El Carpio

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Bandera de El Carpio (Córdoba).png Escudo de El Carpio (Córdoba).jpg
Bandera de El Carpio Escudo de El Carpio
Término municipal
Municipio de El Carpio
Código postal 14620
Coordenadas
 - Latitud:
 - Longitud:

37°56' N
4º30' 0
Superficie 42 km²
Altitud 183 m
Población (2005) 4.491 hab.
Gentilicio Carpeño/a
Ríos Río Guadalquivir
Alcalde Alfonso Benavides Jurado (PSOE)
Comarca Alto Guadalquivir
Partido Judicial Córdoba
Pirámide de población
Grupos quinquenales.
Cohortes plantilla h.png Cohortes plantilla m.png
Fuente INE, censo 2001.


El Carpio es un pueblo de la comarca del Alto Guadalquivir, situado al este de la provincia de Córdoba.

Geografía

- Ubicación: Se encuentra a 28 kilómetros de la capital en direccion Madrid, por la autovía A4.

- Vías de acceso: A-4 y A-306

- Clima:

- Flora y fauna:

Población

- Pedanías:

La Huelga Maruanas San Antonio

- Centros educativos: ver categoría Centros de educación de El Carpio

- Medios de comunicación

- Datos poblacionales

Economía

Agricultura de secano (olivar, cereales) y regadío (algodón y otras). Fábrica de sémola y pastas. (Pastas Gallo)

Mercado de trabajo Año
Población activa 1.931 2001
Tasa de empleo 37,3 % 2001
Población ocupada 1.351 2001
Tasa de paro 30 % 2001
Población parada 580 2001
Paro registrado 249 2005
Sección de actividad predominante Sección D 2001
Número de ocupados de la actividad predominante 311 2001
Trabajadores eventuales agrarios subsidiados Mujeres 208 2004
Hombres 50 2004

Historia

Véase Historia de El Carpio

La actual villa de El Carpio, antes llamada Onuba, se fundó en el siglo XIV aunque sus tierras estuvieron pobladas en anterioridad en la época musulmana por otra población, la de Alcocer. Municipio situado al este de la provincia, desde las estribaciones de Sierra Morena hasta el Guadalquivir, en un paisaje de fértiles tierras de olivos, vega y de cultivos herbáceos. En las orillas del río existen unos sotos que resultan de gran interés natural pues sirven de refugio para numerosas aves acuáticas.

La villa, presidida por la Torre de Garci-Méndez -resto de la antigua fortaleza-, se asienta sobre una colina desde la que se domina un amplio panorama. Su configuración urbana recuerda los pueblos fortaleza, levantados en torno a un castillo. En la actualidad el centro del pueblo lo ocupa la plaza de la Constitución donde se encuentra la Parroquia de la Asunción.

Es muy posible que la cita de Plinio el Viejo (III,10), en la que menciona Onvba en esta zona, se esté refieriendo a los orígenes de El Carpio. La leyenda Onvba también aparece en las monedas acuñadas por esta ciudad en el siglo I a. C. Se trata de una serie de ases y semis. El enclave debió contar con una importante explotación agraria, ya que en el reverso de la citadas monedas siempre aparecen dos espigas tumbadas rodeando el nombre.1​

La actual villa de El Carpio, se fundó en el primer tercio del siglo XIV junto a la torre mandada construir por Garci Méndez de Sotomayor, descendiente de los conquistadores de estas tierras, con anterioridad a su participación en una serie de hechos de armas en la frontera granadina durante el reinado de Alfonso XI, quien trasladó al nuevo emplazamiento a la población que estaba en estas tierras en la época musulmana, la de Alcocer (Al-Qusayr).


