Taberna La Paz (Santa María de Gracia)

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La Paz


Situada en la calle Santa María de Gracia la que fuera primera sede de la veterana Peña Los Romeros de la Paz. Posteriormente estuvo también ubicada en la Taberna La Paz, la Peña El Limón. Estas peñas motivaron el desfile, por la taberna, de personajes como Ramón Medina, personalidades públicas, distinguidos hombres de negocios y forasteros que acudían para disfrutar de un ambiente agradable y gratificante.

No confundir esta taberna con otra también llamada Taberna La Paz (San Agustín) que estuvo regentada por Antonio hermano de Julio Carmona.

Recuerdos de la taberna [1]

Esta taberna, ya desparecida, estaba situada en al calle Santa María de Gracia., según entramos por el Realejo hacia San Lorenzo.
Era propiedad de Tomás Moyano, pero tenía de "mozo" en el negocio a Julio Carmona, hombre de muchas amistades y buen conocedor del teje y maneje del arte tabernero y de la clientela.
Allí acudían muy buenas reuniones y peñas de amigos en un ambiente agradable y tranquilo para disfrutar de los buenos ratos, saboreados por los buenos vinos y magníficas tapas de menudillos de aves.
Ramón Medina, los componentes de su peña y otras amistades de los mismos, se aposentaban en el hermoso patio perfumado por la dama de noche y los jazmines.
A mí me unía una íntima y entrañable amistad con el maestro Ramón y acudía con mucha frecuencia.
Allí se tocaban y cantaban sus cordobesísimas canciones; Pepe Miguel, con su maravilloso laúd, el maestro abrazado a su guitarra, bandurrias y otros instrumentos musicales amenizaban aquel ambiente donde parecía que se había parado el tiempo.
Algunas pausas para aliviar las gargantas de los cantores con el sabroso vino.
El maestro me pedía que le recitara poemas de los Machados y otros. El andalucismo de Manuel y Antonio, alternando con el Romancero Gitano de Federico García, el romanticismo pintoresco de Fernando Villalón y el tipismo gitaneril de José Carlos de Luna.
Había muchas espontaneidad de “cantores” anónimos y un anecdotario lleno de gracia y simpatía.
Rafalita, la hija de Julio, era madrina de la “Peña” presidía la reunión con mucha gracia y donaire , también tenía sus “tientos” de cante muy buenos y apreciados, con su voz melodiosa y vibrante de sus veinte años.
También para sus expansiones y cambiar de ambiente, acudían muchos señores importantes de la industria, el comercio y los negocios, a respirar aquel grato, familiar y acogedor rincón cordobés. Uno de ellos, el más afectivo a la “Peña del Limón” era Baldomero Moreno Espino.
Inesperadamente se presentaban amigos llegados de otras ciudades y residentes en otros países.
De Madrid venían con frecuencia José de Paz, un mayorista de joyería que el trabajaban los plateros cordobeses y aus amigo Fernando Hernández, un apoderado y abogado de la empresa Agromán.
Personalidades de la política y de las artes y sobre todo amigos del buen beber y el bienestar.
Todos se reunían allí, para regocijo del ameno y lírico espectáculo en su propia salsa.
Todo aquello acabó con el tiempo, la mayoría han muerto, de otros no se ha vuelto a saber de ellos, de la taberna no queda rastro, pues han construido un edificio nuevo en su solar, sólo ha que dado el recuerdo.

Referencias

  1. "Memorias Tabernarias". Manuel Carreño Fuentes en Diario de Córdoba. 13 de agosto de [[1989]

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