Historia de Doña Mencía

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La villa de Doña Mencía debe su nombre a la esposa del capitán de Fernando III, Alvar Pérez de Castro, Dª Mencia López de Haro (1215-1272), dama vizcaína que se convirtió en reina de Portugal tras su boda con el rey Sancho II.

Esta villa se encuentra rodeada por la Sierra de la Subbética y en sus alrededores encontramos yacimientos arqueológicos de especial importancia, parte de cuyos hallazgos pueden ser contemplados en su Museo Histórico-Arqueológico. La localidad fue inmortalizada por el escritor Juan Valera, y cuyos textos forman la "Ruta Valeriana", que recorre por la villa, los rincones más recreados por el ilustre escritor. Mención destacada en este municipio merecen sus vinos a los que Azorín alabó comentando "todos son insuperables, siendo admirables por su aroma, limpidez y sabor". Sus viñas se encuentran bajjo la denominación de origen Montilla-Moriles.

Etapa prerromana

Los orígenes de Doña Mencía emergen de los yacimientos arqueológicos del "Laderón", donde fue encontrada una tumba perteneciente a la cultura Argárica.

Edad Media

El emplazamiento actual hay que buscarlo a principios del siglo XV, siendo fundada por Diego Fernández de Córdoba, mariscal de Castilla, quien recibió en donación la vecina localidad de Baena a cuyo término pertenecía este lugar. La independencia municipal fue conseguida en el año 1653.

En estos primeros compases de la villa medieval hay que unir el destino de [[[Doña Mencía]] con un apellido, el apellido Alcalá. Los Alcalá llegaron a Doña Mencía en 1415 procedentes de Baena y formaban parte del primer contingente de pobladores de la recién fundada villa, acogiéndose a la Real Cédula del 2 de agosto de 1415 que le había despachado el regente de Castilla -por minoría de edad de Don Juan XI-, D. Fernando de Antequera, en la ciudad de Toledo. Los Alcalá fueron por tanto de los primeros veinte vecinos que quedaron exentos del pago de contribuciones por la Real Cédula de 15 de enero de 1420, dictada por Juan II de Castilla. Verdaderos adalides del castillo-fortaleza de Doña Mencía, los Alcalá aparecen en los documentos más antiguos del archivo municipal como alcaides de la fortaleza, gobernadores del Estado del duque de Sessa, caballeros de Santiago o como hombres públicos en los cargos de regidores de la Villa.[1]

En 1641 firma en las actas capitulares como Alcalde ordinario D. Alonso Pérez de Alcalá (y entre los Regidores D. Francisco de Alcalá. En 1645 aparece como Regidor un Francisco Pérez de Alcalá, hermano del anterior, que en acta del cabildo de fecha 19 de julio del mismo año "se compromete y encarga de hacer cercar la calle de la Hontanilla, el arco del cementerio y la puerta de la plaza" con objeto de evitar la propagación de la epidemia de peste que asolaba la comarcal.

En cabildo del 2 de febrero de 1646 se nombra, entre otros hombres buenos, a Pedro Fernández de Alcalá para el repartimiento de quiebra de millones ordenado por el rey a través del Corregidor de la ciudad de Córdoba.

Siglo XX

Segunda República

El 6 de septiembre de 1931 la localidad secundó de manera general la huelga revolucionaria convocada por los sindicatos obreros.[2]

En la mañana del 14 de septiembre de 1932 la Iglesia Dominicana de Doña Mencía de la que hablaba Juan Valera en su novela “Juanita la Larga” fue incendiada. Las llamas se extendieron con prontitud por el templo y el pánico cundió entre la población. La llamada "Segunda catedral de Córdoba", como decían muchos mencianos, con su rico retablo barroco, desapareció para siempre. Solo los muros laterales permanecieron en pie y gran parte de la fachada original. Nunca más se volvió a recuperar y lo poco que quedó fue derrumbándose poco a poco. Más tarde, ya en fechas recientes, la fachada fue demolida con el objetivo de restaurarla adecuadamente y embellecer el conjunto de la Iglesia y Paseo viejo de Doña Mencía, lo que puede comprobar el viajero cuando se acerca a este lugar tan singular.[3] Pasados unos días, la prensa habla de responsabilidad comunista, partido en el que en la localidad militan más de 1.500 personas, muchos de ellos niños y jóvenes radicalizados.[4]

En abril de 1934 fue detenido Manuel Moreno Rosa, exalcalde de la localidad, junto a 13 jornaleros y jornaleras mencianos. En junio de ese año fueron condenados a penas de entre seis meses y tres años de cárcel, por los hechos acaecidos en la localidad el 6 de septiembre de 1931 con motivo de una huelga revolucionaria.[5]