Reverso de moneda en la que se aprecian el nombre de ONVBA y dos espigas de trigo. Alcocer fue conquistado por Fernando III en 1240, siendo posteriormente (1245) donada su villa y fortaleza al concejo de Córdoba y delimitados los términos de su feligresía. Parte de su término fue repartido entre varios miembros de la familia que colaboró en su reconquista: los Meléndez o Méndez de Sotomayor, realizándose posteriormente otras reparticiones de sus tierras. Uno de los descendientes de esa familia (Garci Méndez de Sotomayor) logró reunir en su poder a primeros del siglo XIV los donadíos repartidos por Fernando III, mandando construir en ellos una torre fortaleza.

Alrededor de la torre, surgió la población de El Carpio, dándose como fecha de su fundación el año en que se terminó la construcción de aquella (1325).

La extensión territorial que abarca el actual término municipal de El Carpio formó parte en la antigüedad del municipio romano llamado Sacili Martialium. Un núcleo urbano se situaba en el cortijo del Alcurrucón -término municipal de Pedro Abad- que tuvo rango de municipio de derecho latino y estaba integrado en el convenio jurídico cordobés, equivalente a la demarcación judicial.

El actual territorio de El Carpio fue, en época romana, una zona de fuerte implantación rural, como lo prueban los restos de villas encontrados en La Huelga, sitio del Carneril, cortijo del Valle, túnel de la presa de Mengemor y villar de Alcocer. Estas villas confirman una gran actividad agraria que estaría concentrada en el cultivo de cereales, como se confirma con la aparición de un campo de silos subterráneos de una enorme capacidad de almacenamiento junto a la ermita de San Pedro.

La villa, presidida por la Torre de Garci-Méndez -resto de la antigua fortaleza-, se asienta sobre una colina desde la que se domina un amplio panorama. Su configuración urbana recuerda los pueblos fortaleza, levantados en torno a un castillo. En la actualidad, el centro del pueblo lo ocupa la plaza de la Constitución donde se encuentra la Parroquia de la Asunción y el Ayuntamiento.

A lo largo de la edad moderna, la villa de El Carpio se erige en el centro de uno de los señoríos más importantes en tierras cordobesas. Los Méndez de Sotomayor se vincularon en 1472 con la casa de Haro. En 1549 se eleva a la categoría de Marquesado, y a partir de 1559 extiende su jurisdicción a los pueblos vecinos de Pedro Abad y Adamuz. En 1660 y 1747 quedaron sometidas a su jurisdicción las Siete Villas de los Pedroches. Este fenómeno refleja el poderío que llegó a alcanzar la Casa de Haro, casa que en 1688 se unió con la de Alba.

En 1973 se inauguró la Azucarera de El Carpio, en la época en la que la industria azucarera de Andalucía era la de mayor producción de España. Estuvo funcionando hasta su cierre en los años 90.2​3​


Heráldica

Escudo de El Carpio (Córdoba).jpg

Escudo cuartelado. Primero de plata, dos lobos de sable pasantes, puestos en palo; bordura de gules con ocho aspas de oro (que es Haro). Segundo, de plata, tres fajas ajedrezadas de cuatro órdenes de oro y gules, cargadas cada una de una cotiza de sable (que es Sotomayor). Tercero, equipolado de siete puntos de azur y ocho de plata (que es Toledo). Cuarto, de oro, un moral de sinople, frutado de gules, acompañado de dos cuervos de sable puestos al pie; bordura de gules con ocho aspas de oro (que es Xodar). Timbrado de Corona Marquesal.


Lugareños ilustres

Cultura

Turismo

Puntos de interés

Realizado en piedra, está formado por un alto basamento donde apoya una columna con capitel compuesto, sobre el que descansa la imagen de la Inmaculada. En el basamento podemos leer la siguiente inscripción: “Se puso este Triunfo a expensas de Doña Salvadora de Ferreara y Ripa en el año de 1803, en agradecimiento de haber librado a este pueblo de la peste en el intermedio de tres siglos”. Es similar a otros "Triunfos" levantados en Andalucía en el siglo XVII, sobre todo en la forma de pedestal y columna de cortes clásicos, pero la Virgen mantiene la composición y el movimiento de las obras barrocas.

