Medina Azahara

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Yacimiento Arqueológico de Medina Azahara
MedinaAzahara16.jpg
Localización Carretera de Palma del Río, km. 5,5. mapa
Cronología Siglo X
Tipología Ciudad Palatina
Estilo Arte Califal
Autor Abderramán III; Alhakan II
Catalogación Patrominio Material de la Humanidad (2018)
Uso Residencia del Califa y sede del Estado durante el reinado de Abderramán III y Alhakan II; actualmente es un yacimiento arqueológico en estudio, visitable

Medina Azahara o Madinat al-Zahra, Ciudad resplandeciente, es la ciudad palatina construida por Abderramán III al-Nasir, como representación del poder tras convertir al-Andalus en el Califato de Córdoba (912), independiente del dominio de Bagdad. La leyenda, sin embargo, cuenta que la ciudad fue mandada construir con el dinero que la esclava Azahara, favorita del Califa, había recibido de este para rescatar presos cristianos. Al no encontrar ninguno, Abderramán destinó ese dinero para construir un nuevo palacio en su honor.

Actualmente, es un gran yacimiento arqueológico, que tras más de 100 años de estudio, apenas se ha excavado 1/3 de la superficie total. Es visitable, si bien no se puede acceder a todo el complejo.


Historia

Tras la declaración de Califato, y siguiendo los modelos orientales, Abderramán III ordena la construcción de una gran ciudad - palatina, que sea la sede de la Corte Omeya, del poder de su imperio. Córdoba se convierte así en una capital con dos sedes: la madina propiamente dicha y Medina Azahara, donde reside el aparato burocrático y cortesano del imperio.

Las obras comienzan en 936, a cargo de Maslama ben Abdallah, maestro alarife. La mezquita de Medina Azahara se construye en 941, y cuatro años después, se produce el traslado de la corte desde el alcázar andulasí. Más adelante se completarán otras construcciones, como la ceca (casa de la Moneda), que se traslada entre 947 y 948.

Durante el reinado de al-Hakan II, sucesor de Abderramán se realizan algunas obras, tales como la Casa de Yafar.

Son numerosos los testimonios que hablan de su belleza y grandiosidad; su existencia, sin embargo, fue efímera. Tras el fallecimiento de al-Hakam II, el hayid Almanzor se hace definitivamente con el poder, relegando a Hixen II a un segundo plano; Almanzor construye su propio ciudad palativa, madina al-Zaira, en el extremo opuesto de la ciudad, y confina al califa en Medina Azahara, custodiado por guardias de su confianza.

El fallecimiento de Almanzor desencadena una lucha por el poder; Córdoba, al-Andalus, entra en una época convulsa e inestable que lleva a la caída del califato y la aparición de los reinos de Taifas.

Durante los primeros de lucha, la ciudad había quedado abandonada; después, con la llegada de los invasores -almorávides y almohades-, comienza el saqueo y destrucción, hasta que desaparece prácticamente.


Urbanismo

La ciudad palatina se situó a unos 6 kilómetros de Qurtuva, la madina. El califa impulsó un plan de urbanismo para crear nuevos barrios entre ambos, que dieron como resultado los arrabales de Poniente.

Se extendía desde la Monte de la Desposada, Yebel al-Arus, hasta el valle del Guadalquivir. El terreno en pendiente fue aprovechado para disponer la ciudad en tres terrazas: la superior con las dependencias del alcázar, para la familia real; la segunda, la zona oficial, con los edificios de administración y salón de recepciones; en la tercera, una amplia extensión ajardinada, frente al salón de Abderramán, y en los laterales, las viviendas de la población que trabajaba en Medina Azahara. Entre la segunda y la tercera terraza se sitúa una de las mezquitas, a la que asistía la familia real y altos dignatarios. Existió otra para atender al resto de la población, junto a la muralla Oeste.

La ciudad estaba perfectamente trazada, con plano ortogonal: la entrada se realizaba en ángulo, según el tradicional modo oriental, y desembocaba en el cuerpo de guardia, situado en la zona central, que actuaba como distribuidor de la zona oficial y residencial. Una muralla rodeaba la ciudad al completo, y otra aislaba el conjunto real, compuesto por varios palacios.

