Obispo Marcelino Siuri

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Obispo Marcelino Siuri

Marcelino Siuri, obispo de Córdoba, (*Elche, abril de 1654 - †Córdoba, 8 de enero de 1731)

Hijo de Antonio Siuri, doctor en leyes, de origen italiano. Su formación académica comenzó muy pronto. A los 10 años cursaba estudios de Gramática y a los 13 de Filosofía. A los 16 obtuvo el título de Bachiller en Artes. Hermano de José Siuri, canónigo del Cabildo Catedralicio.

Tras una intensa formación filosófica y teológica, alcanzó la cátedra de Filosofía y a ordenarse como sacerdote. No tardó en ser nombrado canónigo. Una trayectoria muy acorde a las disposiciones del Concilio de Trento, lo que dio lugar a que fuese escalando en la jerarquía religiosa de Valencia para ser finalmente designado por el Papa Clemente XI -a instancias del rey Felipe V- obispo de Orense en 1708.[1]

Episcopado en Córdoba (1717 - 1731)

El obispo don Marcelino Siuri a su llegada a la diócesis cordobesa, a finales de 1717, dio comienzo a catorce años de episcopado que fueron particularmente intensos por las reformas que acometió, que además, fueron harto positivas para la diócesis:

La trayectoria formativa de Siuri estuvo destinada desde el comienzo a alcanzar el episcopado, a pesar de su inicial rechazo al ascenso episcopal. Su carrera comenzó a cargo de la diócesis de Orense, donde su labor patrimonial fue equiparable a la que posteriormente desarrolló en Córdoba, especialmente en su función como protector de las fábricas eclesiásticas. Sin embargo, desde el punto de vista patrimonial, no es comparable. El traslado de Siuri a la sede cordobesa, fundamentado en el denominado "cursus honorum", fue concebido como la culminación de su vida personal y profesional, destinando casi toda su herencia a la sede que se convirtió en el mayor triunfo de su carrera.

Las relaciones entre la mesa episcopal y la mesa capitular durante el mandato de don Marcelino fueron una excepción histórica, caracterizadas por el mutuo entendimiento y la participación conjunta en numerosas ocasiones. La intervención patrimonial emprendida por don Marcelino Siuri en Córdoba estuvo motivada por el cumplimiento de sus funciones como máximo representante de la diócesis y protector de las fábricas eclesiásticas, las cuales presentaban un complicado estado de conservación, carencias significativas e incluso obras inconclusas por falta de recursos económicos. Esta labor también le otorgó un importante beneficio representativo a su labor episcopal, asegurando la perdurabilidad de su paso por la mitra cordobesa.

La promoción patrimonial emprendida por Siuri debe concebirse como un gran patrocinio en el que otorgó importantes cantidades económicas sin mediar activamente en el resultado final de las obras. No obstante, todas las obras arquitectónicas, a pesar de no contar con directrices sobre su configuración, fueron desarrolladas por los mismos maestros, Juan y Luis de Aguilar y Arriaza, lo que otorgó una notable unanimidad compositiva y ornamental. Las edificaciones presentaban plantas de cruz latina, cubiertas por bóvedas de cañón y baídas, sustentadas por pilares cuadrangulares, arcadas de medio punto, cruceros poco marcados precedidos por una cúpula semicircular o baída y cabeceras planas. El sistema ornamental se definía por la superposición de placados recortados culminados con dentellones sin decoración en sus superficies planas, bandas y fajas que recorrían los paramentos y portadas a modo de falsas pilastras, y delicadas molduraciones concebidas como pequeños baquetones. Complementariamente, destacaban los elementos vegetales y florales en las cúpulas.

En platería, se referencia a Rafael Berral, un maestro con escasas noticias, influenciado por los artífices más relevantes del momento. En pintura, Pedro Moreno fue el encargado de la rehabilitación de la capilla bautismal de la catedral, vinculado con los artistas contemporáneos del templo catedralicio. La labor de Siuri tuvo un importante impacto en el trazado urbano de la ciudad a través de las plazas que presiden las instituciones intervenidas, concebidas como grandes cambios estructurales del urbanismo en los que intervinieron múltiples factores.

