Mesón Pintado
El mesón Pintado o de las Rejas o casas de la Herrería fue una posada y mesón existente en la actual calle Cardenal González en el número 83, cerca de la puerta de la Alcaicería siendo de los más antiguos de la ciudad que se tiene constancia. Al menos desde el año 1485[1]
Fue utilizado por actores que representaban obras dramáticas en la ciudad como la que conocemos de 1610[2]
Comprado por parte del Cabildo Catedralicio el 22 de mayo de 1615 desapareció en el siglo XX[3]. Según describía Enriuque Romero de Torres: «La casa es muy hermosa y por su aspecto debió de ser uno de los mejores mesones de aquella época; está situada cerca de la Puerta del Puente y en la vía principal de Córdoba, que era desde esta puerta hasta la que llamaban Puerta Nueva (que ya no existe), y que constituía la carretera de Sevilla a Madrid.» En el _mesón de las Rejas_ solían hospedarse las compañías de comediantes que representaban en Córdoba: allí se alojaban en 1610 Pedro de Castro Jerónima de la Fuente, de la compañía del famoso Granados, cuando se desposaron [4]
Fue citado en la obra de El diablo cojuelo por Alonso de Contreras como mesón de las Rejas:
- a. Y habiéndose sorbido de los siete vados y las ventas de Alcolea, se pusieron a vista de Córdoba por su fertilísima campiña y por sus celebradas dehesas gamonosas[349], donde nacen y pacen tantos brutos, hijos del Céfiro más que los que fingió la antigüedad en el Tajo portugués[350]; y entrando por el Campo de la Verdad[351] (pocas veces pisado de gente desta calaña) a la Colonia[352] y populosa patria de dos Sénecas y un Lucano, y del padre de la Poesía española, el celebrado Góngora, a tiempo que se celebraban fiestas de toros aquel día, y juego de cañas, acto positivo[353] que más excelentemente ejecutan los caballeros de aquella ciudad, y tomando posada en el mesón de las Rejas[354], que estaba lleno de forasteros que habían concurrido a esta celebridad, se apercibieron para ir a vellas, limpiándose el polvo de las nubes; y llegando a la Corredera[355], que es la plaza donde siempre se hacen estas festividades, se pusieron a ver un juego de esgrima que estaba en medio del concurso de la gente, que en estas ocasiones suele siempre en aquella provincia preceder a las fiestas, a cuya esfera no había llegado la línea recta, ni el ángulo obtuso ni oblicuo[356];
Referencia
- ↑ Don Isaac Abrabanel y su comentario al libro de Amos
- ↑ Nota a pie de página. El diablo cojuelo
- ↑ Antiguos mesones de Córdoba. Boletín de la Real Academia de Córdoba. Número 49. Año 1944
- ↑ El diablo cojuelo. Luis Vélez de Guevara. Prólogo y notas de Francisco Rodríguez Marín. Universidad Autónoma de Coahuila. Disponible online
Principales editores del artículo
- Aromeo (Discusión |contribuciones) [7]