Historia de Posadas

De Cordobapedia
Saltar a: navegación, buscar
Bandera de Posadas.
Vista aérea de Posadas.

Para conocer la historia de Posadas como asentamiento humano hay que volver al albor de los tiempos, existiendo indicios de ocupación del ser humano desde el Paleolítico Inferior hasta nuestros días casi sin interrupción, considerando nuestro territorio como la entrada de estos primeros grupos para la conquista del Valle del Guadalquivir. Los yacimientos más relevantes de este periodo son: el abrigo del Baldio y el conjunto dolménico.

La Protohistoria en Posadas aún es una incógnita dado que si bien es cierto que nuestra sierra (reserva de la Biosfera) está repleta de indicios de ocupación ibera (túrdulos, turdetanos) no hemos detectado aún un asentamiento de gran calado.

Con la romanización del territorio la ocupación de Posadas fue trascendental por la minería y el comercio del aceite. Muestra de ello es la documentación de varios grupos de explotación minera en la sierra y Sierrezuela, como de grandes villas y/o fundus en todo el valle y campiña, contabilizando hasta siete fliglinas de producción anfórica. La Tardoantigüedad se debe fijar en el entorno del Barrio del Pilar, lugar donde se atestiguan los principales hallazgos arqueológicos.

Edad Media

La Edad Media hay que dividirla, por constatación de hallazgos, en los dos periodos de ocupación de la zona. Islámica: la historiografía nos habla de una Al-fanadiq o Al-janadiq como parada del Camino Califal en nuestro entorno. Cristiana: con la conquista del territorio se dedicó mucho esfuerzo por asegurar la zona para el asentamiento poblacional. De ahí aparece la Carta de villazgo, la delimitación del término y la concesión para la construcción de un castillo y restauración de la Torre de la Cabrilla. El castillo de Las Posadas del Rey se estableció en el actual barrio de la Morería.

Una vez conquistaron las tropas cristianas la capital cordobesa (1236), ocuparon estas tierras durante la segunda estancia de Fernando III de Castilla en Córdoba (1240-41). El rey concedió la villa, junto a otros pueblos y castillos, a la ciudad de Córdoba. Posteriormente, Alfonso X de Castilla repobló esta zona para potenciar dicha ruta estratégica, existiendo en este mismo lugar en 1262 una población con el nombre de Las Posadas del Rey, que dos años más tarde consigue la Carta de Villazgo del monarca. El Camino Califal pasó a llamarse Camino Real y proliferaron establecimientos para el descanso de los viajeros: las posadas. La inestable situación, con ataques benimerines incluidos (1275-1276), llevaría a Alfonso X de Castilla a ordenar la construcción de un castillo en la localidad, cuya erección debió terminarse para 1320, de donde se conservan la Torre del Ochavo (s. XIV), la Torre de Guadacabrilla o de la Cabrilla (s. XIV) y partes de una fortaleza que más tarde se aprovechó para edificar la Iglesia de Santa María de las Flores. Puede que el castillo se hiciera aprovechando las ruinas de construcciones anteriores.

Con el tiempo, la villa, por la cada vez mejor estabilidad política y social en la península, comienza a expandirse a extramuros de la fortaleza.

En 1444 el rey Juan II de Castilla la dio, junto con las villas de Hornachuelos, Peñaflor y Santaella a Juan Pacheco, marqués de Villena, que intentó permutar con otras villas con Martín Fernández Portocarrero, señor de Paterna, ante lo que el Concejo de Córdoba se opuso enérgicamente.

A Felipe IV compró la villa de Posadas el Marqués de Guadalcázar, Diego Fernández de Córdoba y Melgarejo, IX señor de Guadalcázar, creándose el Condado de las Posadas y eximiendo a la villa de la jurisdicción del Concejo de Córdoba. Le sucedió su hijo Francisco Antonio Fernández de Córdoba y Riederer, II marqués de Guadalcázar y I conde de Posadas.

Tras unos inicios en la finca El Torilejo, el foco de cultura y enseñanza se encontraba en el Convento de los Basilios, del s. XVIII.

Siglo XVIII

En 1767 el rey Carlos III, a través de sus ministros Floridablanca y Pablo de Olavide, funda la provincia de Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena desmembrando en parte los términos de Posadas y Hornachuelos. De esta manera van a nacer La Carlota y Fuente Palmera.