Guerra Civil

Tras el estallido del golpe militar, la Guardia Civil de Doña Mencía se traslada a Cabra, siguiendo órdenes del Gobernador militar de Córdoba. El pueblo queda en manos de los republicanos con el alcalde Esteban Cejudo Montes al frente, aunque grupos comunistas controlan el Centro Obrero de Oficios Varios, dirigido por Manuel Moreno Rosa. El 20 de julio se crea en Doña Mencía la Comisión Gestora municipal que se constituye como Comité de Defensa de la República. Desde el primer momento se ordena la detención de las personas de significación derechista, que permanecen encarceladas hasta el 1 de agosto. A finales de julio, tras conocer la entrada de la columna de Sáenz de Buruaga en Baena se produce la huida de Doña Mencía de la mayoría de personas de significación izquierdista. Para el 5 de agosto, solo quedan en el pueblo cinco de las personas que habían formado parte de la Comisión Gestora municipal constituida al inicio de la guerra. Entre ellas es proclamado alcalde Manuel Ruiz Cañete, cuya actuación durante este período de transición sería alabada por las tropas rebeldes cuando éstas ocupen la villa en los inicios de septiembre. El primer bando militar está fechado el 1 de septiembre y tres días después se constituye la Comisión Gestora franquista con Francisco Berlanga como comandante militar de la villa.

Pronto empiezan los fusilamientos:
Si nos atenemos a los informes que aportan tanto la Guardia Civil de Córdoba como la Dirección General de Seguridad a finales de septiembre y primeros de octubre de 1958 en la causa abierta contra Manuel Priego Cantero por parte del Tribunal para la Represión de la Masonería y el Comunismo (TRMC) éste sería detenido par ser fusilado el 8 de septiembre, “llevándolo en unión de otros individuos de la localidad a las proximidades de Monturque para fusilarse, logrando darse a la fuga y refugiarse en su domicilio hasta el día siguiente que huyó a la zona roja”, lo que es un error ya que el propio Manuel Priego Cantero declarará a su regreso a Doña Mencía el 1 de mayo de 1939 que se marchó del pueblo a primeros de octubre. Además, con fecha del 18 de junio de 1942, el comandante de puesto de la Guardia Civil, Antonio Pérez Rojas, remite al juez Rafael Pineda Moreno un informe en que anota que Manuel Priego Cantero, tras su regreso a Doña Mencía estuvo encarcelado desde el 29 de abril al 28 de junio de 1939 y se añade “que el indicado individuo fue detenido en esta localidad a la iniciación del Glorioso Alzamiento Nacional y al ser conducido con fecha del 28 de septiembre de 1936 para serle aplicado el Bando de Guerra por sus ideas extremistas e intervención en contra del Glorioso Alzamiento, logró fugarse marchándose a la que fue zona roja”. ¿Fue esta la misma saca en la que iban Fernando Contreras Muñoz y el secretario del Ayuntamiento Joaquín Torres Pozuelo Las fechas que figuran en las certificaciones de defunción del registro civil de Doña Mencía son: 12 de septiembre (Juan de Mata Urbano Caballero), 16 de septiembre (Visitación Jiménez Borrallo), 18 de septiembre (Manuel Orea Muñoz), 1 de octubre (Eduardo Amores Lucena), 8 de octubre (Fernando Contreras Muñoz) y también Rafael Moreno Aceituno y Juan Jiménez Urbano, pero estos últimos ejecutados en Córdoba capital. El 12 de septiembre es fusilado Juan de Mata Urbano Caballero, del que conservamos la partida de defunción y dos días después se remite a Queipo de Llano el listado pormenorizado de las casi cien personas cabezas de familia que se habían “ausentado” de la villa a finales de julio. Con fecha del 15 de septiembre se celebra una misa de campaña en la llamada todavía plaza de la República y se acuerda reponer los crucifijos en las escuelas. Al día siguiente será ejecutada Visitación Jiménez Borrallo y dos días después le tocará el turno a Manuel Orea Muñoz, aperaor de más de 60 años. Pero los paseos continuarán en Doña Mencía y a primeros de octubre, serán fusilados Fernando Contreras Muñoz, oficial del Ayuntamiento, y Joaquín Torres Pozuelo, secretario de la Corporación. Pero será en la primera semana de diciembre cuando el terror se apodere de las familias mencianas de significación izquierdista al ser detenidos once mencianos quienes serán trasladados a la capital donde fueron ejecutados.
Antonio Gómez Pérez, en el blog Doña Mecía, Villalegre.[6]



Sacas de 1936

En la saca del 12 de septiembre de 1936 fueron fusilados Juan de Mata Urbano Caballero, 45 años, jornalero, el factor de la estación y otros nombres sin determinar (entre ellos cinco ferroviarios, Pepe el Planchao o Francisco Cubero). El 18 de septiembre hubo otra saca, en la que murió Manuel Orea Muñoz, aperaor de 60 años. Varios testimonios citan al padre de Juan Domingo, el Lenteja, llamado Juan Caballero Priego, de 33 años. El historiador Francisco Moreno Gómez detalla:

  • Galo Cortes Jiménez, 25 años, campo, fusilado el 23 de septiembre en Córdoba capital.
  • Eduardo Amores Lucena, 38 años, jornalero, fusilado el 1 de octubre de 1936, en el Salinero.
  • Juan Jiménez Gómez, 23 años, tabernero, fusilado el 28 de octubre de 1936, en Córdoba capital.
  • Antonio Jiménez Arjona, 24 años, campo, fusilado el 21 de diciembre de 1936 en las afueras de Baena.

