La Voz de Córdoba

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Portada del número 1

La Voz de Córdoba fue un periódico local fundado por un grupo impulsor que logró reunir a 2.500 cordobeses como accionistas iniciales del periódico. La Voz nació ante la necesidad de diversificar y enriquecer la oferta informativa en la Córdoba de 1981, entonces monopolizada por el Diario Córdoba. Para poner en marcha el periódico se unieron un núcleo de cordobeses de ideologías, profesiones y sectores sociales distintos, que coincidieron en la necesidad de insuflar aire limpio en la prensa local. Tres años después, en 1984, el diario se integró con el conjunto de su plantilla en el nuevo proyecto del veterano Diario Córdoba.

Orígenes. El hecho desencadenante

1980 es el año del 28–F, la fecha del referéndum andaluz, que supuso la reafirmación autonomista y el inicio del hundimiento político de UCD, que propugnó la abstención o el voto en blanco. Córdoba mostró un rotundo apoyo al proceso autonómico por la vía rápida del artículo 151 de la Constitución, frente al 143 defendido por la UCD, temerosa de una rápida ascensión de la izquierda al poder regional. El referéndum andaluz tuvo una larga y compleja prehistoria. En Córdoba el episodio político-periodístico más llamativo de toda la campaña fue el mitin a favor del sí protagonizado por el ex ministro Manuel Clavero Arévalo en el Gran Teatro.

El Círculo Cultural Juan XXIII, a la sazón presidido por el jesuita Jaime Loring se brindó a celebrar un acto de apoyo al sí en colaboración con la antigua Junta Democrática, destinando a ello las 50.000 pesetas de una fianza devuelta que en su día había servido para liberar a un político izquierdista detenido. Los organizadores invitaron a participar en el mitin al ex ministro Clavero. La preceptiva autorización debía solicitarla un partido político acreditado ante la Junta Electoral. Un mero trámite administrativo. Como el Círculo Cultural Juan XXIII no era partido, recurrió a una organización política para que formalizase en su nombre la solicitud. AP se negó ya que Hernández Mancha pidió a cambio intervenir en el acto, lo que hubiese sido contradictorio con el sentido de apoyo al sí que se le pretendía dar, así es que los organizadores recurrieron al representante del PCA ante la Junta Electoral, Alfonso Ceballos.

Clavero pide el si.jpg

Filtrado interesadamente por el Gobierno Civil y el ministro García Añoveros, de paso por Córdoba, este detalle administrativo, el Diario Córdoba el día del mitin tituló:

Hoy en el Gran Teatro / Acto autonómico del Partido Comunista / En él intervendrá entre otros, Clavero Arévalo.
Loring abrió el mitin manifestando su “protesta seria, grave y absoluta” por la atribución del acto al PCE. Dos días después, el diario insistió en su tesis con una página en la que, junto a las aclaraciones de Loring, reprodujo la solicitud administrativa firmada por Ceballos y apostillada por un comentario editorial bajo el título de:
¿Quién manipula señores?, reafirmaba que el mitin de Clavero había sido organizado por los comunistas.
Era el 27 de febrero, jornada de reflexión. Aquel día, un grupo de cordobeses demócratas y amantes de la libertad de expresión, decidieron poner en marcha un nuevo periódico pluralista y alternativo, que se hizo realidad 14 meses después.[1]

Grupo impulsor

El grupo impulsor, compuesto por los independientes Alfonso Castilla Rojas, Fernando Gutiérrez-Alamillo, Eduardo Leiva, Jaime Loring, Juan Pérez Marín, Balbino Povedano y Enrique San Miguel Eraso, se completó con José Aumente Baena, Francisco Carrillo, Joaquín Fayos, Antonio Luque y José Javier Rodríguez Alcaide con quienes trataron de visualizar la presencia en el proyecto de las cinco corrientes políticas más importantes de la época.

Cada uno de los doce promotores integró a otros diez socios fundadores que a su vez captaron accionistas de todos los sectores con la cautela de limitar la participación por persona, para evitar que accionistas o grupos con más medios económicos, constituyeran grupos de presión dominante en la línea del diario. Tratan, con su diseño estructural, de apostar por las condiciones objetivas más adecuadas para el ejercicio de un periodismo realizado desde una actitud absolutamente profesional que permitiese abordar, con garantía de independencia y pluralismo, la veracidad y objetividad de su información y total apertura a la opinión.

La empresa editora de La Voz, Informaciones Cordobesas S.A., afrontó la aventura contratando la edición del periódico con Tipografía Católica, una veterana y acreditada cooperativa industrial que con tal fin, realizó una valiente inversión en rotativa y fotocomposición. Por acuerdo unánime del consejo de administración, nombran director del medio al periodista, escritor y profesor montillano Francisco Solano Márquez Cruz, entonces de 37 años de edad, quien se pone al frente de una joven e ilusionada redacción que la integraban Antonio Mozo Vargas, Rafael Camacho Ordóñez, Francisco Luis Córdoba, Manuel Fernández, Ignacio Cid, Ricardo Rodríguez Aparicio, Sebastián Cuevas Navarro, José Murillo y Francisco González Pérez.

Tras una breve campaña publicitaria con el eslogan de Sin silencios… La Voz de Córdoba, y sin apenas más respaldo que el entusiasmo de su accionariado popular, unos 2.500 accionistas, el primer número de la nueva Voz sale a la calle el 15 de mayo de 1981.