Edificios y monumentos

Arquitectura civil

Ubicada en la Plaza de la Constitución, es una obra de grandes dimensiones, de planta rectangular, formada por tres unidades distintas: dos laterales destinada a vivienda del administrador y servicios, y la central, que es el palacio propiamente dicho. Se inicia su construcción en 1671, siendo objeto de sucesivas mejoras durante el siglo XVIII. Al exterior presenta un alzado sencillo con una distribución horizontal simétrica de huecos que coinciden en las dos plantas que forman el edificio. En la actualidad se usa como equipamiento de carácter sociocultural.

Arquitectura militar

Sus restos se encuentran junto a la ermita de San Pedro de Alcocer y las ruinas hidráulicas de Las Grúas, en la margen izquierda del río Guadalquivir, junto a El Carpio. En torno a este castillo se formó la primitiva población, conquistada por Fernando III el Santo y entregada a los antepasados de Garci Méndez de Sotomayor, quien en el siglo XIV mandó levantar la torre que corona El Carpio.

Arquitectura religiosa

Es una construcción de la segunda mitad del siglo XVIII. De pequeñas proporciones y arquitectura popular barroca, tiene su origen en las primeras décadas del setecientos.

Ermita que se encuentra situada a 1 km a las afueras de la población de El Carpio, se trata de una construcción en ladrillo, con planta y prebisterio rectangular. La nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos, dividida en cinco tramos por los correspondientes arcos fajones, apoyados en pilastras; la cabecera, a su vez, se cubre con cúpula sobre pechinas. La nave, al exterior, se manifiesta con unos contrafuertes, lo que permite considerar la construcción como fechable a lo largo del siglo XV. En su interior se venera la imagen del patrón de El Carpio, Nuestro Señor del Ecce-Homo.

Situada en la plaza de la Constitución, la referencia más antigua que existe de ella data de 1360. El núcleo original correspondía a la primitiva iglesia mudéjar de la Santísima Trinidad, fundada por Garci Méndez de Sotomayor. Este primitivo núcleo, muy deteriorado a fines del siglo XVI, sufrió importantes transformaciones en los siglos XVII y XVIII hasta alcanzar su aspecto actual. El exterior de la parroquia es muy sobrio destacando las dos portadas situadas en los lados norte y sur respectivamente. La torre ubicada al sureste de la cabecera está realizada en piedra y ladrillo y es de planta cuadrangular.


- ARTISTAS LOCALES

Artistas Locales de El Carpio

- Tradiciones:

- Gastronomía:

- Productos Típicos:

Revistas y Publicaciones

- Feria Real:

- Romerías:

- Semana Santa:

- Otras Publicaciones:

Fiestas locales

Rutas de Senderismo

De torre defensiva a mirador

El Carpio en Rincones de Córdoba con encanto[1]

El Carpio es una suave y blanca pirámide mansamente recostada junto al Guadalquivir, cuyas aguas, aquí serenas, reflejan como un espejo su imagen invertida. En la cúspide del cerro se extiende la luminosa plaza de la Constitución, el corazón de la villa, a la que se asoman sus principales edificios.

El primero es la desdentada torre matriz erigida por Garci Méndez de Sotomayor en 1325, único vestigio del antiguo castillo, cuya prismática mole parece un gigante derrotado que se complace en apacentar el blanco caserío diseminado a sus pies. Su reciente consolidación, dirigida por el arquitecto Antonio Castro, ha desahuciado de su interior las destructoras palomas que la habitaron durante décadas, ha saneado su semblante y ha devuelto la primitiva majestad a los tres salones que se superponen en el interior –el más noble, el tercero, que se cubre con bóveda semiesférica– y a las rampas ascendentes que tanto recuerdan las de la Giralda sevillana.