Cada una de las casas habitadas por altos dignatarios y servicio de palacio se dispone según la tradición tipología de casa mediterránea, con patio que actúa como distribuidor del espacio; todas ellas cuentan, en uno de sus ángulos, con letrinas, que desembocaban en la red de alcantarillas que recorrían el subsuelo de la ciudad.

Estas viviendas eran sencillas, con suelo de ladrillo cocido -se puede contemplar el original-, frente a la de los grandes dignatarios, como la Casa de Yafar, que pese a contar con la misma planta, tenía suelo de mármol y decoración mural geométrica a la almagra, y paneles de ataurique, también de mármol. Cuenta además esta casa con unos baños propios.

Elementos de interés en la ciudad palatina

Recreación del Salón Rico

Recreación en 3D del Salón de Abderramán III.El también llamado Salón Rico fue el salón utilizado para la recepción de embajadas importantes y que tiene planta basilical de tres naves longitudinales con otra transversal en su entrada que actúa de pórtico. Este salón está decorado con relieves de ataurique en mármol en sus zócalos, seguido por relieves de distintos motivos hasta la típica cubierta de artesonado de madera. Sus columnas alternan los fustes de mármol rosa y azul, rematados por cimacios y los típicos capiteles de avispero califales, desde los que arrancan los característicos arcos de herradura califales, en los que se da la alternancia de dovelas decoradas con ataurique y con pintura a la almagra.

Vista de los restos de la Mezquita

Una de las estancias más antiguas de la ciudad palatina, se tiene constancia de que desde el año 941 se utilizó. Bien orientada a la Meca, mantiene trazos similares al de las mezquitas occidentales, con un patio porticado y una sala de oración de cinco naves perpendiculares a la qibla. Junto a la puerta norte del patio se ubica el alminar.

La llamada casa de Ya´far es un conjunto de estancias situadas en el ángulo sudeste del sector excavado de Medina Azahara, en la zona de alcázar, próximo a lo que se supone era el palacio del príncipe heredero. Esta zona fue una ampliación realizada en época de Alhakén II para su visir, Ya´far. De ahí el nombre con el que se la conoce.

Se compone de una zona residencial con baño y una sala oficial. La zona, que sigue el esquema típico de la ciudad: patio de mármol central, con un surtidor de agua en el centro y estancias dispuestas en torno a él. Conserva parte de la decoración mural a la almagra. Dicha conservación, que fue inaugurada en junio de 2004 supuso el empleo de una técnica de conservación pionera en España.

Las estancias se comunicaban con el pequeño hamman o baño privado del visir. Este conjunto se sitúa al norte de la zona oficial: siguiendo el esquema de edificios oficiales de la ciudad palatina, dicho edificio tiene planta basilical, dividida en tres naves (con orientación este-oeste) que abren a una nave trasversal conectada con la monumental puerta de acceso, conformada por tres vanos de arco de herradura califal que alternan dovelas con decoración vegetal en relieve con lisas. Ante la puerta se abre un amplio patio o explanada.

Encontrada en el año 2007, la mezquita se encuentra en la zona sur del recinto palantino con unas dimensiones de 25 metros de largo y 18 de ancho, con alminar en la zona sur. La planta se divide en tres naves perpendiculares al muro de qibla. Siguiendo el modelo instaurado por la Mezquita Alhama de Córdoba, el mihrab es una pequeña habitación poligonal, en lugar del nicho apenas resaltado en planta de las mezquitas anteriores al siglo X. El aparejo es piedra sillar dispuesta a soga y tizón, esto es, el típico aparejo emiral y califal. Al igual que la otra mezquita de Medina Azahara, está orientada hacia La Meca.

Historia de las Excavaciones

Tras el abandono y posterior destrucción, en época almohade, se perdió la memoria de esta gran ciudad, símbolo del poder del Califato Omeya. Algunos restos quedaron visibles, y durante siglos, se fueron extrayendo materiales para otras construcciones: son numerosas las grandes casas señoriales de Córdoba que conservan piezas. Sin embargo, no se sabía a qué tipo de construcción podía pertenecer. La zona se conocía simplemente como Córdoba la Vieja, y se solía identificar con la ciudad romana. Así lo apuntó, por ejemplo, Ambrosio de Morales.

