Palma del Río

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Bandera de Palma del Río Escudo de Palma del Río
Término municipal
Municipio de Palma del Río
Código postal 14700
Coordenadas
 - Latitud:
 - Longitud:

37°42' N
05º17' 0
Superficie 200 km²
Altitud 55 m
Población (2005) 20.403 hab.
Gentilicio Palmeño/a
Ríos Río Genil y Guadalquivir
Alcalde José Antonio Ruiz Almenara (PSOE)
Comarca Vega del Guadalquivir
Partido Judicial Posadas
Pirámide de población
Grupos quinquenales.
Cohortes plantilla h.png Cohortes plantilla m.png
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Palma del Río es un pueblo perteneciente a la comarca de la Vega del Guadalquivir, situado al oeste de la provincia de Córdoba.

Vista aérea.

Geografía

- Ubicación: n el extremo occidental de la provincia, su término se adentra en la provincia de Sevilla, de la que toma influencias en el acento de sus gentes y en la arquitectura donde predomina la policromía y los azulejos sevillanos.

- Vías de acceso: A-431, A-433, A-440, A-453, A-3150, CO-140, CO-9001 y CP-213

- Clima: máximas que superan los 40ºC en verano y una media de 18ºC en invierno. Las mínimas oscilan entre los 10ºC de media en invierno y los 25ºC en verano.

- Flora y fauna: el paisaje agrario está dominado por las huertas de naranjos en las inmediaciones de la ciudad, por ser esta zona donde discurren las aguas del Genil y Guadalquivir. En las zonas periféricas del término, predominan los cereales y el olivo.

Población

Datos de población de Palma del Río:

1960: 18.915
1965: 20.581
1969: 23.299
1970: 18.068
1971: 18.417
1972: 18.420
1973: 18.283
1974: 18.117
1975: 17.485
1976: 18.160
1977: 18.720
1978: 18.806
1979: 19.035
1981: 17.359
1982: 17.906
1983: 18.329
1984: 18.685
1985: 18.887
1986: 18.561
1987: 18.692
1988: 18.854
1989: 18.903
1990: 18.966

- Pedanías:

Arriel El Calonge El Carrascal La Chirritana La Barqueta La Estación La Graja
La Jara Pedro Díaz Pimentada El Pinzón El Rincón Vega de Santa Lucía

- Centros educativos: Ver categoría Centros de educación de Palma del Río

- Medios de comunicación

- Datos poblacionales

Economía

Cultivo de naranjas, cereales, aeronáutica y el olivo.

Historia

Artículo principal Historia de Palma del Río

El 2 de septiembre de 1342, por privilegio de Alfonso XI, la villa de Palma del Río pasa a ser señorío de los Bocanegra.

Palma del Río es un municipio de origen medieval. No obstante, la ocupación humana de este territorio tuvo lugar hace millones de años.

Prehistoria

Se han encontrado gran cantidad de yacimientos arqueológicos en Palma del Paleolítico Inferior y Medio y de la Edad del Bronce.

Vasijas encontradas en Palma del Río.

Antigüedad

Esta comarca, por su situación geográfica junto al Baetis y al Síngilis, en el corazón de la primera provincia romanizada, Baetica, pronto se incorpora al estilo de vida romano, siempre desde la perspectiva de una zona rural relacionada sobre todo con la producción del aceite de oliva. Se han localizado numerosas alfarerías romanas, figlinae, a orillas de los dos ríos, reflejo del gran dinamismo de la producción y comercio de ese producto.

El yacimiento situado en la finca Saetilla, tras estudios epigráficos, se ha identificado con el municipio romano que Plinio el Viejo denomina Segida Augurina que, junto con Celti (Peñaflor), Detumo (cerca de Posadas), Segovia (cerca de Écija), Obulcula (junto a Fuentes de Andalucía) y Oducia (cerca de Lora del Río), conformarían las poblaciones importantes de la comarca en época romana.

Hallazgo en Palma del Río.

Siglo XXI

Hoy en Palma del Río viven algo más de 21.000 personas, con una economía basada en la agricultura, la agroindustria y los servicios. La democracia municipal y la participación ciudadana han permitido una estabilidad política y económica, lográndose un desarrollo urbano y social con importantes infraestructuras como: los polígonos industriales Mataché y El Garrotal, la zona polideportiva de El Pandero, las instalaciones culturales de la Casa de la Cultura, el Teatro Coliseo, el Espacio Joven, varios museos, la recuperación del patrimonio histórico-artístico y una circunvalación con un nuevo puente sobre el Guadalquivir.

