Historia de Pozoblanco

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Parece probable que el origen de Pozoblanco al igual que otras poblaciones cercanas como Villanueva de Córdoba, se sitúe en torno al mediados del siglo XIV, como consecuencia de la huida de habitantes del vecino Pedroche a causa de la peste. Otras hipótesis apuntan a que dado que los habitantes de Pedroche tenían que pastorear en tierras cada vez más alejadas de la ciudad, en lugar de acudir cada día al pueblo, formaban núcleos pequeños donde hacían su vida diaria. Así, cuando estos núcleos crecieron formaron los distintos pueblos de la comarca, entre ellos Pozoblanco. Se cree que los primeros asentamientos se realizaron en el hoy llamado barrio del «Pozo Viejo», al pie de un cerro, y alrededor de un pozo de brocal blanco debido a la costumbre de enlucir y encalar los brocales cuando se hacían de ladrillo, y no de bloques de granito como era más corriente, siendo este el origen del nombre del pueblo. En cualquier caso es curioso que el pozo originador del nombre del pueblo se llame Pozo Viejo.

En un principio, Pozoblanco dependió administrativamente de Pedroche hasta que, alrededor de 1478, obtuvo el título de Villa, posiblemente de manos de los Reyes Católicos. Desde 1560 hasta 1747, la historia de Pozoblanco va ligada a la de las llamadas Siete Villas de los Pedroches (Pedroche, Torremilano, Torrecampo, Pozoblanco, Villanueva de Córdoba, Alcaracejos y Añora).

En 1836 se produce la ruptura de esta comunidad y las tierras comunales son repartidas entre estos pueblos.

Siglo XIX

Durante el Trienio Liberal se privatizaron 7.500 has. del patrimonio común de las Siete Villas de los Pedroches y se desamortizan a la Iglesia unas 5.600 has. Con la desamortización de Madoz se venden ingentes cantidades de tierras comunales y de propios, entre otras las 50.000 has. de la dehesa de la Concordia y las 25.000 has. de la dehesa de la Jara, y además, se desamortizan las servidumbres de pasto, bellota y leña que gravaban las tierras de particulares a favor del común de vecinos (subcomarca de realengo) y las tierras de señorío a favor de las villas (subcomarca de señorío). Ese trasiego de tierras benefició a los grandes propietarios burgueses que también compraron tierras, como en Montoro, enorme término de más de 140.000 has. en el siglo XIX antes de la segregación de Cardeña.

León Herrero García fue alcalde de Pozoblanco desde el 24 de mayo de 1881. Había sido con anterioridad concejal del Ayuntamiento de Pozoblanco. Más adelante, en el período 1888-1890 fue de nuevo alcalde. Murió de manera prematura el 30 de septiembre de 1891. Todo el pueblo se echó a la calle para despedir su féretro.[1] En noviembre de 1889 un grupo de cinco concejales, encabezados por Juan Cabrera Valero, Andrés Peralvo Quirós, Rafael Serrano Lora y Quintana y Porras, plantearon su destitución. Sin embargo, votaron en contra de la misma 23 concejales.

Entre los concejales del Ayuntamiento de Pozoblanco en 1889 encontramos a Miguel López López, José Muñoz Calero, Emilio González Aura, Antonio Tirado Herrero, Ruperto Muñoz Garzo, Juan de Gracia Dueñas, Juan Escribano Merchán, Domingo García Bogas, Faustino Fernández Cobos, Blas Sánchez López, Pedro Mora Alcaide, Marcelino Calero Olmo, Jerónimo Carrillo Bogas, Bartolomé Villarreal Ruiz, José Cabrera Cabrera, Rafael Moreno González, Domingo Márquez Moreno, Antonio Cabrera Sánchez, Antonio Miguel Dueñas Fernández, Antonio Gil Pozuelo, Lucas Fernández Plazuelo y Andrés Sánchez Sánchez.

Siglo XX

Pozoblanco obtuvo el título de ciudad de manos del rey Alfonso XIII el 22 de abril de 1923.

Ferrocarril

El ferrocarril llegó a la población en 1906 con la apertura al tráfico del tramo Peñarroya-Pozoblanco, perteneciente al ferrocarril de Peñarroya a Puertollano y Fuente del Arco. El municipio de Pozoblanco llegó a levantar una estación propia. Esta línea férrea de vía estrecha, aunque de carácter eminentemente minero, dispuso de servicios de viajeros que permitían el enlace con los nudos ferroviarios de Peñarroya-Pueblonuevo y Puertollano. El trazado se mantuvo operativo hasta su clausura en 1970.

Guerra Civil

Durante la Guerra Civil el municipio se vio seriamente afectado por la misma, aunque se mantuvo fiel a la República durante toda la contienda. En marzo de 1937 tuvo lugar la batalla de Pozoblanco, en la que las fuerzas del general Queipo de Llano intentaron conquistar esta localidad. La resistencia republicana, no obstante, frustró este intento y las tropas del Ejército Popular al mando del teniente coronel Joaquín Pérez Salas lograron obtener una destacada victoria sobre las fuerzas del bando sublevado.​ A finales de marzo de 1939 fue conquistaba por los ejércitos del bando franquista, dando comienzo a la etapa franquista en Pozoblanco.

El 26 de septiembre de 1984 en la plaza de toros, Francisco Rivera Paquirri, compartiendo cartel con El Yiyo y El Soro, fue cogido por el toro Avispado, de la ganadería de Sayalero y Bandrés. La cornada le rompió las venas ilíaca, safena y femoral, por lo que resultó muerto cuando era trasladado a un hospital de la capital.

Referencias

  1. Periódico "La Unión" de Córdoba, 1 de octubre de 1891.

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