Historia de Castro del Río

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La historia de Castro del Río es una larga historia. Los primeros pobladores de Castro del Río, los encontramos ya en la Prehistoria. Los estudios de sus tierras nos demuestran la intensidad de su poblamiento y la benevolencia de las mismas desde la Edad de los Metales. Se han encontrado restos neolíticos, ibéricos (recinto fortificado y exvotos), cerámica griega y campaniforme, inscripciones romanas y visigodas, etcétera.

La población de Castro del Río - J. A. Mizal, en un nuevo estudio sobre la obra Los caminos de Al-Andalus en el siglo XII de Al-Idrisi, identificada con el castillo de Qasira o Qasruh, estaba ubicada en el camino de Córdoba a Elvira. Se desarrollaría durante la época islámica, construyéndose probablemente su recinto amurallado al quedar el territorio cordobés en primera línea de frontera en el siglo xii. Las primeras noticias sobre Castro son de 1236, cuando aún estaba en poder de los musulmanes. En 1240 fue conquistada por Fernando III mediante pacto, iniciándose a continuación el repartimiento de sus tierras. Castro del Río, constituida a principios del siglo xiv por el Castillo, la Villa y un arrabal extramuros, se verá condicionada por su situación fronteriza y su ubicación en la zona de penetración desde Córdoba a Granada por el valle del Guadajoz.

Siglo XVIII

En 1753 el Catastro de Ensenada sobre la población arroja 850 casas, de las cuales 50 están en ruina, y describe otras 100 chozas a las afueras de la villa, de las que solo 12-14 tienen tejas. El catastro de 1786 describe 989 casas, un número similar, pero ya no habla de chozas. El crecimiento es muy lento, apenas 40 casas nuevas en 30 años.

Siglo XIX

En 1804 hubo epidemia de fiebre amarilla. Se procedió al tapiado de las puertas de la población, fijándose para entrada y salida las puertas de Jesús y del Puente. Se establecen rondas de guardias encargadas de vigilar y prohibir la entrada de personas y géneros. La cuarentena abarcó desde el 22 de noviembre de 1804 hasta el 14 de enero de 1805. Se usaron como lazaretos algunas viviendas situadas fuera del casco urbano: barriadas de La Salud, Alameda, San Marcos y San Cristóbal. Se desconoce el número de víctimas que provocó tal epidemia.[1]

Nobleza

En la relación de nobles de 1818 aparece el conde de la Estrella, Antolín de Cuéllar y Beladiez, que apenas posee una finca de 256 fanegas, y otros 22 hidalgos más o menos ricos, entre ellos los nombres de Nuflo, Luque, Luna, Terrón, García Aramburu, Calderón, Fuentes, Mazuelo, Sotomayor o Valdelomar.[2] Entre los mayores terratenientes figuran también algunos labradores que no proceden de la nobleza, como Joaquín María Corral Cuéllar, Pedro Gregorio Tejada y Miguel Luque Repiso, 1º, 4º y 7º respectivamente en la lista de las mayores propiedades.

En 1822 hubo una importante asonada del regimiento acampado en la localidad en favor del poder absoluto del rey Fernando VII, en contra, por tanto, de las autoridades del Trienio Liberal. En efecto José Domingo de Cuéllar, V conde de la Estrella, desempeña un papel crucial en la rebelión de esta unidad militar, que junto con la Brigada de Carabineros, declara a Fernando VII rey absoluto. La revuelta realista es sofocada, siendo Castro del Río un núcleo importante de la conspiración por la implicación de varios oficiales locales, incluido el conde de la Estrella, quien es encarcelado en Sevilla y sentenciado a muerte. Sin embargo, logra huir a Madrid.

En diciembre de 1826 y enero de 1827 las aguas del río Guadajoz provocaron importantes crecidas, que arruinó en parte las cosechas de las fincas próximas.

La epidemia de 1834 tuvo especial incidencia en la localidad, en la que 1.600 vecinos enfermaron de cólera morbo, de los cuales murieron 663 personas, un 8% aproximado de la población.