- Heráldica:

- Lugareños ilustres

Cultura

Turismo

Ver artículo sobre Turismo en Palma del Río.

Puntos de interés

Vista aérea.

A orillas del Genil, su zona amurallada posee un trazado viario elemental constituido por calles y una suma de plazoletas que las unen con la Puerta del Sol

Puente de gran valor histórico y social que venía a sustituir a otro anterior de madera construido en 1861 y que había sido inaugurado por la reina Isabel II.

Edificios y monumentos

Arquitectura civil

Con Bula fundacional de 1508, es un complejo de edificios de épocas diversas con iglesia de estructura mudéjar y bello patio claustral ajardinado y columnas de mármol.

Edificio funcional sin concesión al ornato. Situada a extramuros, se cree que pudo ser una tercia señorial mandada construir por los Portocarrero para almacenar sus cosechas.

Vista aérea de Palma del Río hoy.

Palacio organizado alrededor de dos patios porticados en dos plantas, siendo de gran interés por sus columnatas de mármol, artesonados y una fachada a la huerta coronada por arquerías.

Arquitectura militar

Alcazaba de planta cuadrangular, con muro junto al meandro del Genil, otro al norte quebrado por dos torres, de donde partía la cerca exterior, y otro al este con tres torres.

El primer núcleo de Palma lo forma el recinto amurallado, con dos estructuras: la Alcazaba, de posible origen almorávide, y la Muralla, obra almohade del siglo XII.

Arquitectura religiosa

Convento fundado en 1509 que consta de varios cuerpos de edificación articulados por patios; el principal con un claustro de características mudéjares. Iglesia del siglo XVIII.

Pequeña capilla, obra del siglo XVIII, ubicada en el interior de un torreón medieval de defensa de forma octogonal, que fue una puerta en recodo del recinto amurallado.

El antiguo convento de Santo Domingo se fundó en 1400, aunque luego habría dos fundaciones más, siendo la Bula de Alejandro VI (1501), la que consolida a los dominicos en Palma.

Ermita que acoge la imagen de la Virgen de Belén, patrona de Palma del Río desde 1806. Importante santuario que sufrió una gran transformación por las obras del ferrocarril en 1857.

Iglesia levantada en 1723 y destruida en la Guerra Civil, que quedó cerrada por décadas. Luego fue una academia y hoy está ocupada por la Hermandad del Santo Entierro.

Convento fundado en 1518, la iglesia es de una sola nave rectangular con bóveda de cañón, en cinco tramos, de estilo neoclásico y pintada a la cal. posee dos portadas y diez capillas.

Iglesia del convento de San Francisco.

Levantada sobre el solar que ocupó un viejo templo medieval, su fachada principal es de 1725. Destaca la torre, muy esbelta, de tres cuerpos de ladrillo, donde se abre la portada.

Museos y galerías

Creado en 1989, se halla en el edificio de Caballerizas Reales desde 1995. Reformado en 2015, comprende cuatro secciones, Arqueología, Etnografía, Arte y Mundo Taurino.

Parques y jardines

Con una extensión de 15 ha., en 1999 quedó declarado el Parque Periurbano Los Cabezos de Palma del Río, notable lugar de recreo para los vecinos y visitantes de la localidad.


- Tradiciones:

- Gastronomía: Palma del Río goza de una rica gastronomía, contando con una gran variedad de platos para todos los gustos.

CREMA FRÍA DE NARANJAS CON AHUMADOS Receta de: Delfín Cabrera (Disponible en el libro “De Naranja, de sabores, del valle del Guadalquivir”)

Ingredientes: 1 litro de zumo de naranja cadenera, 75g de aceite de oliva virgen extra, 150 g de salmón ahumado, 1 huevo cocido, sal, jengibre rallado y ajo.

Disponemos en un recipiente el aceite, el zumo de naranjas, sal, ajo y jengibre. Agregamos el huevo cocido y mezclamos todos los ingredientes hasta conseguir una salsa de textura parecida a la de la mayonesa.

Vertemos la salsa en una fuente pequeña o platito semihondo, colocando encima el salmón ahumado de manera que forme una rosa. Como sugerencia le podemos añadir un gajo de naranja en vivo y unas ramitas en eneldo.

Crema fría de naranja con ahumados.


ATÚN DE ALMADRADA CON COSTAS DE ESPECIAS Y NARANJA Receta de: Delfín Cabrera (Disponible en el libro “De Naranja, de sabores, del valle del Guadalquivir”)

Ingredientes: 400 gr de atún fresco, 30 gr de mezcla de pimientas, 1 naranja salustiana (su piel), 50 cl de zumo de naranja salustiana, 10 cl de aceite de oliva, sal, hierbas y 5 gr de goma gelificante.