El periódico de referencia era El País, cuyo formato, llamado tabloide, acabaría imponiéndose frente al de Diario Córdoba, realizado en formato sábana hasta 1984. Fue el primer diario español en salir los siete días de la semana, incluido el lunes, llenando así el vacío que existía en la prensa local desde hacía once años.

La singladura de La Voz de Córdoba, tras haber ido sorteando dificultades financieras durante tres años, se cortó el día 13 de mayo de 1984, cuando sus gestores y parte de su accionariado adquirieron, en subasta pública, el otro periódico local y sus periodistas se integran en la plantilla del nuevo Diario Córdoba

Primer editorial

En su primer número, del 15 de mayo de 1981 La Voz saludaba a Córdoba con el editorial publicado en su primera página:


Por qué nacemos
En este primer contacto con sus lectores, La Voz de Córdoba quiere informar de los principios que inspiran su publicación, a través del siguiente texto elaborado por la comisión promotora del diario.
Lanzarse a la aventura de publicar un nuevo periódico, como nosotros hacemos a partir de hoy, lo menos que puede calificarse es de operación arriesgada. Cuando el desencanto está dando paso a la “reacción”, cuando no solo en las alturas sino en la base misma de nuestra sociedad se están dando claros indicios de involución, no puede negársenos una indudable capacidad de entusiasmo, y una inquebrantable fe en la democracia al decidirnos a publicar un periódico que pretende ser pluralista, independiente, abierto a todas las opiniones. Si nos embarcamos en esta empresa es porque creemos que la información es un servicio público al que hay que atender con rigor, calidad, objetividad e independencia. Y, además, porque creemos que el combate por una prensa libre es el combate por una verdadera democracia. En los actuales y delicados momentos en que vive nuestra sociedad, pocos órganos pueden compararse al periódico por lo que se refiere a sus posibilidades de conformar una opinión pública responsable, abierta, tolerante, que es tanto como decir democrática.
Nuestro periódico se monta sobre tres pilares, que son los siguientes:
El primero, una información verás y objetiva que nos acerque a la realidad social, política y económica que estamos viviendo. El derecho que todo ciudadano tiene a estar informado es algo casi universalmente admitido. Pocas cosas hay tan perjudiciales al hombre como una información parcial o tendenciosa. Y en este campo, pretendemos prestar atención preferente a los problemas y dificultades de nuestra capital y provincia, que constituyen nuestra más inmediata realidad y con la que directamente podemos contactar.
En segundo lugar la opinión del propio diario, formulada periódicamente en editoriales de fondo que intenten comprender los problemas y las causas que los hacen posibles. Quizás una de las tareas más importantes que hoy tenemos por delante sea esta de re-politizar a los ciudadanos para que no deserten de sus deberes como tales.
En tercer lugar, la opinión personal y plural de todos los cordobeses que tengan algo que decir a sus conciudadanos. En este apartado pretendemos ser totalmente abiertos, tolerantes, pluralistas, por lo que, consecuentemente, publicaremos también artículos con los que discrepemos.
Todo esto será posible si conseguimos mantener, como así intentaremos, la absoluta independencia del periódico: abierto a todas las ideologías, pero sin predominio de alguna determinada de ellas. Nos parece que este punto es fundamental. Sólo conseguiremos la supervivencia y el éxito del periódico si en ningún momento éste bascula hacia un concreto partidismo ideológico.
Nuestro periódico pues, es un periódico informativo y de opinión. En el primer nivel quiere ser absolutamente objetivo y veraz; y en el segundo radicalmente abierto, pluralista y “liberal”.
Pero en virtud de precisamente de su objetividad y apego a “los hechos de cada día” y a las realidades concretas que más directamente nos circundan, nuestro periódico intentará conectar con los intereses del público cordobés, del pueblo andaluz y en definitiva de la totalidad del país. Nuestras preocupaciones han de estar vertidas en estas realidades vivas que tenemos más próximas, y en este sentido, Córdoba, la provincia y Andalucía son prioritarios. Nuestro periódico se declara profundamente andalucista y se esforzará por defender todo lo que redunde en beneficio de nuestro pueblo.
Y, por último, La Voz de Córdoba se declara sinceramente democrática, convencidamente democrática, porque pensamos que la democracia no es sólo la mejor forma de gobierno, históricamente demostrado, sino que también es la única forma eficaz para resolver de verdad los problemas. A que la democracia cale y se ahonde en el tejido social y político, nosotros contribuiremos con nuestro mejor esfuerzo. Frente al fatalismo, la deserción o el desencanto, aquí nos presentamos como hombres que creen en el futuro de nuestro pueblo.

Informaciones Cordobesas S.A.

La empresa periodística Informaciones Cordobesas S.A., editora de La Voz de Córdoba, se constituyó oficialmente el día 12 de septiembre de 1980.

La sociedad regida por la Junta General de Accionistas, Consejo de Administración y la Junta de Fundadores, que se establece como órgano encargado de velar especialmente por la permanencia de los principios ideológicos.

El capital social ascendió a la cantidad de 16.625.000 pesetas distribuido en acciones A y B, que configuró un accionariado totalmente popular que alcanzó la cifra de unos dos mil quinientos accionistas.

Representantes de la entidad

Componentes de la Junta de Fundadores

Directores

Gerentes

Referencias

  1. ↑ 50 años de Córdoba. Libro de Diario Córdoba. Pag. 197

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