No será hasta el siglo XX cuando se identifique con los restos de la gran ciudad aúlica de Abd al-Rahman al Nasir; las obras comienzan en 1910, a cargo del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco. En 1923, tras su fallecimiento, le sucede Félix Hernández. En estos primeros años los trabajos se centraron en descubrir la estructura general.

A partir de 1944 comienza una nueva campaña de excavación; Felix Hernández excavará la zona central del alcázar (10,5 ha), desvelando las líneas generales del urbanismo. Entre 1944 y 1945 descubre el Salón Rico, llevando a cabo la reconstrucción del mismo en la década de 1950. Pese a que la planta del edificio se apreciaba perfectamente, no se contaba con datos referentes al alzado. Así, se adoptó como modelo la mezquita aljama de Córdoba:


“no es óbice para la restauración, porque de no atinarse exactamente con lo que midiera de alto la estancia a reorganizar, la elevación por nosotros adoptada, indudablemente muy poco distante de la efectiva, sería rectificable con coste relativamente reducido y sin deterioro de los elementos auténticos de la estructura o del decorado, de darse con testimonio que solventara decisivamente el problema de la exacta rasante de la techumbre”.


El siguiente hito es el descubrimiento de la mezquita, en 1964, y en 1965, el pabellón Central frente al Salón Rico.

En 1985 el yacimiento pasa a depender de la Junta de Andalucía; prosiguen los trabajos de excavación, estudio y puesta en valor del yacimiento, especialmente centrados en zonas aledañas al alcázar real. Así, a principios del siglo XXI se abrió al público la llamada Casa de Yafar, que entre otros elementos, había recupera la portada que da acceso del patio a las dependencias administrativas e integrado en el patio de la zona residencial las pinturas murales originales, con una técnica que fue pionera a nivel mundial.

En 2007 se produjo el hallazgo de otra mezquita, en la zona baja de la ciudad, junto a la muralla oeste; sería la destinada a la población que atendía palacio (alfareros, herreros, trabajadores de la ceca...).


Actualmente, se sabe que apenas se ha descubierto un 10% de la extensión total del yacimiento.

Nueva sede

Imágenes del Centro de Interpretación

El 9 de octubre de 2009 se inaugura la nueva sede institucional. Un edificio que cuenta con 7.293 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, dotado de un área cultural, expositiva y didáctica, compuesta por auditorio, exposición permanente que muestra la historia de la ciudad califal, con recursos interactivos y audiovisuales, una biblioteca y un aula didáctica.

El nuevo centro de interpretación es un edificio que no se ve —está excavado bajo la cota de suelo—, y que sirve de digna puerta de entrada a los vestigios de una de las más bellas ciudades palatinas del mundo islámico.

El Museo de Medina Azahara ha sido nombrado, en 2012, Museo del Año por el Forum Europeo de Museos del Consejo de Europa. Es un premio que busca criterios innovadores junto a una tarea de acercamiento de la cultura a los ciudadanos.


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Galería



Enlaces Externos

Bibliografía

  • Cuadernos de Madinat al-Zahra, Vol. 1. Córdoba, 1987. AGOTADO. Presenta las Actas de las I Jornadas sobre Madinat al-Zahra, "Estudios" y la "Crónica del Conjunto" entre 1985 - 1987. 193 páginas.
  • Cuadernos de Madinat al-Zahra, Vol. 2. Córdoba, 1988-90. Cuenta con diversos artículos en "Estudios", la sección "Varia" y la "Crónica del Conjunto" entre 1988 - 1990. 222 páginas.
  • Cuadernos de Madinat al-Zahra, Vol. 3. Córdoba, 1991. Se recogen en este volumen las Actas de las II Jornadas de Madinat al-Zahra, al-Andalus antes de Madinat al-Zahra, y la "Crónica del Conjunto" de 1991. 242 páginas.
  • Cuadernos de Madinat al-Zahra, Vol 4. Córdoba, 1999. Reproduce diferentes artículos en "Estudios", "Varia" y la "Crónica del Conjunto" entre 1992 - 1997. 296 páginas.
  • Cuadernos de Madinat al-Zahra, Vol. 5. Córdoba, 2004. Se recogen en este número las Actas de las IV Jornadas de Madinat al-Zahra, Nuevas investigaciones sobre el Califato de Córdoba en "Estudios" y la "Crónica del Conjunto" entre 1998 - 2003. 527 páginas. ISSN: 1139-9996

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