Historia de Peñarroya-Pueblonuevo
Peñarroya-Pueblonuevo es un municipio situado al norte de la provincia de Córdoba. En 2018 contaba con una población de 10.695 habitantes. Su superficie es de 63 km² y tiene una densidad de 172 hab/km². Situado en la comarca del Valle del Guadiato, tiene una altitud de 537 m y dista 79 km de Córdoba por la N-432.
Los orígenes de la población se retrotraen al siglo XIX, cuando la actividad minera en la comarca se encontraba en plena expansión. Originalmente eran dos municipios independientes, Peñarroya y Pueblonuevo del Terrible, que se habían segregado del término municipal de Belmez. No sería hasta 1921 cuando ambas poblaciones se unieron en una sola, denominada «Peñarroya-Pueblonuevo». Durante aquel período el municipio conoció un importante crecimiento económico gracias a la minería y la industria, así como una expansión demográfica que le llevó a tener más de 25 000 habitantes. En el término municipal llegó a articularse un importante entramado de fábricas, instalaciones mineras y varias líneas de ferrocarril. Este auge industrial, impulsado principalmente por la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP), inició su declive a mediados del siglo xx. Esto se tradujo en una fuerte crisis estructural para la economía del municipio y en una pérdida de su anterior importancia, así como una progresiva caída de la población de Peñarroya-Pueblonuevo. No obstante, en la actualidad continúa siendo uno de los municipios más importantes al norte de la provincia cordobesa. Hoy en día Peñarroya-Pueblonuevo cuenta con un importante patrimonio histórico y arquitectónico.
Contenido
Peñarroya
De 1272 data la referencia más antigua al nombre del lugar de Peñarroya, en el reinado de Alfonso X. Tiene su origen en un cortijo más tarde convertido en aldea medieval conocida por «Peña Roja», de donde procede su nombre actual. Los sucesos de Fuente Obejuna en 1476 provocaron que algunas de las gentes de esta villa la abandonasen y se establecieran en el cortijo de Peñarroya —dependiente de Belmez—, que, a partir de esta fecha, quedará habitado permanentemente.
La actividad minera tuvo una cierta tradición en esta zona, alcanzando su cénit en el siglo XIX. Ya en 1788 José Simón de Lillo, abastecedor de carnes del presidio y de las minas de Almadén, cuando se dirigía a Belmez para comprar corderos, pasó por el arroyo de la Hontanilla, y reconoció en unas tierras negras el nuevo combustible mineral (carbón). La instalación de compañías francesas en la zona para la explotación de las minas llevó a un importante crecimiento del núcleo de Peñarroya, al punto de segregarse del término municipal de Belmez en 1896.n. 1 Un caso similar fue el de Pueblonuevo del Terrible, que apareció en el siglo xix gracias a las explotaciones mineras, logrando su emancipación de Belmez en 1894 —dos años antes que Peñarroya—.3 El nombre de Pueblonuevo del Terrible viene dado a un famoso perro llamado «Terrible» que era temido por su fiereza y que vivía en el «nuevo pueblo». Corre una leyenda según la cual fue él quien descubrió carbón en tierras próximas a la localidad.
Apogeo minero e industrial
La importancia de los yacimientos propició el nacimiento de nuevas compañías mineras, fundamentalmente de capital francés, como fue el caso de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP). El primer Cerco Industrial de la zona se levantó frente a Pueblonuevo del Terrible en 1875 por parte de la Sociedad Hullera y Metalúrgica de Belmez, si bien años después este complejo pasaría a manos de SMMP. Por aquellas fechas, con la actividad de la cuenca minera en pleno auge, también se produjo la llegada del ferrocarril a la comarca: en 1868 entró en servicio la línea Almorchón-Belmez,4 seguida cinco años después por la línea Córdoba-Belmez. En las cercanías del Cerco Industrial se construyó una estación de ferrocarril,6 perteneciente a la línea de Almorchón.
La SMMP también construyó un ferrocarril de vía estrecha que unía Peñarroya con Puertollano y Fuente del Arco, cuyo trazado no entraría en servicio en su totalidad hasta 1924. Durante estos años acuden a la zona multitud de inmigrantes y aparte de la colonia francesa establecida en la misma, vienen también a la localidad portugueses e italianos, siendo bastante fuerte el movimiento obrero.
En noviembre de 1894 la Diputación Provincial de Córdoba aprobó la segregación de Peñarroya del término municipal de Belmez. No obstante, una comisión de vecinos de Pueblonuevo del Terrible —por instigación de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya— recurrió esta decisión ante las autoridades y, en 1895, logró su anulación temporal. Se inició entonces una larga batalla legal, con pleitos legales y recursos. No sería hasta 1896 cuando se reconoció la autonomía municipal de Peñarroya.
