Caseta Sobre la Marcha
Fue una de las principales casetas feriales la década de los 50, compuesta por unos 150 socios.
Mantuvo su presencia en el ferial desde el año 1951 hasta el 1959, nueve años ininterrumpidos, dónde apareció nuevamente en la Feria de Mayo Juan Rodríguez Mora, llamado Juanito el Anticuario o Duque de la Mezquita, veterano y líder del buen humor cordobés. Impulsor entre otras casetas feriales, como la "Peña los 99" o "Los 33" en décadas anteriores. Esta nueva presencia no era como organizador, sino más bien como colaborador, ya que el más conspicuo de esta caseta era Antonio Bejarano Nieto como impulsor y fundador junto a Marcelino Ortiz Carmona alma organizativa de la misma y otros como Rafael Sánchez Núñez padre del historiador taurino Rafael Sánchez González. Todos ellos gentes amantes de las costumbres típicas de Córdoba.
Tuvo su ubicación un lugar privilegiado, pues cogía el ala izquierda de la Pérgola frente al monumento al Duque de Rivas. Hubo buen gusto en su instalación con una iluminación que le daba mayor vistosidad, tipismo y atracción a base de farolillos bombillas de colores y reflectores. Presento como novedad en año 1955 una pista giratoria para dos orquestas y la del baile con una orla luminosa comparable a las más importantes salas de fiestas. Entre las muchas orquestas contratadas, participaron los "Hermanos Conde" y "Los Cumbanchos", además de vocalistas del momento.
Hay que resaltar algunos actos que se desarrollaron en sus largos años de presencia en el ferial como, el pregón que dio el año 1955 Juan Morales Rojas como presentación y propaganda de los festejos que se iban a realizar en la caseta, así con la exaltación que en el año 1956 hacia a la Mujer cordobesa, todos llenos de casticismo cordobés y poesía. También es de destacar el homenaje dado en el año 1954 a Antonio Cruz Conde Alcalde de Córdoba con entrega de una placa que decía:
"La caseta Sobre la Marcha con admiración y cariño a D.Antonio Cruz Conde por su labor en pro de los destinos de Córdoba. Feria de mayo 1954".
Entre los festejos organizados se distinguieron los bailes de disfraces dónde se lucieron trajes típicos de época y de otro carácter que daban al marco un especial contenido y colorido, así como, bailes de sociedad y los típicos por sevillanas. Como propaganda se publicaron carteles propios con estilo clásico de la feria en los años 1954, 1955 y 1956 realizados por el conocido cartelista Ricardo Anaya Gómez . El colofón de las fiestas era dar todos los años una merienda a los niños acogidos al Colegio Provincial de la Merced, tradición ésta recogida de la inolvidable caseta de la "Peña los 99" .
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