Taberna Santa Marina

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Fachada a Plaza de Santa Marina

Historial

Situada en la calle Mayor de Santa Marina nº 1 es una de las tabernas más antiguas de Córdoba. Se cree que ya existía a mediados del siglo XIX.

Denominada Taberna Toledano a principios del siglo XX, fue adquirida en los años 30 por Joaquín Almoguera que la rebautizó como Casa Almoguera al continuar mantemiendo el mismo nombre de la taberna que tenía en la calle Moriscos y que la regentaba su hijo apodado "El Cojo".

En 1973, al alquilarla Rafael Martínez Obispo, restableció su antiguo y significativo nombre que corresponde a su emplazamiento frente a la fernandina Iglesia de Santa Marina. También es conocida en el barrio por Casa Obispo.

Los clientes de esta taberna son casi todos contertulios taurinos. Es muy visitada por los amantes del mundo torero, para ver las vitrinas que tiene dedicada a Manolete que en su mayoría son objetos donados por Miguel Zamora Herrador, el que fuera presidente de la Peña Los Amigos de Manolete, igualmente era visitada por los hermanos Archidona, Jesús y Paco, buenos aficionados al mundo taurino, que dieron nombre a la próxima casa de la calle Santa Isabel nº12, donde se exiben unas Rejas y Balcones adornados con flores, que siempre han sido catalogados como de los mejores Córdoba.


Taberna de Santa Marina

Recuerdos de la taberna [1]

ALMOGUERA.
En el pintoresco barrio de Santa Marina frente a la parroquia de estilo medievo-románico-gótico de las parroquias de la Reconquista construidas en el siglo XIII, estaba la taberna de Rafael Almoguera, con su estanco y su mal estado de genio siempre, un hombre de carácter agrio y polémico que por el menor motivo se hacía insoportable. Tenía también estanco y como llegaran a comprar un paquete o cualquier cosa propia del mismo y dieran para cobro un billete, aunque fuera de poca cuantía, empezaba a refunfuñar y decía que si aquello lo habían tomado por un banco. El personal que allí frecuentaba, casi la mayoría vecinos, lo conocían bien y no le hacían caso y muchas veces, para mortificarlo le daban para cobrar un billete de 500 o de 1000 pesetas, entonces llegaba al colmo.
Su calidad de vinos era buena, no servía tapas; decía que se fueran a su casa a comer, que aquello no era una fonda.
Había reuniones buenas, de las clásicas tabernas antiguas cordobesas y sus tipos pintorescos. Un barrio de piconeros de gracia y de toreos famosos.
Allí se escuchaban cantes por soleares, seguirillas, polos y cañas; cuando iban por el tercer medio aparecían las soleares:
Por Santa Marina entré
y salieron los piconeros
que me querían comer.
Y otra que decía
hasta el "jocino".
del piconero
corta la jara más fina
para hacer el picón
que calienta tu brasero.
Al final de la Semana Santa, se reunían allí los saeteros del barrio y de Córdoba, a esperar la salida del templo de la procesión de Nuestro Señor Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría en la mañana del Domingo de Resurrección.
Muchas veces al medio día íbamos el poeta José Mª Alvariño y yo a tomar unas copillas con Paco Arévalo, poeta netamente cordobés en sus cantares, que vivían en el barrio y al terminar su labor en la Biblioteca Municipal camino de su casa hacía su parada allí, para tomar un medio de veinticuatro reales el cuartillo, como él decía.
Almoguera, no obstante su carácter, tenía a diario una buena clientela de señores y artesanos del barrio, el procurador Miguel Zamora, Villegas el farmacéutico de enfrente, en la calle Mayor, esquina de Moriscos, y otros amigos y conocidos.
Rafael murió; heredó el negocio su hijo, que si agrio era el padre, éste le superaba hasta el extremo que fue acabando poco a poco con la clientela. En cambio tenía otro hermano, también como negocio de vinos en la calle Moriscos, que era el reverso, simpático, agradable y servicial.
El de Santa Marina, murió también y continuó su viuda al frente del negocio. En la actualidad no sé si continúa o ha cambiado aquello, hace años que no he pasado por allí.
Y no queda nada de entonces, todo se va acabando poco a poco


Referencias

  1. "Memorias Tabernarias". Manuel Carreño Fuentes en Diario de Córdoba. 3 de julio de 1988

Testimonios

En el libro Coplas al aire de Córdoba de Manuel Medina González hace el siguiente comentario sobre la antigua taberna de Almoguera que estuvo ubicada en el mismo lugar.


  • La taberna de Almoguera, en la calle Mayor de Santa Marina, frente a la iglesia titular, donde solían reunirse toreros y piconeros de la barriada.


Tiene un vinillo Almoguera
que quita las penas gordas,
que quita todas las penas.


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