Preparamos una gelée con el zumo de naranja y la goma gelificante. Marcamos el atún en una sartén a la que le habremos añadido un poco de aceite. Una vez listo, pasamos el pescado por las hierbas finamente picadas, las pimientas y la naranja.

Trinchamos el atún y lo colocamos sobre un espejo realizado con la gelée. Decoramos esparciendo sobre el conjunto un poco de hierbas, aceite de oliva y la sal tipo Maldon.

Atún de almadrada.


PICA PICA DE CODORNIZ CON SALSA AGRIDULCE DE NARANJA Receta de: Delfín Cabrera (Disponible en el libro “De Naranja, de sabores, del valle del Guadalquivir”)

Ingredientes: 8 pechugitas de codorniz, 10 cl de zumo de naranja salustiana, 10 cl de aceite de oliva, cantidad suficiente de fondo oscuro de codorniz, 10 gr de mantequilla, 5 gr de harina, laurel, 10 gr de azúcar moreno y 2 cl de vinagre de Jerez.

Marcamos en una sartén la pechuga de codorniz con un poco de aceite de oliva. Reservamos. Cocinamos un fondo con los huesos de las codornices y, una vez listo, lo reducimos. Al resultado le añadimos el zumo de naranja, la rama de canela, así como una nuez de mantequilla que previamente habremos pasado por harina. Reservamos. Damos un golpe de saltén a la pechuga y ensartamos las brochetas.

Para la salsa agridulce vertemos en un cacito el azúcar moreno, el vinagre, el zumo de naranja salustiana y la reducción del fondo de la codorniz. Para terminar agregamos a la salsa una nuez de mantequilla pasada por harina. Reducimos y lista.

Ensartamos la carne en mini brochetitas y acompañamos con la salsa vertida en un cuenco.

Pica pica de codorniz.

- Productos Típicos: Palma del Río, por su ubicación entre sierra, valle y campiña, reúne los mejores productos naturales, que han permitido una variada gastronomía sustentada en las tradiciones culturales, la oferta de artículos y la sabiduría popular.

La fruta de la naranja es reconocida por su excelencia, calidad y variedad; la cultura centenaria de los cítricos introducida por los musulmanes ha perdurado hasta nuestros días, ofreciendo sabrosas y exquisitas naranjas como la cadenera, la salustiana, la navelina, mandarinas…; de los naranjales a la mesa han llegado un repertorio de recetas que incluyen a la prestigiosa “Naranjas del Valle del Guadalquivir”, donde podemos resaltar la ensalada de naranja y bacalao, el picadillo de naranja con atún, el codillo de cerdo ibérico lacado con naranja y miel, las costillitas de conejo con caramelo de naranja, los muslitos de codorniz al chocolate con naranja, platos que combinan el acertado uso de carnes de corral y cacería.

La tradicional huerta palmeña, ubicada junto a las orillas del río Genil, ofrece al mundo gastronómico frutales variados de limoneros, granados, ciruelas, perilla de San Juan, suculentos caquis, higos, uvas y ricas hortalizas como tomates, lechugas, coliflores, pimientos, habas y un universo de alimentos naturales, frescos y de calidad.

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- Hostelería:

  • Hotel & Restaurante "Monasterio de San Francisco" Edificio de 1492, antiguo monasterio con gran trascendencia en la evangelización americana
Imagen del restaurante.

Exterior del convento.



Fiestas locales:

Vídeos

Palma del Río es de cine

Localización

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Palma del Río en Rincones de Córdoba con encanto[1]

El encanto de Palma se concentra a lo largo de la muralla almohade, que fue construida a finales del siglo XII para defender la villa. Es una muralla de argamasa horadada por mechinales y jalonada de torreones prismáticos. Están orgullosos los palmeños de su muralla, el monumento más antiguo, y por eso la miman, amenizando con jardines la terrosa aridez de los muros.

El recorrido por el perímetro de la muralla puede arrancar en Rioseco, junto al Cerro de la Iglesia, y continuar por la recoleta calle Rosales, con casitas de una planta para no competir con la cerca, embellecida ahora con arriates punteados de color por las lantanas. Una mella en la muralla permite apreciar restos de la antigua alcazaba –que los palmeños llaman, por su forma, “la mesa de San Pedro”– y el imponente perfil lateral de la parroquia mayor de la Asunción.

