con altramuces y garbanzos morunos.
En esta taberna empezaron los primeros pioneros del fútbol en Córdoba. Ellos jugaban en el llano que había en el paseo de la Victoria, donde hoy están los Jardines del Duque de Rivas.
Titularon al equipo con el nombre de Sporting Club. Se formaban jóvenes de la ciudad, dirigidos por profesionales ya retirados que trabajaban en la Electro-Mecánicas; un tal Barragán y otro Herminio que había sido en su mejores tiempos internacional.
También utilizaban para sus entrenamientos el llano que había en Vista Alegre, donde hoy se ubican los Nuevos Ministerios y la Avenida Conde de Vallellano.
Pocos años más tarde, en una huerta que había a la espalda de los cuarteles de Artillería, Jerónimo Padilla, un señor que había hecho alguna fortuna en América, y que poseía en al ciudad un gran almacén de hierro, construyó el Estadio, América, donde pasó de titular este equipo de fútbol.
Esta taberna, por los años treinta, pasó a propiedad de Antonio Luque, hombre buen conocedor del negocio y la repostería.
La taberna cambió de dueño y de nombre, pues le puso de nombre el “Barril”, nombre que en la actualidad conserva después de sus transformaciones y que sigue de propietario su hijo.
Su otro hijo, Antonio, íntimo amigo mío y compañeros estudiantiles, le sorprendió el Movimiento en Madrid, donde cursaba Filosofía y Letras, y desapareció; durante la guerra no se supo de él, después apareció; vía en un país de la América Latina, donde le deseo que aún viva.
El tiempo todo lo cambia, hoy, el "Barril" es un edificio moderno, confortable y convertido en un magnífico bar restaurante moderno y de un servicio perfectamente atendido. La cliente también ha cambiado, matrimonios y personal correcto, se acabó la algarabía estudiantil y los jugadores de dominó con sus polémicas.

Referencias

  1. COBOS RUIZ, M. Historia de la hostelería cordobesa. Página 152. Editorial Almuzara
  2. "Memorias Tabernarias". Manuel Carreño Fuentes en Diario de Córdoba. 12 de febrero de 1989

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