Conventos de Córdoba
Desde la Conquista de Córdoba en 1236 por las tropas de Fernando III de Castilla, fueron llegando a la ciudad distintas órdenes religiosas que impulsaron la creación de conventos y beaterios. Mientras varios conventos y monasterios masculinos se sitúan en los alrededores de la capital cordobesa, los cenobios femeninos suelen estar dentro de la ciudad amurallada. Además los femeninos suelen estar enclavados cerca de los dominios de las familias protectoras, como el Convento de Santa Cruz.
Conventos masculinos
- Convento de San Pablo (1241)
- Convento de la Trinidad (1241)
- Convento de San Pedro el Real (1246)
- Convento de Santa Eulalia (1262)
- Convento de San Agustín (1277)
- Convento del Espíritu Santo (1282)
- Convento de los Santos Mártires (1332)
- Convento de San Jerónimo (1405)
- Convento de San Francisco de la Arruzafa (1414)
- Convento de Santo Domingo (1423)
- Convento de Madre de Dios (1440)
- Convento de la Victoria o de las Huertas (1510)
Conventos femeninos
- Convento de Nuestra Señora de Linares (1236)
- Convento de San Clemente
- Convento de Santa Clara o de Santa Catalina (1267)
- Convento de Santa María de las Dueñas (1370)
- Convento de Santa Inés (1461)
- Convento de Santa Marta (1464)
- Convento de Santa Cruz (1464)
- Convento de la Santa o Vera Cruz (1474)
- Convento de Santa Isabel de los Ángeles (1483)
- Convento de Jesús Crucificado (1497)
- Convento de Santa María de Gracia (1498)
- Convento de Regina Coeli (1499)
- Convento de la Concepción (1506)
- Convento de Santa Catalina de Siena (1506)
- Convento de la Encarnación (1510)
- Convento de Nuestra Señora de la Victoria (1510)
- Convento del Carmen Calzado (1542)
Exclaustración de 1835
En Córdoba se constituye una junta directiva del gobierno, integrada por 18 miembros presididos por el mariscal de campo Pedro Ramírez, el Marqués de Paniega, Rafael Jiménez Frontín, José María de Trillo, juez de primera instancia, José de Velasco, Joaquín María Villavicencio, Francisco García Hidalgo, José Espinosa de los Monteros, Julián Romo, Juan María de Gracia, el Padre Fray José de Jesús Muñoz Capilla, del orden de San Agustín, José de Hoyos Noriega, rector del Colegio de Ntra. Sra. de la Asunción, Francisco de Unzaga, José Beltrán de Lis, administrador de los bienes nacionales, Juan de Toro, Pedro Gorrindo, Antonio de Luna y Rafael de Sierra, vocal secretario.[1]
Uno de los acuerdos tomados el 30 de agosto va a ser la exclaustración de los regulares que se ejecuta al día siguiente en el conjunto de la provincia, si bien uno de los primeros conventos intervenidos en la capital es el de los mínimos de san Francisco de Paula el 19 del citado mes. La medida adoptada se difunde y pretende justificar con una serie de argumentos y reflexiones a la opinión pública, mediante un extenso artículo que sale a la luz el 2 y 4 de septiembre en las páginas del Boletín Oficial de la Provincia de Córdoba. En primer lugar se hace una ardiente defensa de la decisión llevada a cabo y una crítica de las órdenes religiosas por su apego al absolutismo y obstaculización a la implantación de la ideología liberal que lleva consigo el progreso.
Referencias
- ↑ La exclaustración de 1835 y el clero regular en la Diócesis de Córdoba, por Juan Aranda Doncel, en la web https://jimdo-storage.global.ssl.fastly.net.
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Principales editores del artículo
- Eluque (Discusión |contribuciones) [18]
