Teatro de la Axerquía

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El Teatro de la Axerquía es un teatro al aire libre situado en el extremo sur de la avenida del Conde de Vallellano, junto al Parque Cruz Conde. Tras un largo periodo de inactividad fue reabierto el 2 de julio de 2007, pendiente aún del comienzo de la tercera fase de las obras.

Construcción

El teatro fue construido en 1969 según un proyecto presentado por el arquitecto municipal José Rebollo, que seguía la idea de un teatro-jardín acomodado al terreno. Para conseguir la adaptación del recinto al medio natural, Rebollo partía de la propia topografía de los terrenos y de la masa vegetal existente. Teatrodelaarxequiacordoba.jpg

Rehabilitación

1991-1992: IU

Francisco López, director del Gran Teatro, presentó al Ayuntamiento de Córdoba un ambicioso proyecto de reforma que fue impulsado por IU, apoyado por el PP y rechazado por el PSOE. El 3 de julio de 1990, el comité ejecutivo del Gran Teatro aprobó una idea de José Antonio Gómez Luengo, que en febrero de 1991 entregó el proyecto básico. En él pretendía relacionar al teatro con su entorno urbano, para lo cual resultaba imprescindible la eliminación de los cerramientos actuales, asumiéndose la construcción por zonas y fases. La construcción se benefició, en un primer momento, de las inversiones del Plan Ciudades del Sur.

Este plan inicial, que habría costado 408.879.933 pesetas, incluía el aumento de aforo (de 1.367 plazas a 3.000) mediante la reforma de parte de los graderíos de la izquerda, así como un cambio de escenario y la organización del recinto para acoger una actividad teatral más amplia, como guiñoles los fines de semana, ofreciendo a los cordobeses un espectáculo diario, aquí o en el Gran Teatro. Aunque se mantendría la estructura original de José Rebollo, a ella se añadirían elementos nuevos, entre los que se encontraba el aprovechamiento de la planta baja para situar en ellos talleres de decorados y montajes escénicos. El recinto comprendería, también, un restaurante autónomo, salas y teatro de ensayo, y un recinto teatral para acoger actividades didácticas. Este aspecto dio pie a la posible construcción de un teatro de pequeño formato, con aforo para 350 espectadores. En todos los casos (salas, teatros, recinto) se cuidarían los ruidos y las posibles molestias, convirtiendo al graderío en elemento de barrera de sonido.

1992-1995: IU

El 26 de mayo de 1991, Herminio Trigo gana las elecciones, por lo que IU continúa al mando del Ayuntamiento de Córdoba. El proyecto fue presentado a licencias y, según contó posteriormente Gómez Luengo, fue frenado por el propio ayuntamiento, que pidió «prospecciones arqueológicas». El 16 de febrero de 1992 se presentó el proyecto arqueológico, y dos meses después se envió la documentación al ayuntamiento para el estudio del expediente MIN. La investigación arqueológica estableció que la obra no podía profundizar, por lo que Gómez Luengo debió cambiar los cálculos de cimentación, retrasando y encareciendo el proceso.

Finalmente, el coste del proyecto de ejecución se estableció en de 113.400.000 pesetas, divididos en 150.000.000 aportados por la Junta de Andalucía (con los que se afrontó el primer proyecto de estructuras) y 100.000.000 de la Fundación Pública Gran Teatro (conseguidos a través de un préstamos) y el Ayuntamiento de Córdoba. Hasta entonces, en 1992, se había cimentado la estructura y construido un enorme voladizo superior que jamás se utilizó. Debido a la reforma, el teatro se cerró definitivamente en 1993.

La primera fase de las obras salió a concurso el 18 de enero de 1993, adjudicándose a Dragados y Construcciones en octubre, con baja temeraria del 30,75% y un presupuesto inicial para las tres fases de 5'7 millones de euros. Pese a todo, el 20 de noviembre el ayuntamiento continúa solicitando informaciones complementarias sobre actividades MIN.

