Enrique Fuentes Breña
'Enrique Fuentes Breña' | |
Abogado y político | |
Nacimiento: | 10 de octubre de 1865 Córdoba |
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Profesion: | Abogado. |
Destacado: | Concejal en el Ayuntamiento de Córdoba y diputado en la Diputación Provincial de Córdoba |
Contexto histórico | |
Décadas: 1880 - 1890 - 1900 - 1910 - 1920 - 1930 - 1940 |
Enrique Francisco de Borja Fuentes Breña
Nació a las diez y media de la mañana del día 10 de octubre de 1865 en el número 17 de la cordobesa calle de San Roque (actual calle Buen Pastor), en el barrio de la Catedral.
Hijo de José Fuentes Serrano, nacido en Córdoba en 1833, de profesión albañil, y de Josefa Breña Bueno, nacida en Córdoba en 1836; los cuales habían contraído matrimonio en la parroquia de San Lorenzo el 23 de marzo de 1856.
Su abuelo paterno era albañil y el materno zapatero, aunque ambos también completaban sus ingresos familiares como jornaleros [1].
Desconocemos dónde cursó estudios primarios, pero sabemos que su profesor se llamaba Rafael[2]. Estudió en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, obteniendo en 1882 el aprobado. Posteriormente, hizo estudios universitarios de Derecho en tres universidades distintas: comenzó en Sevilla en 1883, continuó en Madrid[3] y finalizó la carrera en Granada[4].
Vida política
Fue concejal en el Ayuntamiento de Córdoba (1891-1895) y diputado en la Diputación Provincial de Córdoba (1903-1919). En 1903 vivía en la calle Encarnación, 7, y figuraba en el censo electoral como uno de los hombres más ricos de la ciudad, con 1.467 ptas. en renta.
Faceta literaria
Enrique fue aficionado a escribir poesía, especialmente en sus últimas décadas de vida. Buena parte de su obra, en la que se hace gala de un buen sentido del humor, fue recopilada y publicada en Versos del Abuelique (Córdoba, Gráficas Ariza, 1945). Buena muestra de ese humor es el siguiente poema, que dedicó a su hijo Enrique Fuentes Guerra:
A mi querido financiero
Tengo un hijo cacharrero
que la toga abandonó,
pues la venta del puchero
más sustanciosa encontró.
Aquel Código Civil,
cambió por la cacerola,
pues más billetes de mil
gana comerciando ahora.
Y aún cuando se encuentra frito
viviendo entre porcelana,
dice que le importa un pito,
contemplando lo que gana[5].
Galería de fotografías
Referencias
Principales editores del artículo
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- Eluque (Discusión |contribuciones) [2]
- Aromeo (Discusión |contribuciones) [2]
- Gencor (Discusión |contribuciones) [1]