Taberna Paco Cerezo

Taberna Paco Cerezo

Taberna situada en el Campo de la Merced esquina a la calle Conde de Torres Cabrera, su lado lateral estaba frente a la Tabacalera. Local regentado por Paco Cerezo, persona conocedora de su oficio y de agradable trato que hacía acogedora su estancia. Era una de las tabernas más castizas de Córdoba, donde era punto de reunión para toreros y aficionados, entre ellos Manolete, también era frecuentada por cantaores de flamenco con José Moreno "Onofre". Sus tapas cocinadas por su esposa eran excelentes y los vinos de calidad; su ornamentación la decoraban recuerdos taurinos con carteles de feria que evocaban las tradiciones cordobesas.

Recuerdos de la taberna

No recuerdo dónde leí siendo muy joven, según narraciones del cuatrocentro, que en el llamado Campo de la Merced, que bien tomó el nombre por encontrarse allí situado el convento de La Merced, o bien por haber sido el lugar donde sus majestades los reyes Católicos le concedieron a Colón una merced de recibirlo. Que hubo un Mesón llamado de los “Buenos Vinos” donde se alojó D. Cristóbal hasta ser recibido, pues los Reyes estaban allí alojados en un descanso camino de Granada para su Reconquista.

Y recuerdo esto con motivo de la taberna a que voy a referirme por haber estado situada en este lugar.

Una taberna donde acudían todos los buenos aficionados al arte de la tauromaquia y entre los que se encontraban matadores y banderilleros famosos, ya retirados del arte por la edad. Allí veíamos a muchos famosos como Antonio de la Haba Torreras "Zurito" padre de Gabriel de la Haba Vargas "Zurito", a los banderilleros Virutas, Guerrilla y a otros muchos que acudían a diario, mozos de espadas, como Guillermo que fue del gran Manolete a Mata y picadores como Sasnago, Agujetas y Catalino.

Paco Cerezo había sido un ferviente admirador y seguidor de Manolete. Allí había carteles y trofeos del matador por todos los sitios, en una vitrina tenía un pañuelo manchado de sangre de la herida que le causó la muerte al coloso y que al recogerlo del redondel los taponaron los mozos que acudieron en su auxilio, en un estante un zapato que en su delirio había arrojado una dama al ruedo, comentario, discusiones y opiniones sobre los principiantes de la actualidad, la terna de los carteles de feria y demás; todo esto sin parar de librar los calados de Montilla y Moriles.

Paco ya tenía su bodeguilla propia en la calle Moriscos y cuidaba bien sus vinos. Era una taberna agradable, bien atendida en todos sus menesteres y servicios y aperitivos.

En verano ponía mesas en las explanadas exteriores, lugares muy agradables para las calurosas tardes y noches tomar el fresco de los jardines linderos con hábitos agradables, efluvios perfumados de jazmines, geranios y el adormecedor olor de la dama de noche.

La casa donde estaba instalada la taberna, no era propiedad de Paco, que pudo haberla adquirido, pues tenía medios sobrados para ello y la compró Benjamín Barrionuevo y Paco tuvo que trasladarse al lado opuesto del jardín, entre la acera de Guerrita y Molina Sánchez Lagartijo. Pero aquello cambió, ya no era la taberna, era un bar moderno y restaurante y hasta la clientela cambió. No se hablaba de toros, se hablaba de fútbol y de otras veleidades, había perdido su encanto y su sabor. Paco murió, el hijo continuó poco tiempo en el negocio que traspasó a otro y así fueron poco a poco desapareciendo las típicas tabernas de nuestra tierra.

Testimonios

Manuel Medina González hace el siguiente comentario de la Taberna Paco Cerezo en su libro Coplas al aire de Córdoba.

• La Casa Paco, taberna de Francisco Cerezo, en la plaza de Colón, donde se le rindió al dios “Manolete”, que fue asiduo parroquiano de la casa, allí charlé algunas veces con Pepe Moreno "Onofre" sobre cantes y vinos.

Una tarde en Casa Paco

hablé con Pepe Moreno “Onofre”

sobre la gracia de Baco.

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