A finales de 1993 vuelve a replantearse la obra, paralizándose parcialmente poco después porque el transformador eléctrico del teatro se compartía con la barriada de la Sagrada Familia. El problema, lejos de solucionarse, agravó la situación, que se hunde en punto muerto cuando meses después un escrito de la Agencia de Medio Ambiente califica de «molesta» la actividad del teatro.

Estas primeras obras culminan en mayo de 1995, coincidiendo simbólicamente con la victoria del PP en las elecciones municipales. Al mismo tiempo, trasciende que ni la dirección técnica ni la constructora han cobrado, aunque se ha presentado la liquidación de la obra. Al final de esta pre-primera fase aún se denegaba la licencia de obras, por carecer el proyecto de estudio acústico. Gómez Luengo denuncia la descoordinación en el propio ayuntamiento, permitiendo «la zona de contenedores de Sadeco».

1995-1999: PP

Pese a su aceptación inicial en la anterior legislatura, el PP optó a su llegada al gobierno municipal en 1995 por abandonar la obra. De esta forma, destituyeron a López y aseguraron que el Teatro de la Axerquía permanecería como «ejemplo de los proyectos faraónicos de IU y de su mala gestión municipal», en palabras del concejal Luis Martín Luna. El teatro se convierte en una zona prácticamente insalubre, llena de matojos y suciedad, registrándose numerosos incendios, uno de ellos muy grave. Además, se denuncian ocupaciones, y el vandalismo afecta a lo poco que se ha construido.

La opinión pública se sitúa frente a la decisión del PP, criticando la paralización de las obras y logrando que, a finales de 1998, el comité ejecutivo del Gran Teatro decida pagar, iniciar una segunda fase y culminarlo todo en una tercera. El nuevo interés del PP no servirá de nada, pues IU gana las elecciones municipales de 1999, recuperando el control municipal.

1999-2003: cogobierno IU-PSOE

En 1999, el cogobierno entre IU y PSOE rescató el proyecto, de nuevo impulsado desde la Gerencia de Urbanismo por los arquitectos María Dolores Alcaide, Gómez Luengo, Rafael Pérez de Siles y el arquitecto técnico José Luis Chofles. Angelina Costa, teniente de alcalde de Cultura, aseguró que el Festival Internacional de la Guitarra de 2000 tendría como sede el Teatro de la Axerquía. Con este motivo se contrata en el año 2000 a la empresa Vorsevi para que realice el estudio de la estructura, concluyendo en la necesidad de repasarla a fondo, aunque puede aprovecharse algo.

En 2001 Pedro García del Barrio, arquitecto de la Gerencia, comunica a Gómez Luengo su exclusión del proyecto. En 2002, Pérez de Siles solicita la reincorporación de Gómez Luengo, que se materializa tras un decreto de Mellado. El proyecto de rehabilitación, impulsado por Mellado desde la Gerencia de Urbanismo, fue presentado en mayo de 2002, respaldado por el equipo original (Alcaide, Gómez Luengo, Pérez de Siles y Chofles). Se preveía un coste de 10.820.000 euros y contemplaba (además del teatro al aire libre) un aparcamiento de 300 plazas y otro teatro cubierto, estableciéndose la cabida total en 3.474 espectadores.

Entre junio y agosto de 2002 se registraron cuatro incendios en el teatro, blanco fácil para las llamas debido a la abundante vegetación crecida en torno a él en los últimos años. Un año después de la presentación del proyecto, en abril de 2003, las obras todavía no se habían adjudicado.

2003-2007: IU

Con las elecciones de 2003 y el acceso de IU en solitario a la alcaldía de Córdoba, Urbanismo desechó el proyecto presentado por Costa y Mellado. En ese nuevo proyecto, presentado por Andrés Ocaña, nuevo teniente de alcalde de Urbanismo, ya no figuraba Gómez Luengo, el arquitecto inicial del proyecto.