Es en la primera década del siglo XX, cuando la cuenca minera de Peñarroya-Pueblonuevo se constituye como uno de los más importantes polos industriales de Andalucía y el mayor de la provincia de Córdoba. Entre sus muchas industrias se contaban una fundición de plomo, una fábrica de zinc, una factoría de ácido sulfúrico, hornos de cok, fábrica de superfosfatos, una central termoeléctrica, talleres generales, etc.8 La SMMP tenía una posición preponderante que iba más allá de la actividad económica: buena parte de los terrenos del municipio de Peñarroya eran propiedad de la compañía, llegando a donar numerosas parcelas para facilitar la construcción de edificios como la Casa Consistorial, el cuartel de la Guardia Civil o la central telefónica.9 Su influencia también se extendía sobre los políticos y la administración.
Al llegar a 1914 se produjo un vertiginoso crecimiento de la población de Peñarroya y Pueblonuevo del Terrible, llegando a alcanzar entre ambas los 24 000 habitantes.
Siglo XX
Fusión de los municipios
El municipio actual —así como su nombre— son fruto de la fusión que en 1921 se produjo de los municipios de Peñarroya y Pueblonuevo del Terrible, cuyos núcleos de población para entonces ya se hallaban contiguos. Esta fusión se llevó a cabo por el alcalde en ese momento, Eladio León Castro. Se da la circunstancia de que para entonces el rápido crecimiento poblacional y de viviendas había supuesto que a ambos núcleos urbanos acabaran siendo colindantes uno del otro.
Segunda República
En 1935 era alcalde de Pueblonuevo Manuel Santure Carbonell, radical, y presidente del Casino Radical de Peñarroya-Pueblonuevo Rafael Molina de Pazos. Entre los concejales estaba Miguel Castuera.
Guerra Civil
Cuando en julio de 1936 se produjo el estallido de la Guerra Civil, inicialmente Peñarroya-Pueblonuevo se mantuvo en zona republicana. Los militantes socialistas y comunistas de la zona organizaron el llamado batallón «del Terrible», que intervendría en diversas acciones en el frente de Córdoba. Dada la importancia del núcleo minero e industrial, la población fue un objetivo prioritario de las fuerzas sublevadas y hacia mitad de octubre de 1936 sería conquistada por las tropas franquistas. La zona se convirtió prácticamente en primera línea del frente, sufriendo frecuentes bombardeos artilleros y aéreos durante toda la contienda.
El 20 de abril de 1937 Peñarroya-Pueblonuevo fue bombardeada por 17 aviones republicanos. El piloto franquista Bermúdez de Castro se enfrentó a un grupo de aviones y derribó un avión republicano a la altura del paraje conocido como Alcornoquillo. Los aviones republicanos partieron de Andújar, donde tenían su base, y prepararon la ofensiva de las Brigadas Internacionales, lideradas por el general Kléber. El aviador franquista pudo llegar ileso a su base.[1]
El 21 de abril de 1937 las fuerzas republicanas atacaron el sector de Peñarroya en 3 frentes: a la altura del Cerro de la Grana, cerca de Fuente Obejuna, apoyados por carros de combate y llegándose al cuerpo a cuerpo; en Cerro Castillejo, cerca de Peñarroya, con duros ataques en los que los republicanos ganaron una posición; y próximos a Villaharta; en total, el parte franquista habla de 70 muertos abandonados por los republicanos.[2]
En enero de 1939 las fuerzas republicanas lanzaron una importante ofensiva en la zona, avance que llegó a las puertas de Peñarroya-Pueblonuevo. La resistencia franquista, no obstante, frustraría esta última ofensiva a pocas semanas del final de la contienda. Posteriormente, la fuerte represión favorecería el abandono masivo, dando lugar a la inmigración de nuevos grupos en busca del trabajo en la minería y la industria. Aun así, en el censo de 1950 el municipio tenía entonces más de 27.000 habitantes (INE).
Siglo XXI
Tras la aplicación del «Plan de Estabilización» de finales de la década de 1950, comienza el repliegue de la sociedad francesa «Peñarroya», marcado por una fuerte emigración durante la siguiente década, el cierre de las instalaciones industriales. Parte de este declive se eclipsó con la clausura en 1970 del ferrocarril de Peñarroya a Puertollano y la decadencia de la línea Córdoba-Almorchón, que en 1974 sería cerrada al tráfico de viajeros. El régimen franquista reaccionó al repliegue de la SMMP con la creación de la empresa estatal ENCASUR, que tenía por objetivo la reactivación de la cuenca minera. Para ello se habilitó un importante complejo en «El Porvenir».
En 1994 se celebró el Primer Centenario de las Villas de Peñarroya y Pueblonuevo del Terrible, año en que se realizaron gran variedad de actos conmemorativos. La empresa ENCASUR mantuvo la actividad en las explotaciones mineras de la zona hasta 2012, fecha en que fueron clausuradas y se puso fin a esta histórica actividad.
Referencias
- ↑ En el sector de Peñarroya derribó un aparato rojo, de los 17 que habían bombardeado el citado pueblo, en el diario Guion, 21 de abril de 1937, pág. 1.
- ↑ En todas partes fueron rechazados violentamente, perdiendo los rojos nuevas posiciones, en el diario Guion, 22 de abril de 1937, pág. 1.
Principales editores del artículo
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