La terraza superior de la torre, protegida ahora por barandillas, es un privilegiado mirador batido por el viento desde el que se puede impartir una lección de geografía viva;al norte serpentea el río y, más allá, cierra el horizonte la azulada barrera de Sierra Morena, mientras que al sur se extienden las vastas ondulaciones de la campiña ubérrima, agrícola dominio de los Duques de Alba, y blanquean los pueblos cercanos, como Villafranca, Pedro Abad o Bujalance. La altura y el emplazamiento de la torre, coronando la cúspide del cerro, favorecen su visibilidad desde todos los caminos que se acercan a El Carpio. De noche, iluminada por la luz amarillenta de los reflectores, parece un áureo faro dispuesto a guiar a los viajeros descarriados. Los carpeños se miran orgullosos en su torre, espejo de la historia.

Adosados a los sólidos muros de la fortaleza buscan cobijo protector otros edificios, como el recuperado teatro municipal y el casino, cuyos ventanales constituyen el mejor observatorio de la luminosa plaza. Dentro de la irregular planta de la plaza, ante el casino se extiende un rectángulo noble, a modo de salón, festoneado por bancos de fundición y plátanos de sombra; las baldosas hidráulicas de colores que dibujan cenefas y motivos geométricos en el pavimento.

Frente a la torre matriz, símbolo del poder señorial, acata su dominio la parroquia de la Asunción, símbolo del poder religioso, compartido con la ribereña ermita de San Pedro, sede del patrón, el Ecce Homo, otro espacio con encanto a un paseo del pueblo.

Desde los costados de la iglesia se aprecia su movido juego de volúmenes, en el que sobresalen el crucero y la antigua capilla dieciochesca del Rosario, hoy dedicada a Jesús Nazareno, que es como una pequeña iglesia dentro de la iglesia mayor y hasta tiene espadaña propia. La rojiza piedra molinaza, tan común en la zona, confiere al templo un cálido resplandor, especialmente patente en las portadas laterales, del siglo XVII. La que se abre en el lado de la epístola, llamada popularmente “del sol”, fue reedificada en 1721, como revela una inscripción, y consta de arco de medio punto rematado por frontón partido en el que se inscribe una hornacina con la imagen de la Asunción, flanqueada por el escudo duplicado de los marqueses del Carpio, que costearon la construcción del templo.

Interiormente la parroquia sorprende al viajero por su grandeza arquitectónica, de traza renacentista, con sus tres naves separadas por sólidos arcos de medio punto sustentados por robustas pilastras. Aunque no está visible, es singular por lo infrecuente la cripta sepulcral existente bajo el crucero, con pilares y arcos de molinaza. Las dimensiones del templo contrastan con su modesto campanario rematado por reloj que, sobre un sólido primer cuerpo, surge junto a la cabecera, mirando ya a la calle Colegio, como si la parroquia hubiese querido evitar competir en altura con la vecina fortaleza.

Ocho calles confluyen en la plaza, casi todas descendentes: Colegio, Jesús, Antonio Lama, Castillo, Graneros –que regala la mejor vista de la torre–, Fuente, Carroza y Duque de Alba, que el pueblo llama de los Muertos, por ser la que baja al camposanto. A su inicio se extiende la fachada de la antigua Casa Ducal, recuperada por el Ayuntamiento como Casa de Cultura, Biblioteca y Hogar del Pensionista.

Acomplejado entre los monumentos de rancio abolengo, frente a la iglesia blanquea, arropado por un cuidado jardincillo, la imagen de un Corazón de Jesús elevado sobre una columna, a la manera de los triunfos. Este espacio es como un verde apéndice de la plaza, cuyos bancos y poyos invitan a tomar asiento para contemplar la vida que brota alrededor. </div>

Referencia

  1. MÁRQUEZ, F.S.. Rincones de Córdoba con encanto. 2003. Diario Córdoba

Localización

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Direcciones de Internet

Fuente

El contenido de este artículo incorpora material de una entrada de Wikipedia, publicada en castellano bajo la licencia GFDL.

El contenido de este artículo incorpora material de una entrada de la Enciclopedia Libre Universal, publicada en castellano bajo la licencia GFDL.

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