Inmigración soriana
La inmigración soriana a la provincia de Córdoba es una realidad que se produce en el siglo XIX, convirtiéndose en avalancha a partir de 1880. Dedicados a la ganadería conocían bien nuestra provincia porque a ella concurrían, desde los Pedroches a Hornachuelos, atravesando la Cañada Real Soriana, la mítica vía pecuaria de la trashumancia. Por eso, cuando la Mesta entró en crisis, las gentes de Soria supieron emigrar y comprar tierras de la Campiña cordobesa.
Fue una inmigración que trajo apellidos sorianos a Córdoba como Ibáñez, Moreno, del Campo, Benito, García o Giménez (así, con G) de la misma forma que de otros lugares llegaron los Courtoy, Carbonell o Payarés.
Personajes sorianos
- Pantaleón Ibáñez Moreno, nacido en Almazán, en 1834.
- Domingo Campos del Santo, nacido en Torrearévalo (Soria) en 1880, en el seno de una familia ligada a la ganadería trashumante, de muy joven se trasladó a Córdoba, trabajando en la bodega de Adriano Pintado e Hijos, hasta que espoleado por su espíritu emprendedor fundó en 1908 su propia bodega en la casa número 78 de la calle Emilio Castelar, hoy rebautizada como calle Lineros, número 32.
- Nicolás Romero Bartolomé, nacido en El Royo (Soria) y fallecido en El Royo en 1929.
- Celedonio Jiménez García, nacido en El Royo (Soria) hacia 1860.
Inmovilismo
Pese a haberlos considerado causantes de cierto inmovilismo o agrarismo cordobés, se ha definido a los sorianos como un «linaje de emprendedores» y el conde de Torres Cabrera, cuando en 1905 hablaba de ellos, los señalaba como «colonia» y los describía como «laboriosos y ahorradores».
Referencias y enlaces externos
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