En 1791 el Ayuntamiento de Posadas denuncia al comandante de La Carlota, Antonio Cerón, por usurpación en las tierras del Picacho. El pleito acabó en perjuicio de Posadas y la actual finca La Africana pasó a depender del término de Fuente Palmera. De esa forma, el término de Posadas se estableció en 159 km2 de superficie, un rectángulo irregular de más de 20 x 10 km, desde Veinte Reales hasta el Picacho, y desde Moratalla hasta Mingaoves.

También se sabe que en 1791 fueron derribados los últimos torreones de la fortificación, que podría tener de 95 a 100 m de lado, con puertas al norte (puerta de los Novios), este (puerta del Arquito) y sur, en la desembocadura de la calle Amargura.

Siglo XIX

Por Real Decreto de 21 de abril de 1834, Posadas pasa a ser cabeza de partido judicial, integrándola los municipios de Almodóvar del Río, Hornachuelos, Guadalcázar, Fuente Palmera y sus nueve aldeas, La Carlota y sus diez departamentos, Palma del Río y Posadas, que no era el más poblado (7.980 vecinos), pero sí el más céntrico. Le superaban Palma del Río (17.663 vecinos), Fuente Palmera (8.685 vecinos) y La Carlota (8.120 vecinos). En total el partido contaba con 58.539 habitantes.

Hacia 1856 era alcalde de la localidad Cristóbal del Álamo.

Siglo XX

En 1921 era alcalde el conservador Juan Serrano Franco.

Segunda República

En junio de 1934 se inauguró la Oficina Local de Colocación Obrera, que con carácter interino la formaban: Manuel Ortega (presidente); vocales patronos: Luis Serrano Toril, Santiago Medina Revuelto y José Vargas Luna; vocales obreros: Antonio Cerda Uceda, Pedro Patino Lebrandero y Cornelio Cuesta.[1]

A finales de junio de 1934 una comisión de patronos de Posadas visitó al Gobernador Civil y al Delegado de Trabajo para solicitar hacer uso de máquinas segadoras en mayor tanto por ciento que el estipulado en la orden ministerial de 9 de junio.[2]

Guerra Civil
Dictadura franquista

En la década de 1960 la localidad pierde más del 11,3% de su población debido a la emigración. El de 1964 será el año de mayor población, 11.329 vecinos. Sin embargo, la sangría de la emigración no va a parar.

Transición democrática

El nuevo Ayuntamiento democrático adecenta y renueva la plaza de Triana, la plaza de la Fuente, donde incorporan árboles y acerados. Las avenidas de los menestrales y de maría Auxiliadora se actualizan. En la década de 1980 cambian el nomenclátor callejero y vuelven los nombres tradicionales a sus calles: calle Sevilla, Calle de los Hornos, calle Mesones, plaza de los Pósitos; o aparecen nombres nuevos: calle León Felipe, calle Nicolás Guillén, calle Pablo Neruda, calle Antonio Machado, calle García Lorca, calle Pintor Picasso.

Se construye el paso inferior de la calle Alcántara o el paso elevado sobre El Veredón. La Ermita de Santiago se pone en valor y se levanta la rectoría para la parroquia. El Convento de los Basilios se reforma y mejora.

En cuanto a regadíos, el crecimiento es espectacular. Si en 1976 existían 2.599 ha. de terrero en riego, en 1984 son 3.965 ha, un 60% más de tierras expuestas al regadío. Sin embargo, la población sigue decreciendo. En 1984 Posadas tiene su cifra más baja, 6.706 habitantes.

Siglo XXI

MONUMENTOS
  • Casco histórico.
  • Capilla de la Caridad.
  • Ermita de Santiago.
  • Portada del Convento de San Basilio Magno.
  • Antiguo Ayuntamiento.
  • Capilla de la Vera Cruz.
  • Palacio de Diego Fernández de Córdoba.
  • Paseo Pedro Vargas.
  • Puente de Eduardo Torroja.
  • El Arquito.
  • Colegio Manuel Siurot.
  • Parroquia de Santa María de las Flores.
  • Fortaleza.
  • Ayuntamiento.
  • Ermita de Jesús.
  • Plaza de los Lavaderos.
  • Conjunto Dolménico.
  • Torre de la Cabrilla.
  • Castillejo del Guadalvacarejo.
  • Minas de la Plata.
  • Torre del Ochavo.
  • Torre de Estrella.
  • Minas de Calamón.

Referencias

  1. Delegación provincial de Trabajo, en el Diario de Córdoba, 22 de junio de 1934, pág. 2.
  2. Delegación provincial de Trabajo. El empleo de las máquinas agrícolas, en el Diario de Córdoba, 24 de junio de 1934, pág. 4.

Enlaces externos

Principales editores del artículo

Valora este artículo

0.0/5 (0 votos)