Flamenquín
El Flamenquín es una de los platos típicos cordobeses. Se suele acompañar de patatas fritas o de ensalada.
Consiste en trozos de jamón serrano enrollados en lomo de cerdo, con unas gotas de limón, rebozado todo ello en pan rallado y posteriormente frito. Se acompaña normalmente de patatas, mayonesa y lechuga.
El tamaño del rollo una vez elaborado puede ser variado, desde una simple bola hasta flamenquines de 40 cms de largo (como los famosos superflamenquines de Moriles), y se puede servir en trozos o bien entero.
Una variación en su preparación consiste en sustituir el jamón serrano por jamón de york, con lo cual obtenemos un "flamenquin de york".
Historia del Flamenquín cordobés
Según investigaciones del gastro arqueólogo de la Universidad de Córdoba, Alejandro Ibáñez Castro, los romanos fueron los primeros en instaurar la costumbre de comer cerdo en Córdoba. Posteriormente, los musulmanes introdujeron la técnica de la fritura. Finalmente, los cristianos añadieron el rebozado, dando lugar a la deliciosa textura que ha hecho famoso al flamenquín más allá de los límites de Córdoba y Andalucía.
Existen diferentes teorías acerca del origen específico del flamenquín.
La primera vez que se tiene noticia del flamenquín en una fuente escrita es en el Diario de Córdoba cuando en el año 1908 ya se anunciaba el flamenquín de jamón como plato del día en el restaurante de Miguel Gómez.[1] cuestión que estuvo repitiéndose durante las siguientes décadas en diferentes restaurantes como el restaurante de Miguel Gómez, restaurante Tourist Bar o la Confitería Mira entre otros.
Por otra parte, Juan Vicente Córcoles que no tuvo en cuenta la fuente anterior, ha fijado el nacimiento en la taberna El Gallo, ubicada en el pueblo de Andújar, Jaén. En esa época, los restaurantes tendían a respetar las recetas de sus competidores. Según él, aunque el flamenquín se hizo popular en Bujalance, su verdadero origen estaría en un restaurante de Andújar llamado Madrid-Sevilla, regentado por Manuel Gavilán y su esposa Paz. Antonio Penalva, un amigo de Gavilán y natural de Bujalance, Córdoba, llevó la receta a Córdoba, donde alcanzó gran popularidad.
Otras Hipótesis
Una teoría menos fundamentada sugiere que el origen del flamenquín podría remontarse al reinado de Carlos I de España y V de Alemania en el siglo XVI. El nombre del plato podría estar relacionado con el color dorado de su empanado, que recuerda al pelo de los asesores del Emperador.
Referencias
- ↑ Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año LIX Número 17678 - 1908 julio 12
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