Hospital del Cardenal Salazar

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Hospital del Cardenal Salazar
Facultad de Filosofía y Letras
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Localización Plaza del Cardenal Salazar mapa
Cronología Siglo XVIII
Estilo Barroco
Autor Francisco Hurtado Izquierdo
Promotor/impulsor Pedro de Salazar y Toledo
Catalogación Bien de Interés Cultural; Patrimonio de la Humanidad
Uso Sede de la Facultad de Filosofía y Letras
Destacado El proyecto original del Cardenal fue un colegio para los niños del Coro de la Catedral. La peste de principios del XVIII motivó su conversión en hospital

El Hospital del Cardenal Salazar, más tarde Hospital Provincial de Agudos, está enclavado en pleno Barrio de la Judería y muy cercano a la Catedral. Fue antaño el Hospital del Cardenal Salazar o de los Agudos, uno de los ejemplos más interesantes de la arquitectura civil del siglo XVIII en la ciudad. Con la desamortización pasó a propiedad de la Diputación Provincial de Córdoba y en 1970 se adecentó para nueva Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba, creada oficialmente en 1973.

Historia

Aunque desempeñó durante siglos las funciones de Hospital, la idea original de su fundador no fue esa, sino la de levantar en ese espacio un Colegio para los acólitos y niños de Coro de la Catedral. Con este motivo el promotor de la obra, el Cardenal fray Pedro de Salazar y Toledo, perteneciente a la Orden de la Merced, compró en 1701 la casa solariega de don Antonio Carlos del Corral, situada frente al Convento de San Pedro de Alcántara. El proyecto para esta obra se encargó al arquitecto Francisco Hurtado Izquierdo, quien por entonces desempeñaba el cargo de Maestro Mayor de la Catedral.

Los trabajos se iniciaron con gran celeridad; sin embargo, en 1704 Córdoba se vio asolada por una terrible epidemia de peste y ello puso de manifiesto la escasez de centros asistenciales que tenía la ciudad, lo que impulsó a los dos Cabildos -municipal y eclesiástico- a solicitar del Prelado que desistiera de su primitiva idea y convirtiese su primer proyecto en un hospital que sirviera para remediar la precaria situación sanitaria de la ciudad, idea que el Cardenal, por entonces Obispo de Córdoba, aceptó de buen grado, dotando a la nueva fundación de rentas cuantiosas. El hecho de que la obra estuviera ya casi acabándose cuando fue decidido el cambio de funciones, justifica la circunstancia de que su planta no se ajuste por completo al modelo tradicionalmente empleado para las construcciones hospitalarias.

En 1706 se produjo la muerte del Cardenal Salazar y Toledo, quedando entonces la empresa bajo los auspicios del Deán de la Catedral, don Pedro Salazar y Góngora, que era sobrino del Cardenal y su albacea testamentario, el mismo que años más tarde -en 1738-, sería designado Obispo de Córdoba. Se hicieron entonces algunos añadidos al proyecto original, buscando la mejor adecuación a sus nuevas funciones, inaugurándose finalmente el hospital el 11 de noviembre de 1724. En sus salas tuvieron acogida en un principio, además de los enfermos pobres, los presos y personas dementes, e incluso de manera transitoria fue hospital militar durante la Guerra de la Independencia. Cuando en 1837 se produce la fusión de los múltiples hospitales que en Córdoba existían, siguiendo lo ordenado en el Reglamento General de Beneficencia Pública de 8 de septiembre de 1836 que dispone la separación de los orates en hospitales adecuados, así como la ubicación de los enfermos crónicos en departamentos diferentes a los agudos, el Hospital del Cardenal Salazar es destinado precisamente para este último tipo de enfermos, de cuya conyuntura tomará el nombre con el que habrá de conocérsele hasta su extinción en 1969: Hospital de Agudos.[1]

Desde 1853, durante su época como Hospital, la asistencia directa de los enfermos corrió a cargo de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

Entre 1871 y 1874 fue, además, sede de la Facultad de Medicina de la Universidad Libre de Córdoba, ya que era el único de los existentes en su época que reunía todas las características necesarias para hacer compatible la docencia teórica con la práctica y con la labor asistencial. A lo largo del siglo XIX y en el XX el Hospital fue modernizando y ampliando sus dependencias.

Sala de Rayos X

El 30 de abril de 1920 se inauguró una nueva sala de rayos X. El nuevo equipo de Rayos X fue donado al Hospital de Agudos por el Gobernador Civil Manuel Suca Escalona y el coste de su instalación se pagó con una suscripción popular.