Una torre ochavada marca el inicio de la parte más vistosa de la fortificación. Llamará la atención del viajero que entre las almenas de la torre despunte la silueta de una modesta espadaña barroca; y es que el interior acogió una ermita mariana. Para explicar su origen asegura una tradición que en 1483 “1.250 moros de a caballo” intentaron asaltar la villa, siendo derrotados con la mitad de hombres por don Luis Portocarrero, primer conde de Palma, que invocó la protección de la Virgen de las Angustias, a cuya mediación se atribuyó la victoria. Aquel episodio dejó también huella en el Arquito Quemado, nombre que se dio a la puerta que en su fallido ataque incendiaron los moros.

Tras dejar atrás un jardín protegido por verja, en el que verdean los setos de mirto y ciprés, el recinto fortificado prosigue a lo largo de la calle de la Muralla. Aquí, franjas de césped amenizadas por adelfas y pequeños cipreses tapizan la base de la cerca, jalonada por cinco torreones. La ordenación urbana de la zona ha cuidado que las casas mantengan una sola planta para no competir con la fortificación; así, la calle del Arquito enmarca un paño de muralla flanqueado por dos torreones que despuntan sobre los tejados, asediados por vencejos que intentan guarecerse en los mechinales. Más adelante, ameniza la muralla la ajardinada plaza de las Angustias, que patentiza, una vez más, el complaciente mimo con que trata Palma sus jardines.

Así llegamos a la plaza de Andalucía, el recibidor de la ciudad, donde se asientan la casa consistorial y otros servicios públicos, lo que motiva incesante ajetreo matinal. Naranjos, adelfas y palmeras –muy frecuentes en Palma, como constante homenaje al árbol que inspira su nombre y figura en su escudo– amenizan el luminoso recinto.

La muralla que venía guiando los pasos del viajero queda aquí oculta por el palacio de los Portocarrero, que se asoma a la plaza a través de una hermosa balconada plateresca. Bajo el balcón pervive la antigua puerta del Sol, de acceso a la alcazaba o ciudadela, un pasadizo que parece ideado para enmarcar la fachada y la torre de la parroquia de la Asunción, construida a lo largo del siglo XVIII. Aquí arranca la calle del Cardenal Portocarrero, a la que le sobra el constante fragor del tráfico. A la derecha, una verja permite apreciar la recuperación del antiguo palacio de los Portocarrero, erigido por los señores de este apellido y Condes de Palma en el siglo XVI sobre la antigua alcazaba, que conserva patios porticados y salones. Félix Moreno de la Cova adquirió un día aquel arruinado edificio con la idea de recuperarlo, y su nieto Enrique inició la transformación de aquel sueño en realidad, con la colaboración de las instituciones.

Frente a la verja, las antiguas caballerizas del palacio acogen hoy el ejemplar museo histórico municipal, con sus secciones de arqueología, bellas artes y etnología. Si el viajero se adentra, por la izquierda, en un espacio ajardinado, verá cómo la muralla almohade reaparece cautiva entre bloques de viviendas, que la han respetado escrupulosamente.

El paseo acaba en la parroquia de la Asunción, que aquí llaman muchos “catedral del Alto Guadalquivir”. Exteriormente lo que más llama la atención es la torre, esbelta y esplendorosa, especialmente sus cuerpos de campanas, decorados con cerámicas vidriadas, que brillan cuando los besa el sol y evocan los modelos ecijanos. A los pies de la torre, la vistosa portada parece un retablo construido en rojo ladrillo, que los alarifes trabajaron con la misma delicadeza que el mármol. Por dentro, la Asunción se muestra blanca y hermosa, con abultadas yeserías decorando las repisas de las tribunas y las pilastras.

Al abandonar la ciudad, y tras cruzar el Guadalquivir por el Puente de Hierro, Palma despide al visitante con el beso blanco de la ermita de su patrona, la Virgen de Belén, que reluce de cal sobre un altozano; será el último encanto que el viajero se lleve prendado en el recuerdo. Ah, un detalle enternecedor: unos pajarillos han instalado su nido en la mismísima corona de la Virgen que, a modo de triunfo, se encarama sobre una columna delante de la ermita. </div>

Referencia

  1. MÁRQUEZ, F.S.. Rincones de Córdoba con encanto. 2003. Diario Córdoba

Direcciones de Internet

Fuentes bibliográficas

El contenido de este artículo incorpora material de una entrada de la Enciclopedia Libre Universal, publicada en castellano bajo la licencia GFDL.

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