Rosario Vázquez Angulo
| María del Rosario Vázquez Angulo | |
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Poetisa | |
| Nacimiento: | 4 de octubre de 1839 Córdoba |
|---|---|
| Fallecimiento: | 20 de marzo de 1915 Córdoba |
| Profesion: | Maestra |
| Actividad: | Miembro de la Real Academia de Córdoba |
| Reconocimientos: | Tiene una calle dedicada en el barrio de Huerta de la Reina |
| Destacado: | Su educación fue autodidacta. Ejerció como maestra para niños de clase alta, y a posteriori, obtuvo el título de Magisterio |
Contexto histórico | |
| Décadas: 1850 - 1860 - 1870 - 1880 - 1890 - 1900 - 1910 | |
María del Rosario Vázquez Angulo, maestra y poetisa, nacida en Córdoba el 4 de octubre de 1839 y fallecida en esta ciudad el 20 de marzo de 1915.
Fue la primera mujer en convertirse en miembro de la Real Academia de Córdoba. Tiene una calle dedicada en el Barrio de la Huerta de la Reina, la Calle Rosario Vázquez de Angulo.
Biografía
Nacida en la calle San Pablo, número 35, de familia acomodada. Sus padres le impidieron estudiar por ser mujer, aunque su carácter vivo e ingenioso propició su formación cultural autodidacta.
Gracias a su esposo Manuel Alfaro, tomó contacto con los círculos culturales de la ciudad. Así, fue miembro del jurado en dos juegos Florales (1859 y 1860) [1].
Tras enviudar a los cuarenta y cinco años debió mantener a sus cinco hijos, y se dedicó a escribir. Decidió también estudiar, y se convirtió en Maestra de Instrucción Primaria, aunque nunca ejerció oficialmente[1], impartiendo clase a niños de las más distinguidas familias de la ciudad.
Obtuvo el reconocimiento de su obra y fue nombrada Académica. Falleció en su casa de calle San Pablo, número 30.
Obra
En su producción poética predomina el tema religioso, mediante composiciones «que llegaban al alma», tal y como asegura Ricardo de Montis en Notas Cordobesas. Destacan, entre sus publicaciones, las traducciones del francés Cuentos caldeos y La leona reconocida, el ensayo sobre la mujer La inteligencia y la novela Rosina o la corona de siemprevivas.
Su talento le permitió participar en veladas literarias, siendo jurado de los Juegos Florales. Colaboró en diferentes periódicos (Diario de Córdoba, La Crónica, La Lealtad, La Verdad, El Noticiero Cordobés), así como en muchas revistas católicas locales.
Reconocimientos
Sus méritos como poetisa la llevaron a ser la primera mujer que ingresaba en la Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, en calidad de correspondiente, si bien nunca llegó a pisar la Institución. En su lugar, uno de sus hijos hacía las veces de portavoz. Quizá debido a su edad y a haberse quedado ciega.
Referencias
- ↑ 1,0 1,1 PORRO, María José: Primeras Académicas de la Real Academia de Córdoba]], p. 150 y ss. (disponible en internet
Contexto geográfico
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