Se realizaron labores constructivas en los templos parroquiales de San Nicolás y San Eulogio de la Axerquía, de San Andrés y de Santa Marina de Aguas Santas en la localidad de Fernán Núñez. Intervino también en los conjuntos conventuales femeninos de Nuestra Señora de la Concepción del Cister, de las madres capuchinas de San Rafael y del Corpus Christi, así como en los conventos masculinos de la Merced Calzada y de la colegiata de San Hipólito. Además, se estudió el trabajo realizado en el colegio de niñas huérfanas de Nuestra Señora de la Piedad y en el hospital de pobres incurables de San Jacinto. También se llevó a cabo un análisis de los artistas que participaron en el patrocinio del prelado, destacando las características definitorias de cada uno y estableciendo conexiones de influencia para determinar autorías y colaboraciones. Para finalizar, se realizó un estudio tipológico, estructural y comparativo de la plaza de Capuchinas, la plaza de San Andrés, la plaza de las Cañas y la plaza de Capuchinos, con especial atención a su fisonomía actual, el origen de estos espacios y la incidencia de las labores promovidas por don Marcelino.

Con respecto a la Catedral, finalizó las obras de abovedamiento de las techumbres, otorgando una nueva concepción espacial más acorde con la estética dieciochesca. Asimismo, engrandeció la capilla del baptisterio con un complejo programa iconográfico incorporado en un retablo fingido.[2]. En el primer caso, su contribución se limitó a una donación económica que estabilizó las finanzas de la catedral y permitió concluir las obras con el aporte adicional del cabildo. Así, tanto él como el cabildo se atribuyeron la finalización de esta importante obra y lo que representaba para el edificio. En el caso de la capilla bautismal, Siuri realizó una contribución más significativa, ya que no solo aportó dinero, sino que estableció una serie de condiciones para el espacio. Aprovechando la intervención, quiso dejar su huella reivindicando su paso por la sede episcopal cordobesa, emulando la labor de patrocinio del cardenal Salazar y reivindicando su propio patrocinio, que actualmente es único al no existir otro ejemplo de retablística fingida en la catedral.[3].

En resumen, la promoción patrimonial de Siuri no produjo obras de arte de gran calado artístico, sino que se trató de acciones destinadas a suplir carencias y asegurar la viabilidad de las instituciones eclesiásticas y de beneficencia, otorgando perdurabilidad a su mandato episcopal.


Murió el 8 de enero de 1731, aquejado de gota.[4]

Bibliografía

  • El patrocinio artístico del obispo Siuri en Córdoba. Francisco Manuel Pérez García. Universidad de Córdoba. UCOPress
  • F. Seguer, Vida exemplar del... Señor... Marcelino Siuri, Pauorde de la Santa Metropolitana Iglesia de Valencia, Obispo de Orense, y despues de Cordoba / su autor en lengua latina... Felipe Seguer... de la Congregacion de San Felipe Neri... sacala à luz (traducida al castellano)... Gabriel Vicente Jurado..., Córdoba, en la oficina de D. Juan Rodriguez, s.f.
  • F. J. Muñoz de la Cueba, Noticias históricas de la Santa Iglesia Cathedral de Orense, Madrid, 1726.
  • E. Flórez, España Sagrada, t. XVII, Madrid, Antonio Marín, 1763.
  • J. Gómez Bravo, Catalogo de los Obispos de Cordoba y breve noticia historica de su Iglesia Catedral, y Obispado, Córdoba, en la oficina de D. Juan Rodriguez, 1778, 2 ts.
  • B. Fernández Alonso, El Pontificado Gallego, su origen y vicisitudes, seguido de una Crónica de los Obispos de Orense, Orense, Imp. de El Derecho, 1897.
  • M. Sánchez Rodríguez Pazos, Episcopado Gallego, Obispos de Tuy y Orense, t. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas - Instituto Jerónimo Zurita, 1946.
  • M. Ortiz Juárez, “La obra en Córdoba del ilicitano Don Marcelino Siuri, obispo y escritor”, en Revista Estudios alicantinos, 12, época II (1974), págs. 43-62.
  • M. A. Raya Raya y J. F. Rivas Carmona, “El obispo don Marcelino Siuri y la arquitectura barroca cordobesa”, en Homenaje al profesor Martín González, Valladolid, Universidad, 1995, págs. 243-248.

Enlaces externos


Predecesor:
Francisco de Solis
Obispo de Córdoba
1717-1731
Sucesor:
Tomás Rato y Otonelli


Referencias

  1. Marcelino Siuri, el obispo con alma de artista que transformó Córdoba, por Félix Ruiz Cardador, en el diario ABC, 17 de noviembre de 2018.
  2. Las intervenciones del obispo Marcelino Siuri en la catedral de Córdoba. Francisco Manuel Pérez García. De arte: revista de historia del arte, ISSN 1696-0319, Nº. 14, 2015, págs. 90-103
  3. Las intervenciones del obispo Marcelino Siuri en la catedral de Córdoba. Francisco Manuel Pérez García. De arte: revista de historia del arte, ISSN 1696-0319, Nº. 14, 2015, págs. 103
  4. Fallecimiento del obispo de Córdoba, en la web de la Gaceta de Madrid, 13 de enero de 1731.

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