Obispo Manuel Joaquín Tarancón

Manuel Joaquín Tarancón y Morón (Covarrubias, Burgos, 20 de marzo de 1782 - †Sevilla, 24 de agosto de 1862) fue sacerdote. Nombrado Obispo de Córdoba en 1847, permaneció en el cargo hasta el 3 de agosto de 1857, cuando fue nombrado Arzobispo de Sevilla.

Biografía

Sobrino de Manuel Joaquín Morón, arzobispo de Valladolid, desde 1810 fue canónigo de su diócesis. En 1834 fue designado Obispo de Zamora, pero no llegó a ser ordenado ni consagrado. Poco después fue nombrado por mandato de la Regencia, Arzobispo de Toledo, pero fue rechazado por el Papa, dada la ruptura de relaciones diplomáticas entre el Reino de España y la Santa Sede por causa de la Primera Guerra Carlista y las Desamortizaciones. Nombrado Obispo de Córdoba en 1845, tardó casi dos años en ocupar su sede, a la que llegó en 1847.

Diputado a Cortes en 1836 por Soria, fue también senador por Soria (1837-1838), Valladolid (1843-1844) y vitalicio desde 1845.

En el día de ayer ha tomado posesión de este obispado el Excmo. e Ilmo. Sr. D. Manuel Joaquín Tarancón. La sencilla ceremonia que para ello se practica no era posible que hubiese atraído la inmensa concurrencia que presenció el acto sin dos circunstancias altamente satisfactorias, y que han llenado de júbilo y entusiasmo a esta población hasta un grado que raya en un verdadero delirio. La benemérita persona del nuevo obispo por una parte, cuya sabiduría y bondades se han hecho aquí proverbiales, y las distinguidas personas por otra de los señores deán y canónigo doctoral, que en su nombre han desempeñado el acto, tienen a los cordobeses en una especie de arrobamiento, augurando paz y felicidad en un pontificado en que un obispo virtuoso y sabio cuenta con el homenaje cordial y sincero que le tributan las dos personas de más estimación y prestigio de todo el clero. En el recinto pintoresco y delicioso llamado Patio de los Naranjos, se hallaban con lo más elegante y noble de esta ciudad más de 10,000 personas del pueblo que daban alborozados vivas a su esclarecido prelado. Mientras ha durado la ceremonia se han arrojado desde la torre de la catedral monedas de todas clases, y nada se ha omitido de las antiguas costumbres en punto a convite y festejo del clero y autoridades. Solo se desea con ansia ver al dignísimo prelado, el que, estamos seguros, agradará hasta por su fisonomía, llena de dignidad y bondad, a la que realzan los más dulces e ingenuos modales.

Fue el Obispo que pese a ser forastero, tras el absurdo decreto del nefasto y redomado traidor obispo vasco Trevilla, y los desmanes cometidos por las desamortizaciones, restauró las estaciones de penitencia de las Hermandades y Cofradías por las calles de Córdoba en 1850.

Despedida

Siete años después de la restauración de las estaciones de penitencia por las calles de Córdoba, y tras doce de ejercicio en nuestra diócesis, fue promovido al arzobispado de Sevilla. Su marcha fue bastante sentida.

Falleció en Sevilla el 26 de agosto de 1862, cinco años después de su nombramiento como arzobispo.

Obras

• 1857: Carta pastoral que Manuel Joaquin Tarancón y Morón, Obispo de Córdoba dirige á sus Diocesanos con motivo de su traslado á la Santa Iglesia Patriarcal y Arzobispado de Sevilla.

Predecesor: Juan José Bonel y Orbe

Obispo de Córdoba 1847-1857

Sucesor: Juan Alfonso de Alburquerque

Bibliografía

• ESPINO JIMÉNEZ, Francisco Miguel: Todos los hombres de Isabel II: Diccionario biográfico de los protagonistas del reinado en Córdoba. Diputación Provincial de Córdoba y Asociación de Estudios de Ciencias Sociales y Humanidades, 2009, págs. 388-389. ISBN 978-84-8154-483-1.

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