  • Primera fase

La primera fase de las obras se inició en febrero de 2004, y se limitó a la demolición de estructuras según el diagnóstico de Vorsevi, desbroce en todo el conjunto y nuevos cerramientos. Se resolvió el contacto con el entorno inmediato, cerrándose el perímetro del teatro al aire libre, así como la definición de la estructura, el desmoche de dos plantas de graderíos, la zona de servicios y cafetería. Además, se redefinieron los cerramientos, las vías de acceso y la zona de aparcamientos, incorporándose al parque Cruz Conde zonas que se consideraban infrautilizadas, como las zonas en los edificios anexos que se destinaría a camerinos, bar y aseos, así como la rotonda recayente en la avenida Menéndez Pidal. Se demolieron el escenario (para su reconstrucción en la segunda fase) y las plataformas, para adaptarlas a las cotas definitivas, redistribuyendo los graderíos bajos, eliminando los problemas de evacuación y adaptándolos a la normativa vigente.

El graderío intermedio se desarrolló en terrazas independientes a diferentes cotas, separados por muretes y vegetación, adaptándose al terreno natural con orientaciones diversas y problemas de visibilidad. Para acentuar la idea de teatro-jardín, presente desde la construcción inicial de Rebollo, se incorporaron zonas ajardinadas entre los sectores de los nuevos graderíos. En los altos, se desmontaron las dos plantas para amortiguar el impacto visual, eliminándose el tramo completo de graderío, lo que ha afectó a la modificación de las cubiertas.

En esa zona se configuró la zona de almacenamiento de atrezzos y decorados de las producciones propias de la Fundación Pública Gran Teatro, así como los aseos, bar-cafetería y dependencias destinadas a la sede administrativa de la Orquesta de Córdoba, distribuidas en dos plantas.

La empresa adjudicataria fue Axerquía UTE y el presupuesto del proyecto asciende a 1.685.737 euros, aunque registró un encarecimiento de aproximadamente el 132%. Duró algo más de dos años, finalizándose en los primeros días de marzo de 2006.

  • Segunda fase

El 24 de enero de 2006, el Consejo Rector de Urbanismo aprobó la segunda fase de recuperación del teatro, consistente en una partida de 1.896.000 euros. Esta segunda fase, financiada por el Ayuntamiento de Córdoba y la Fundación Municipal Gran Teatro, incluía la construcción de un edificio diferenciado que albergaría la sede de la Orquesta de Córdoba, así como la reparación del graderío, con butacas para tres mil espectadores. Coincidiendo con este anuncio, el concejal de Cultura Luis Rodríguez expresó su intención de poner en marcha inmediatamente la zona del teatro al aire libre.

Sin embargo, el proyecto fue modificado al percibirse que el planteamiento de las fases presentaba defectos, convirtiendo su reapertura en inviable, doblando el gasto municipal y disparándolo hasta los tres millones de euros. Las obras comenzaron, finalmente, en julio de 2006, suprimiendo elementos con un fuerte impacto visual, y acondicionando graderíos y accesos.

El 2 de noviembre de 2006, Ocaña confirma que segunda fase se retrasaría «otros seis meses más», estando «lista para la primavera de 2007». Esta demora incrementó el presupuesto inicial de las tres fases hasta el 200%.

Todavía quedaba pendiente el término del edificio de servicios administrativos (con cafetería, despachos y aulas para cursos), y debía construirse el graderío, el escenario al aire libre de veinte metros, la concha del teatro y los exteriores, consistentes en una entrada y un espacio público frente al parque Cruz Conde. Por su parte, Vimcorsa habilitó un espacio de 540 plazas de aparcamiento, que conllevaron el traslado de la cercana instalación de Sadeco, que impedía la creación de vías que estructuren los accesos al recinto.

Sobre el escenario se situó una estructura metálica para colocar carteles y elementos decorativos, recayendo la amortiguación del sonido en una valla de cipreses que, a ambos lados del escenario, cerraba el teatro al aire libre.

2007: cogobierno IU-PSOE

  • Tercera fase

La responsabilidad económica de la tercera fase de las obras, aún por concluir, recaerá por completo en el Consorcio Orquesta de Córdoba. De ella puede contemplarse un pequeño teatro en la zona posterior al nuevo escenario. Su finalización no tiene, aún, fecha definitiva. En 2006, el Ayuntamiento de Córdoba anunció su intención de solicitar una ayuda económica a la Junta de Andalucía.