Los testimonios orales concuerdan con lo que aparece en el libro pues, a tenor de lo declarado por V.B., que permaneció en el pueblo y que después lucharía en la batalla del Ebro del lado franquista, “La última expedición fue la de los once y se produjo a principios de diciembre de 1936 y se los llevaron a Córdoba. A los demás los llevaban a fusilar a Monturque, al Salinero. A finales de agosto de 1936 o principios de septiembre trajeron a 6 detenidos de Zuheros y los fusilaron cerca del cementerio de Doña Mencía. Uno de ellos quedó vivo y fue rematado con la culata del fusil como se mata a un lagarto”, nos cuenta V.B.

Veamos el listado de personas fusiladas de Doña Mencía que aparecieron ya en el primer libro de Francisco Moreno Gómez:

  • José Utrera Albendín, 39 fundidor. Pág. 697. 17 de agosto de 1936.
  • Basilio Gómez Fernández, 60, campo. Pág 698. 20 de agosto de 1936.
  • Antonio Ojeda Moreno, 32 años, jornalero. Pág. 711. 27 de noviembre de 1936.

Los once que siguen corresponden a la saca de primeros de diciembre entre los que iba Antonio León López:

  • 1. Jacinto Priego Luna, 31 jornalero. Pág. 711. 6 de diciembre de 1936. Tiene en número 67 en la lista de los que se ausentaron del pueblo a finales de julio de 1936. Alias Sulika.
  • 2. Rafael Jiménez Jiménez, 54 jornalero.
  • 3. Tomás Gómez Jiménez, 54, jornalero. Pág. 711. 6 de diciembre de 1936. Aparece con el número 77 de la lista de ausentes. Marido de la popularmente llamada la Cuca. Vivía en las Moreras, en una casa de vecinos de los Vergara. Fueron a por él al cortijo de La Cagarruta. “Yo me crucé con ellos cuando lo traían al pueblo”, según el testimonio de V.B. “A él lo traían en una bestia mientras sus captores iban en un caballo”.
  • 4. Antonio León López, 31, jornalero, Pág. 711. 6 de diciembre de 1936.
  • 5. Diego Moreno Muñoz, 55, jornalero. Pág. 711 6 de diciembre de 1936. Alias el Minero. Vivía detrás de las Bodegas Lama, en la casa de vecinos de El Niño Feo.
  • .6. José Lastres Baena, 41, jornalero Pág. 712, 6 de diciembre de 1936. Todavía vive su hija en la calle Arriba.
  • 7. Andrés Poyato Amo, 32, jornalero Pág. 712, 6 de diciembre de 1936. Marido de Ramona, la Cubana.
  • 8. Julián Borrallo Moreno, 39, jornalero Pág. 712, 6 de diciembre de 1936. Llamado el cojo Angelico, arrastraba la pierna cuando trabajaba en el campo.
  • 9. Floro Miguel Campos Jiménez, 29, jornalero Pág. 712, 6 de diciembre de 1936. Era hermano de la Charla, primo del médico Campos.
  • 10. Ángel Ruiz Muñoz, 55, jornalero Pág. 712, 6 de diciembre de 1936.
  • 11. Manuel Gómez Ordóñez, 30, jornalero Pág. 712, 6 de diciembre de 1936. Aparece en el listado, número 16 de la lista de los que huyeron del pueblo.

Y por último aparece José Córdoba Cortés, 25 años, jornalero, fusilado el 11 de marzo de 1938.

1937

El domingo 17 de enero de 1937 la Sección Femenina de Falange Española organiza un acto para bautizar a 80 niños pobres de la localidad y un reparto de prendas confeccionadas por la Sección Femenina.[7] Al acto acudió el comandante de Caballería Enrique Sánchez Ocaña y el secretario del Gobernador Civil, Buenaventura Villa Ruiz de Bustamante, además de los miembros de la Sección Femenina de la Falange Española de la población.[8] El día anterior la comitiva había visitado Puente Genil.

Referencias

  1. Genealogía de los Valera y los Alcalá-Galiano, por César Sánchez Romero, en la web Dialnet.
  2. Cabra. Cómo se administra la justicia burguesa, por Ignacio Mesa, en el diario El Sur, 31 de marzo de 1934, pág. 2.
  3. Notas del Gobierno. El incendio de la Iglesia de Doña Mencía, en el diario La Voz, 15 de septiembre de 1932, pág. 5.
  4. Las gestiones para descubrir a los autores, en el diario La Voz, 17 de septiembre de 1932, pág. 3.
  5. Cabra. Cómo se administra la justicia burguesa, por Ignacio Mesa, en el diario El Sur, 31 de marzo de 1934, pág. 2.
  6. 02 Doña Mencía en los inicios de la Guerra Civil.
  7. Un hermoso acto organizado por Falange Española de Doña Mencía, en el diario Azul, 12 de enero de 1937, pág. 4.
  8. Los actos celebrados en Puente Genil y Doña Mencía por las Secciones Femeninas de Falange, en el diario Azul, 20 de enero de 1937, pág. 9.

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