Burguesía agraria

Hacia 1850 destacan un grupo de pequeños terratenientes con fincas inferiores a 100 fanegas pero muy activos en la política local. Algunos proceden de la baja nobleza. Entre ellos Andrés Nuflo, Juan Ramón Tejada, Blas Aranda Morales, Pedro Martínez Osuna, Manuel López Toribio, Cristóbal Manuel Criado y Juan Cristóbal Osuna. Los mayores propietarios son Lorenzo Calderón, con 504 fanegas; Ana Javiera Luque, con 331 fanegas; Rudesindo Rodríguez Carretero, 191 fanegas; Vicente Mazuelo, 139 fanegas; Alonso Barranco, 125 fanegas; Josefa Luisa Mazuelo, 124 fanegas. Más avanzado el siglo destaca la fortuna de Antonio del Río Muela, sobrino de José del Río García, que ha reunido una riqueza de 567 fanegas, 2 molinos, 20 casas y una posada.

Población

Durante la primera mitad del siglo XIX la población de la localidad varió poco, siendo de 2.200 vecinos aproximadamente, es decir, unas 8.000 personas aprox. Por ejemplo, el censo de 1820 da 1.162 casas. El censo de 1857 es, sin embargo, muy explícito y aclara que existen en Castro 1.195 casas, con 2.467 habitaciones, en las que viven hacinados el 75% de la población, en cuartos con familias enteras de más de 4 o 5 hijos, con una media de 7,4 vecinos por casa y 3,6 por habitación. En 37 años el número de casas ha aumentado en 33.

En 1860 el censo habla de 1.268 casas, 73 casas nuevas en apenas 3 años, algo difícil de creer. En 1883 el censo arroja una cifra de 1.347 casas. En efecto, en los registros de población se nota un aumento hacia 1886, con unos 2.900 vecinos de media, población que crece en 1900 hasta los 3.200 vecinos y alcanza en 1930 su cuota más elevada en 3.600 vecinos (14.800 personas aprox.).[3] El censo de 1898 arroja una cifra de 1.237 casas.

Siglo XX

Importante Congreso anarcosindicalista en 1919.

En junio de 1934 se inauguró la Oficina local de Colocación Obrera y hasta tanto se verificaran las elecciones para la constitución de la Comisión Inspectora de la Oficina local de Colocación Obrera el delegado provincial de Trabajo nombró una comisión interina: Luis Cuesta Navajas (presidente) y los siguientes vocales patrones: Juan Fuentes Rodríguez, Diego Millán Navajas, Cristóbal Urbano Navas; vocales obreros: Francisco Bello Molinero. Vicente Quintero Elías e Ildefonso Martínez Fernández.[4]


Guerra Civil

El 21 de octubre de 1936 las tropas franquistas, al frente de las cuales destaca el Batallón de Cádiz, entran en Castro del Río.

Referencias

  1. LÓPEZ VILLATORO, Francisco: La villa de Castro del Río 1833-1923. Córdoba, Diputación Provincial de Córdoba, 1993.
  2. Entre los nobles de hidalgos aparecen Rafael Luque Rosal, Francisco Manuel Fuentes Centella, José Luna, Miguel Fuentes Centella, Gaspar García Aramburu, José Fernández Terrón, Andrés Calderón, Juan Antonio Fuentes, Juan Ramón Tejada, Francisco de Paula Nuflo, Pedro Osuna Rivas, Vicente Mazuelo, Francisca de Borja Luque Carrillo, Rosa de la Croix, Josefa Luisa Mazuelo Scholt, Pedro Gertrudis Sotomayor, Fernando Sotomayor Álvarez, Juan Valdelomar, Francisco Valdelomar y Alarcón, Francisco Valdelomar Escalante, Alonso Jurado Valdelomar y Rafael Valdelomar.
  3. LÓPEZ VILLATORO, Francisco: La villa de Castro del Río 1833-1923. Córdoba, Diputación Provincial de Córdoba, 1993.
  4. Delegación provincial de Trabajo, en el Diario de Córdoba, 27 de junio de 1934, pág. 4.

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