En este edificio auxiliar, que ofrece habitaciones insonorizadas de entre 45 y 80 metros cuadrados para ensayos sectoriales de instrumentos, se instalará la sede administrativa de la Orquesta. Contará con tres plantas, distribuidas de la siguiente manera: en la primera planta, aulas de guitarra, aseos, vestuarios, almacén, despachos de la Orquesta, sala de reuniones y zonas de descanso, entre otros; en la planta baja, almacén general para decorados y, en el sector situado en la avenida Menéndez Pidal, aseos; y en el semisótano, hall de entrada, recepción e información, dependencias administrativas de la Orquesta, y accesos a aulas y a vestuarios.

De igual forma, el ayuntamiento también baraja la creación de un archivo y un auditorio para pequeños recitales con 250 localidades. Este edificio comunicará el teatro con la entrada baja de Vallellano.

El 29 de junio de 2007 Rafael Blanco, teniente de alcalde de Cultura, confirmó el planteamiento inmediato de esta tercera fase, explicando la necesidad de nuevos proyectos e inversiones para la creación de un espacio cultural polivalente. En él se desarrollarían actividades culturales que, con menor aforo, complementarían a las ofertadas por el Gran Teatro. Estas últimas declaraciones, sumadas a la intención de buscar un espacio para la Orquesta de Córdoba, invitan a pensar que el Teatro de la Axerquía se limitará a ejercer como sede administrativa de la Orquesta, quedando ésta pendiente de la construcción de un auditorio específico para sus conciertos.


Reinauguración

El 18 de mayo de 2007 Ocaña y Rodríguez visitan las obras acompañados por periodistas, y anuncian la celebración de un concierto con jóvenes bandas cordobesas el 24 de mayo. La entrada sería libre por invitación, y los nombres de los grupos no llegaron a anunciarse, esgrimiendo que aún estaban «en conversaciones» y desmintiendo los rumores según los cuales serían Medina Azahara los primeros en actuar en el teatro.

El 23 de mayo, la Junta Electoral de Zona prohibió la celebración de un concierto al día siguiente, por considerar tras una denuncia del PP que la reapertura del teatro sería utilizada por IU como un reclamo político en las elecciones municipales, a celebrar cuatro días después. IU aducía que se trataba no de una «inauguración encubierta», sino de una «puesta en uso» de un recinto acabado con motivo de las fiestas de mayo.

El 7 de junio, Ocaña anunció en rueda de prensa que visitaría las obras al día siguiente y que, pese a que quedaban «cosas por hacer» como el ajardinamiento o el teatro de ensayo, el recinto estaba «totalmente utilizable».

Finalmente, el 2 de julio de 2007, 3.500 personas acudieron a la inauguración del Teatro de la Axerquía: un concierto de Paco de Lucía que, además, inauguraba el Festival Internacional de la Guitarra. La reapertura fue parcial, puesto que una parte del teatro se presentó inacabada: no sólo el recinto cerrado que se anuncia para la tercera fase de la rehabilitación, sino también algunos detalles en los asientos y otras obras complementarias. Los asistentes destacaron, en lo positivo, las inmejorables vistas, con la Mezquita de fondo; en lo negativo, la falta de aseos, papeleras, servicio de cafetería, así como la ausencia de aparcamiento para bicicletas y la presencia de algunas barreras para discapacitados.

Tras el anuncio inicial de Rafael Blanco de que el teatro no gozaría de programación habitual propia, los diarios cordobeses publicaban el 27 de agosto de 2007 que el teatro gozaría de una programación propia a partir de marzo de 2008. En la misma información se especificaba que había voluntad «de poner en marcha de inmediato la tercera fase de las obras, pero aún no hay fechas para estos trabajos», consistiendo en la creación de «un escenario nuevo y una pequeña sala cubierta para invierno que descargue el aforo saturado del Gran Teatro». Desde su inauguración, apenas se han celebrado unos pocos conciertos relacionados con los festivales de la guitarra y Eutopía.


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