Parador Nacional de la Arruzafa
El Parador de la Arruzafa se encuentra en la avenida de la Arruzafa en las faldas de la Sierra de Córdoba. Cuenta con 94 habitaciones.
Historia
El origen del Parador de la Arruzafa hemos de encontrarlo en la finca conocida como Al Rusafa. Las crónicas cuentan como Abderramán I tuvo aquí una residencia quedando inmortalizada incluso en un poema.
Siglos más tarde se construyó en el mismo emplazamiento el Convento de San Francisco de la Arruzafa, al parecer conocido entre el pueblo de Córdoba como San Diego. Este monasterio estuvo funcionando como tal hasta la desamortización de 1836. Unas décadas más tarde este monasterio fue adquirido por Juan Rizzi, para la construcción de una fonda.
En la década de los 40, la sociedad Carbonell ya propietaria de la finca, vende la finca a las familias Montijano Carbonell, Fresneda Carbonell y al Sindicato de Iniciativas y Turismo de Córdoba para la construcción de un parador. Tal y como recoge Antonio Cruz Conde en sus memorias, la familia Carbonell vendió a la ciudad por un precio simbólico para la construcción de un parador, siendo refrendada posteriormente en la cesión totalmente gratuita de la propiedad de la finca.[1]
- Del Ministerio de Información y Turismo sólo habíamos logrado el propósito de cons truir un albergue de carretera. El ministro Arias Salgado tenía un pobre concepto del interés turístico de Córdoba. Sólo pensaba en un albergue, un escalón más, después de Manzanares y Bailén, y próximo a la Mezquita, donde poderse detener a almorzar con un mínimo de habitaciones. Nosotros, sin embargo, pensábamos en un Parador y que su emplazamiento pudiera ser en la finca La Arruzafa, y así emprendimos las gestiones para conseguir que esta finca pasase a manos municipales para poderla ofrecer al estado con la obligación de construir el Parador. La finca había sido adquirida a la familia Carbonell en un precio simbólico con el fin de dedicarla a alojamiento turístico y en caso de no conse guirlo, revertiría la propiedad a sus primitivos dueños. Como íbamos a facilitar la ejecu ción del fin propuesto, que los actuales propietarios estaban lejos de poder alcanzar, les pedimos la cesión gratuita de sus derechos y dando una prueba más del espíritu de cola boración que los cordobeses prestaron al Ayuntamiento que presidí, en reunión celebrada en el Salón de Sesiones municipal, acordaron ceder gratuitamente la propiedad de la finca.
Cedido a la sociedad estatal encargada de la construcción de paradores, fue el arquitecto Sainz de Vicuña el encargado del diseño del parador, culminando sus obras en el año 1958.
Enlaces externos
Referencias
- ↑ Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Editorial Ayuntamiento de Córdoba. Página 81.
Principales editores del artículo
- Aromeo (Discusión |contribuciones) [10]
- Tiersen (Discusión |contribuciones) [3]