La llegada del ferrocarril a Córdoba

De Cordobapedia
Saltar a: navegación, buscar
Llegada de la Máquina San Rafael a Córdoba
La llegada del ferrocarril a Córdoba

La primera inauguración del ferrocarril se verificó en España en el año 1848; en el trayecto comprendido entre de Barcelona a Mataró; y poco tiempo después comenzó a funcionar el de Madrid a Aranjuez.

Desde la locomotora “El Cohete” de Stephenson tuvieron que pasar algunas décadas para que Córdoba le llegara la suerte de su “Camino de Hierro”. Todo fue como consecuencia de una disposición dada por la Reina Isabel II el 27 de abril de 1856, según la cual, se daban como inaugurados los trabajos de explanación de la deseada vía férrea, que partiendo de Córdoba, había de llegar hasta Sevilla.

El día 11 de mayo de 1856, se congregaron las Autoridades en la Catedral. Un repique general de campanas anunció al vecindario que iba a cumplirse, con gran júbilo, la Orden Real.

Celebró el obispo don Manuel Joaquín Tarancón y Morón, una Misa de Pontifical. Pronunciando elocuentes palabras de circunstancia el beneficiado don José Fernández Javier, cantándose seguidamente un Te- Deum solemne. Aquí estaban presentes el Gobernador Civil de la Provincia; todos los ediles del Ayuntamiento y miembros de la Diputación Provincial; las autoridades judiciales y militares, representantes de las Corporaciones industriales, artísticas y literarias, más los representantes de la nobleza cordobesa y un nutrido conjunto de personas de todas las clases sociales de la ciudad.

En los alrededores de la Catedral se hallaban dos Batallones, el Escuadrón de la Milicia Nacional y las fuerzas de la Guardia Civil, todos en perfecto estado de formación, mandados por el Brigadier de Infantería de la plaza. Eran las doce del mediodía cuando acabó la celebración religiosa, y desde la Puerta del Perdón se inicio una comitiva con todas la personalidades asistentes al acto, recorriendo las calles de la ciudad para dirigirse hasta la Puerta Gallegos, desde allí partieron recto hasta el sitio indicado donde había de tener lugar la inauguración de la obras de la vía férrea, que estaba ubicado el haza de nombre de “Paradas”, junto a donde estuvo situado el antiguo viaducto de la Electromecánica. Allí, se cruzaban los caminos de la Huerta del Sordillo con el que conducía a Almodóvar del Río. Se levantó una lujosa y suntuosa tribuna adornada con gallardetes de las empresas adjudicatarias pertenecientes a España, Francia e Inglaterra.

Llegada la comitiva a aquel lugar, entre una y dos de la tarde, en medio de una gran muchedumbre, comenzó la ceremonia mediante diversos discurso de alabanza por el comienzo de tan magna empresa, tomando a continuación el Gobernador Civil una pala de plata, con la cual, cogió varias porciones de tierra por donde se había de tender los raíles de la vía, que fue deposita sobre un carito de madera de caoba construido al efecto. El obispo lo bendijo y la primera autoridad lo volvió a tomar llevándola al terrero marcado para el “Camino de Hierro”, a la vez que pronunciaba al volcar la tierra las siguientes palabras:

“En nombre de Su Majestad la Reina Isabel, que Dios guarde, y con arreglo a su mandato de veintisiete de abril, próximo pasado, quedan inauguradas las obras de explanación del ferrocarril de esta ciudad a la de Sevilla”.

La comitiva regresó a la Puerta de Gallegos en el mismo orden que se había organizado.

Terminada la ceremonia los obreros empezaron el movimiento de tierras que darían como resultado las primeras obras de lo que sería la proyectada la línea férrea de Sevilla a Andújar, cuyo cometido principal sería muy beneficioso para Andalucía por el transporte de viajeros, mercancías, y especialmente productos agrícolas-ganaderos.

- - - - - - - - - - - - - - - - - -
Noticia de la llegada del ferrocarril a Córdoba


Gran día fue el miércoles 27 de abril de 1859, pues a las doce y media de la mañana llegaba a la “Estación de la Agricultura”, (nombre que aludía a los terrenos del haza en que fue emplazada a 300 metros de extramuros en la parte al noroeste de la ciudad, en donde cerca de ciento cincuenta años estuvo situada la Estación Central) el primer tren procedente de Sevilla.

Repicaron a Gloria las campañas de la Catedral, de las Parroquias, Monasterios, Ermitas y Santuarios viéndose desde sus torres las densas columnas de humo que por su larga chimenea echaba aquella locomotora primitiva, llamada “San Rafael” . Venía adornada con banderolas y ramos de flores, y ostentando unidos en su frente los escudos de armas de Córdoba y Sevilla.

La concurrencia fue numerosísima y desde varios kilómetros antes de llegar a Córdoba cubría los lados de la vía ansiosa por contemplar el espectáculo tan sugerente y moderno. Igualmente el gentío se aglomeró alrededor en la Estación, donde todas las autoridades recibieron aquella gran “diligencia mecánica” que entró pitando con gran estrépito y “majestuosidad” ; estaba compuesto el convoy por varios departamentos llamados vagones. En el tren venían autoridades y personalidades de la capital hispalense, muchas de ellos ennegrecidos por la carbonilla y piscos en los ojos que le impedían gozar de tan magnífico acontecimiento. Dados los pertinentes saludos y bajos sones de una banda de música, los ilustres viajeros se dirigieron en coche de caballos a las Casas Consistoriales donde se les obsequió debidamente.

En la víspera, todo alcanzó a ser una gran fiesta, pues se adornaron los balcones, hubo toda la noche iluminación, y se anunció la fiesta con un bando municipal donde se anunciaban las precauciones pertinentes para evitar imprudencias de los curiosos y así evitar situaciones de grave peligro al paso de la “diligencia” movida por tracción mecánica.

En una ciudad provinciana como era Córdoba de mediados del siglo XIX, era natural que se hiciera alguna coplilla al respecto, como la siguiente:

"A mi suegra le digo: -¡Hoy las cosas adelantan una barbaridad!"
"Y ella me responde: “¡Anda, ese trasto “tirao” sin caballos, es cosa del diablo, y no te pille, “so chalao”!"

De una forma efectiva la circulación ferroviaria comenzó el día 2 de junio de 1859. Así constaba en la “Gacetilla” del Diario de Córdoba:

“Autorizada por el Sr. Gobernador de esta provincia la apertura de la línea férrea de esta ciudad á la de Sevilla, darán principio la salida de trenes hoy 2 del corriente, á las 5 y 50 minutos de la mañana el primero y á las 2 y 20 minutos de la tarde el segundo. Creemos que nuestros lectores recibirán esta noticia con la misma satisfacción que nosotros tenemos al transmitirla.”


Hay que consignar lo siguiente dato. En el año 1959 centenario de esta importante efemérides apenas tuvo repercusión en Córdoba, no celebrándose ningún acto para recordar lo que significó en su momento tan digno acontecimiento, pues en el transcurso de los años llegó a ser esta estación ferroviaria el punto de comunicación más importante de Andalucía. Tan sólo el cronista de la ciudad José María Rey Díaz en un artículo publicado y Rafael Gago Jiménez en su sección Postal del Día del Diario Córdoba recordaron la tan olvidada conmemoración.

Galería de Imágenes

Principales editores del artículo

Valora este artículo

2.0/5 (4 votos)