Sierra Gallinera
A modo de isla, se levanta entre olivares la pequeña Sierra Gallinera, de unos 1.100 metros de altitud en su punto más elevado. Por toda su creta se dispone la división de los términos municipales de Carcabuey y Priego de Córdoba; las dos laderas ofrecen aspectos totalmente diferentes.
Su cara norte tiene mayor pendiente y es rocosa, con un entramado de tajos, abrigos y cuevas que le confieren un aspecto majestuoso, presentando tres prominencias unidas por collados no muy pronunciados. Por el contrario, su cara sur es de relieve más sencillo, pero se cubre de un matorral bajo muy espeso, en el que predomina la aulaga y el romero. Posiblemente, la apariencia inexpugnable de esta sierra es la que ha propiciado el halo de misterio que la envuelve, y del que Juan Bernier se hizo eco en alguna ocasión: "Bocas tiene la Gallinera por donde en los fríos días invernales, el vaho de la tierra espesa sus vapores en chorros de misteriosas nieblas; aguejeros por donde bueyes y cabras han desaparecido sin más rastro, tragados por el mundo de la tiniebla; cuevas cuyas galerías no tienen fin y cuyos pozos y abismos han puesto pavor en los pocos que se atrevieron a violar sus recintos".
Además de sus indiscutibles valores paisajísticos, la Gallinera destaca por sus elementos botánicos, donde, aparte de especies de matorral típicas, como aulagas, matagallos, tomillos, romeros, retamoas, enebros y sabinas, se citan otras no tan habituales, al menos en la Subbética, como el madroño; o plantas raras, como Centaurea clementei y Silene pseudovelutina, endémicas del Sur de España, e Hipochaeris rutea, pequeña planta compuesta de flores amarillas y capítulos reducidos, que hasta hace poco se creía especie única de la provincia de Córdoba y que posteriormente se ha encontrado en áreas cercanas. Las tres crecen en comunidades fisurícolas de los numerosos paredones calizos de la Sierra Gallinera y otras sierras cercanas, como la Sierra de la Horconera.
Con respecto a la fauna, destacan especies adaptadas al medios rupícolas, como el avíon roquero, el vencejo real, la collalba negra, o diferentes especies de córvidos. Entre las rapaces, cría el cernícalo volgar y es frecuente que sobrevuelen las sierras buitres leonados y águilas reales y perdiceras.
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