Gabinete de Radioterapia

El 15 de septiembre de 1924 las autoridades inauguraron el nuevo Gabinete de Radioterapia para la curación del cáncer, dotado de un equipo de la prestigiosa marca alemana "Sanitas", de Berlín, e idéntico al instalado en el hospital de mujeres de la Universidad de Berlín. La nueva dotación, que podía trabajar hasta los 250.000 voltios, fue instalada en un nuevo salón en la planta baja, sobre el antiguo despacho del director y la sala de los escribientes, y accesible desde la sala de Rayos X. Entre los asistentes, el presidente de la Diputación Francisco Santolalla Natera, el vicepresidente Miguel Ángel de Torres Iribarren, marqués de Villarreal de Purullena, el diputado José Molleja, acompañados del director del Hospital José Trigueros Soldevilla y los doctores Luque, Altolaguirre y Navarro. Fueron encargados del Gabinete los doctores Enrique Luque Ruiz y José Altolaguirre Luna y el practicante Julio Fernández.

Entre 1931 y 1937 fue director Ernesto López Vidal.

Colegio Universitario

Cerrado el hospital en 1969 con la inauguración del nuevo Hospital Provincial del Parque Cruz Conde, el edificio se adaptó nuevamente en 1970 para albergar el reciente Colegio Universitario en 1970, dependiente de la Universidad de Sevilla y cuna de la futura Universidad de Córdoba en 1973. El arquitecto Rafael de la Hoz Arderius diseñó el vestíbulo de columnas (Patio de Columnas) previsto como antesala de un futuro Salón de Actos, que tardaría en llegar.

En 1980 se proyectó la ampliación del recinto con nuevos espacios de estética pretendidamente postmoderna, que rompía parcialmente el armónico vestíbulo de Rafael de la Hoz. Esta obra, terminada en 1987, contiene Biblioteca, Salón de Actos y despachos. El proyecto ha sido realizado por el arquitecto Rafael Daroca y las obras se han realizado bajo la dirección de Rafael Montero.

Directores

Descripción del edificio

Patio del antigo Hospital

El edificio presenta planta casi rectangular, en la que se inscriben dos patios de desigual desarrollo, en torno a los cuales se estructuran las diversas dependencias que componen el recinto

  • El Patio Principal, sobrio y bien proporcionado, es cerrado y de doble planta, solución que se da con frecuencia en la arquitectura cordobesa de esos años. Muestra vanos rectangulares rematados por frontoncillos triangulares en el cuerpo inferior y curvados en el superior, articulándose en vertical por medio de pilastras. A este patio abren galerías cubiertas por bóvedas de aristas apeadas en ménsulas, tanto en la planta alta como en la baja.
  • El Patio Claustral, también de dos plantas, presenta arcos de medio punto de ladrillo sobre columnas en la zona inferior, en tanto que la parte superior, cerrada, tiene vanos rectangulares cuya única decoración la constituye el sencillo marco de fábrica que lo rodea.

Entre ambos patios está colocada la escalera principal del edificio, que destaca al exterior como torreón; muy bella de proporciones, está concebida en dos tramos de sentido inverso unidos por un amplio descansillo y con embocadura de arco doble. La cubrición se hace por medio de una bóveda de cañón con lunetos.

Entre las dependencias conservadas del antiguo edificio conviene destacar las antiguas Capillas Alta y Baja -actualmente convertidas en aulas-, ambas de planta rectangular con cubiertas abovedadas en las cabeceras y de cañón escarzano en la nave. Sobre la puerta de acceso a la Capilla Baja se halla un pequeño edículo avenerado,de estética setecentista y diseño similar al de un ático de retablo, en el que está alojada una imagen del Arcángel San Rafael, representado con sus tradicionales atributos: el bordón de peregrino y el pez.

En el exterior la construcción muestra también dos pisos, cuyos vanos se decoran con idéntico ritmo al del patio, con frontones triangulares y curvos separados por dobles pilastras. La portada, distribuida en dos cuerpos y realizada en piedra, es adintelada con columnas exentas laterales; por encima corre el entablamento que marca el tránsito al segundo cuerpo, donde se abre el balcón flanqueado por segmentos de frontón curvo, rematándose con un arco de medio punto sobre pilastras que cobija el escudo del Cardenal. La clave del arco se resalta con un relieve a manera de acrótera con irónica cabeza de querube, a juego con la notable serie de "rostrillos" monstruosos que adornan la cornisa del edificio.

Curiosidades

  • En las contraventanas del segundo cuerpo del patio principal pueden verse todavía nombres y fechas de pacientes que allí estuvieron ingresados. Algunas de ellas se remontan al siglo XVIII, pudiendo apreciarse tipo de grafía, distinto a actual.
  • Existe la creencia de que hay fantasmas que se pasean de noche por los pasillos de la actual facultad, espíritus de enfermos que murieron allí. Destaca el hecho de que, todavía a principios del siglo XXI, las limpiadoras que entraban a primera hora al edificio, lo hicieran por parejas, no dejando pasar a los estudiantes que iban llegando hasta que las luces estaban encendidas.

Localización

A. Facultad de Filosofía y Letras
B. Antiguo Hospital del Cardenal Salazar
Plaza del Cardenal Salazar

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Bibliografía

Referencias

  1. FERNÁNDEZ DUEÑAS, Ángel: La Facultad de Medicina Libre de la Universidad Libre de Córdoba y su época (1870-1874). Córdoba, Publicaciones de la Exma. Diputación (1983).

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